Te recomiendo esta gran historia, date la oportunidad de leerla, no te arrepentirás. Graciela y Nicolás, una relación tormentosa que se da entre él amor y él odio, donde un sólo beso los llevo a tocar el cielo. Libro: Entre el Amor y el Odio Autor: Diosa del Amor
Eryx DeCostelloNew yorkEste lunes sentí que volvía a la vida y de pronto mi mal humor y mi estado nefasto de ánimo, se habían transformado en una alegría inexplicable que brotaba desde lo más hondo de mi alma. Cuando la tuve al frente mi reacción fue tardía, porque me quedé estático en mi sitio.—Eryx, voy a subir con Ava, para ir explicándole sus funciones con calma — Dijo mi hermana — ¿Tú vas a salir?—Sí, pero no tardaré. Ahorita que regrese las veo. ——Está bien.La había visto, la había vuelto a encontrar y ahora íbamos a trabajar juntos. Por un impulso salí de prisa de la empresa y fui a una floristería para comprarle un ramo de flores y unos chocolates, quería tener con ella un detalle de bienvenida.Por un momento, quise ayudar a mi hermana con unas cajas grandes que llevaba para llevarle a Ava, eran documentos y expedientes de clientes que llevaban una eternidad sin ser debidamente organizados. Después de leer rápidamente en un tiempo que me acababa de dar, el currículo de
Eryx DeCostelloNew yorkMe gustaba hacer enojar a mi hermana, pues sabia donde picarle, su orgullo de ser una de las más jóvenes y mejores ingenieras no lo podía comparar con un ingeniero de sistemas.—Muy gracioso Eryx, te pasas. Soy ingeniera de software, no de teléfonos y bien que lo sabes — me miró con malos ojos — Regreso.Ariana se levantó del piso, dónde solo ella sabía lo que estaba haciendo con los cables del teléfono de Ava queriendo hacer que funcionara.Yo me quedé por un momento ahí solo con ella y estaba sin palabras, era raro para mí sentirme así ante la presencia de alguien, cuando era yo quién las dejaba siempre sin palabras. Era como si me hubiera hipnotizado y no podía dejar de verla.—Su hermana es una chica muy linda, Don Eryx. Ella también me ha dado un regalo—Sonrió Ava— Además de eso, me ha ayudado muchísimo.—Sí, lo es. Ella es linda pero a veces puede ser atosigante. Por favor, te pido paciencia con ella, ya sabes cómo son ahora los jóvenes.—A mí me parece
Ava Janssen New york —Listo Ava, ya está todo organizado para que empieces a trabajar. Habia estado anotando en una libreta los pormenores de la agenda de Eryx, de verdad el trabajo llovía a cantaros, con tantas empresas a su cargo era casi imposible mantener todo en orden, pero eso no me haría desistir, tanto era así que estaba segura que los días pasarían volando y ni cuenta me daría. —Muchas gracias Ary, desde ahora mismo me pongo a ello. —Te explico el mecanismo. En lo que ella me explicaba cada detalle del funcionamiento de su programa, absorbo la información, tomo nota de los pasos y en cuanto me permita sentarme al frente de la computadora estaré haciendo mi trabajo a la perfección. —Eso es todo, cualquier cosa, estoy aquí mismo. —Muchas gracias. Era poco probable que la estuviera molestando por algo que ya se habia grabado en mi memoria, pero no le iba a decir eso. Me senté en la silla, tomé una carpeta y fui archivando por palabras claves, así me mantuve por unos min
Ava Janssen New York Estando dentro de la tienda en dónde compré los chocolates, me entretuve un poco, viendo todas las golosinas que ahí vendían. Compré también una bolsa con gomitas y vi unas hermosas cajitas de música con golosinas y un peluche miniatura. Sin pensarlo, compré 2 una para mí y otra para Ariana. Ella había sido muy amable conmigo y yo quería ser también agradecida con ella. Salí de la tienda y volví a pasar por fuera de la empresa DeCostello, su imagen llegó a mi mente como si lo tuviera al frente, ese hombre se me ha metido en la piel. Caminé cruzando Central Park, hoy no había tenido la oportunidad de hacer ejercicio y quería llenar de aire mis pulmones por lo que caminé un rato por ahí y luego me senté en una banca simplemente a ver él lugar de noche, hasta que mi celular comenzó a sonar en mi bolso. —Hola Ava, es tu primer día de trabajo y no me llamas para contarme de él —Decía la voz emocionada y loca de mi amiga Janice —Dime ¿Qué tal está él tipo en vivo? En
Ava Janssen New York —Pobre chica, sus dos hermanos celosos. —Así es, demasiado sobre protectores. —Lo bueno es que ya va salir Caleb de casa y no lo tendrá todo el tiempo vigilando. Janice se iría a vivir a una casa que quedaba cerca de la de sus padres, fue un regalo de su abuelo antes de morir. —Muy bien amiga, yo te dejo. Mi prometido ha venido por mí para ir a cenar con uno de sus primos y su novia. —Gracias por llamar Janice y que te diviertas mucho, saludos a Caleb. —De tu parte, que estés bien Ava. Seguí sentada un rato en donde estaba y luego al ver que muchas personas salían a correr me dio una idea. Me levanté y me fui caminando a mi hotel, para subir a mi habitación y ponerme un conjunto de ropa deportiva, que afortunadamente siempre llevaba en mi equipaje a dónde quiera que saliera. Tomé mi reproductor de música y salí de mi habitación, para bajar al lobby. —Buenas noches joven —Me dirigí al chico de recepción— Sé que aquí en éste hotel hay gimnasio, ¿Me podría i
Eryx DeCostello New York Su rechazo me habia dolido en el alma, no veía que tenia de malo acompañarla a su casa después de haberse quedado más de la cuenta en el trabajo. Se me habia grabado el nombre del hotel donde se estaba hospedando y estaba más cerca de lo que me hubiera imaginado. Pero yo no la iba a obligar a que aceptara una invitación a llevarla. Habia traído conmigo su curriculum, estaba concentrado en la fotografía que hay ponía, recordaba la primera vez que la vi, cuando me salvó la vida y lo preocupada que habia estado por mí, sin poder evitarlo sonreí, me habia encantado su belleza y lo que me cautivó fueron sus bonitos ojos esmeralda que combinaban a la perfección con su pelo castaño rojizo. Pero en realidad lo que me habia cautivado era su inteligencia. A medida que iba pasando el día me pude dar cuenta que el trabajo lo tenía casi terminado y si me ponía a hacer cuentas, Marla se quedaba atrás, Ava, trabajaba a una velocidad extraordinaria y por lo visto el progra
Eryx DeCostelloNew YorkHabían pasado los días y poco apoco nos fuimos acoplando uno al otro, Ava tenía una retentiva casi perfecta de todo lo que se hablaba en las juntas, habia llegado a pensar que no necesitaba de esa tableta electrónica que utilizaba para anotaciones, me parecía inútil que la ocupara con la capacidad que tenía para acumular información en su mente, era asombrosa y eso me fascinaba de ella, me encantaba.Su memoria fotográfica me tenía asombrado, yo que tenía un coeficiente intelectual bastante alto por así decirlo, podía asegurar que Ava me rebasaba, porque habia pasado en dos ocasiones que le aseguraba una cosa y ella me sacaba de mi error y efectivamente palabra por palabra tal como estaba estipulado, me lo podía corroborar.Estaba feliz de tener a Ava como mi asistente y en mi loca cabeza se estaba dando la idea de buscar por todos los medios posibles una oportunidad. Yo era fiel creyente del destino y si ella me salvó la vida él día que la vi por primera vez,
Eryx DeCostelloNew York—Todo excelente, Ava. Te agradezco la atención y la dedicación que le brindaste al elaborar el contrato de Anthony, quedó encantado —Le reconocí su brillante desempeño— Anthony es un excelente amigo de la familia y ha quedado encantado.—Eso me alegra —Me sonrió y me iluminó él mundo y la vida.Esta mujer hacía que se me quebraran las piernas y lo decía de forma literal, porque cada vez que la veía me parecía que iba haciéndose más hermosa, no usaba mucho maquillaje y su ropa era demasiado formal como para mostrar algo de su cuerpo, más bien debajo de sus blusas holgadas y sus faldas hasta casi abajo de las pantorrillas ocultaban su figura. No era morbo, solo me entraba la curiosidad de poder descubrir que guardaba debajo de esa ropa tan sobria.—Hacemos un excelente equipo, como puedes darte cuenta.—Sí, eso parece.Me iba a meter a mi oficina de inmediato, siempre tenía trabajo que hacer, pero me estaba preocupando mucho que ella no estuviera como siempre y