Gaia DeCostelloNew York Tommaso era un genio, todos nuestros hijos confiaban más en él que en mí, por lo tanto no creo que se imaginaran todo el escenario que estaba formando a su alrededor. Bueno por lo menos Dante me buscaba más a mí, como siempre le aplaudía sus travesuras de niño, conmigo se mostraba más relajado.Los mellizos actuaban de forma libre y no porque no me haya interesado en ellos, pues estos me salieron más diferentes que una gota de agua y otra de aceite, aunque entre ellos siempre había cierta complicidad. Casi como la había entre Ary e Eryx, esa sí que era la niña de sus ojos.– ¿Puedo interrumpir?Y hablando del rey de Roma, mi niña se asoma por la puerta de la habitación, yo ya me encontraba recostada en la cama, leyendo uno de los libros de poesía que me había regalado Tommaso.–Claro, amor, pasa, ¿necesitas algo?–Mami, ya sé que no te cae bien Tobías, pero necesito verlo.– ¿Ahora qué pasó? te pregunto porque de todos modos sino te doy permiso convencerás a
Ava Janssen New York Toda la vida hemos sido amigas, Janice es de las pocas personas que saben lo que de verdad me está pasando por dentro, solo a ella le he contado la magnitud de mi desilusión, cuando fui a la clínica de fertilización para ver si mi cuerpo estaba listo para empezar a tener bebés, ahí estuvo conmigo, ni siquiera Bruno se tomó la molestia de acompañarme, alegando que tenía asuntos que atender, los mismo que tenía yo, pero para mí era más importante. — ¿Entonces ya voy a ser tía? — me pregunta Janice. Apenas estaba entrando a la fase de revisiones, ni siquiera me venía a hacer una prueba de embarazo, solo que ella siempre se adelantaba a los hechos. —Tú ya eres tía, tus hermanos te han dado cada uno un sobrino. —Ah, pero tú me vas a dar una sobrina. Me habia hecho tanta ilusión tener una niña, pero eso ya es historia pasada, ya nada podía hacer al respecto, no me la iba a pasar llorando por eso. — ¿Y Bruno no va a venir? —No, tiene asuntos más importantes que a
Ava Janssen New York Pasé por Janice, nos despedimos de sus padres y tomé camino a nuestro destino, ya teníamos los boletos, habíamos localizado un estacionamiento privado, esos de los que hacen promoción durante los conciertos y te dan preferencia por adquirir boletos VIP, estábamos eufóricas, según podíamos pasar a tras bambalinas una vez que se acabara el concierto. Pues era nuestra oportunidad de conocer a los chicos. — ¿Ava, podemos pasar de verdad? — Janice todavía no se lo podía creer. Le había pedido a mi padre como regalo de cumpleaños las entradas al concierto exclusivo, claro mi amiga Janice no podía faltar. Todo estaba arreglado, mi padre me enseñó los boletos tres meses antes, solo tenía que cumplir con mis obligaciones y sacar las mejores notas para que me los pudiera dar y no solo saqué las mejores notas, concursé en el área de ciencias biológicas y gané el primer lugar. Así que les regalé un bonus plus. Pasamos el concierto a unos cuantos metros de los chicos y yo
Ava Janssen New York Mi gran día había llegado y no podía estar más emocionada, después de los tres días de capacitación, de conocer a las compañeras que habíamos quedado de convivir aun si ni nos veíamos en el trabajo. Ese día en cuanto entré a la empresa DeCostello supe inmediatamente que iba a conocer a mi nuevo jefe, hoy dejaba atrás ese doloroso pasado y hoy moría también aquella Ava que sufrió por el engaño de un poco hombre que no solo no me valoró sino con el que nunca debí perder mi tiempo. De los errores se aprende afortunadamente y yo de los míos había aprendido a que debo empezar a pensar en mi primero. Solo yo sé hasta dónde puedo querer a una persona y hasta donde me quiero a mí, y me quiero mucho más que a cualquier otra persona y desde ahora sé que no debo entregar todo mi amor nadie que no se lo merezca. –Buen día señorita Janssen – Me dijo un hombre vestido muy elegante en cuanto pasé la puerta – Haga el favor de acompañarme a la sala de juntas, hoy haremos la pre
Ava Janssen New York Lo que me faltaba que Don Eryx fuera de esos jefes que todo lo exigían, pero creo que se iba a topar con pared, conmigo las cosas eran diferentes, solo se tenía que pedir lo que se deseaba, no era necesario ejercer su autoridad cuando las cosas se podían hacer de manera eficiente sin necesidad de demostrar su rango o imponerlo. Yo creo que las cosas se ganaban no se exigían. –Muchas gracias señorita Ariana, verás que no le daré muchos problemas. He hecho esta clase de trabajo antes y en pocos días no tendrá ni que verme si no quiere. Le juro que le ahorraré el que esté viniendo a la oficina y tendrá más tiempo para atender sus deberes. –Pero si quiero, además de eso seremos amigas – Sentenció ella – Te dejo Ava para que Don Eryx y tú puedan hablar. –Muchas gracias por todo. –Por nada. Ella se retiró y se fue a sentar con su celular al otro extremo de la sala de juntas, algo muy normal para los jóvenes de su edad cuya vida está en el teléfono. Me alegré de sa
Eryx DeCostelloNew yorkEste lunes sentí que volvía a la vida y de pronto mi mal humor y mi estado nefasto de ánimo, se habían transformado en una alegría inexplicable que brotaba desde lo más hondo de mi alma. Cuando la tuve al frente mi reacción fue tardía, porque me quedé estático en mi sitio.—Eryx, voy a subir con Ava, para ir explicándole sus funciones con calma — Dijo mi hermana — ¿Tú vas a salir?—Sí, pero no tardaré. Ahorita que regrese las veo. ——Está bien.La había visto, la había vuelto a encontrar y ahora íbamos a trabajar juntos. Por un impulso salí de prisa de la empresa y fui a una floristería para comprarle un ramo de flores y unos chocolates, quería tener con ella un detalle de bienvenida.Por un momento, quise ayudar a mi hermana con unas cajas grandes que llevaba para llevarle a Ava, eran documentos y expedientes de clientes que llevaban una eternidad sin ser debidamente organizados. Después de leer rápidamente en un tiempo que me acababa de dar, el currículo de
Eryx DeCostelloNew yorkMe gustaba hacer enojar a mi hermana, pues sabia donde picarle, su orgullo de ser una de las más jóvenes y mejores ingenieras no lo podía comparar con un ingeniero de sistemas.—Muy gracioso Eryx, te pasas. Soy ingeniera de software, no de teléfonos y bien que lo sabes — me miró con malos ojos — Regreso.Ariana se levantó del piso, dónde solo ella sabía lo que estaba haciendo con los cables del teléfono de Ava queriendo hacer que funcionara.Yo me quedé por un momento ahí solo con ella y estaba sin palabras, era raro para mí sentirme así ante la presencia de alguien, cuando era yo quién las dejaba siempre sin palabras. Era como si me hubiera hipnotizado y no podía dejar de verla.—Su hermana es una chica muy linda, Don Eryx. Ella también me ha dado un regalo—Sonrió Ava— Además de eso, me ha ayudado muchísimo.—Sí, lo es. Ella es linda pero a veces puede ser atosigante. Por favor, te pido paciencia con ella, ya sabes cómo son ahora los jóvenes.—A mí me parece
Ava Janssen New york —Listo Ava, ya está todo organizado para que empieces a trabajar. Habia estado anotando en una libreta los pormenores de la agenda de Eryx, de verdad el trabajo llovía a cantaros, con tantas empresas a su cargo era casi imposible mantener todo en orden, pero eso no me haría desistir, tanto era así que estaba segura que los días pasarían volando y ni cuenta me daría. —Muchas gracias Ary, desde ahora mismo me pongo a ello. —Te explico el mecanismo. En lo que ella me explicaba cada detalle del funcionamiento de su programa, absorbo la información, tomo nota de los pasos y en cuanto me permita sentarme al frente de la computadora estaré haciendo mi trabajo a la perfección. —Eso es todo, cualquier cosa, estoy aquí mismo. —Muchas gracias. Era poco probable que la estuviera molestando por algo que ya se habia grabado en mi memoria, pero no le iba a decir eso. Me senté en la silla, tomé una carpeta y fui archivando por palabras claves, así me mantuve por unos min