TENGO AMIGOS PODEROSOS

No había tiempo que perder, por lo menos esas habían sido las palabras de Dorian, quien parecía terriblemente asustado, Venus, quien observaba a Teva llena de nervios

Y al ver que su amiga no hacía las preguntas correspondientes, tuvo que hacerlo, Dorian era como un papá gallina, solía asustarse y preocuparse por las tres, mientras Teva era una pequeña asustadiza que no le gustaba estar en conflictos externos

Lo curioso, era que ella, una mezcla de los dos, solía proteger demasiado aquellos amigos suyos, pero también solía ser bastante temerosa de estar en problemas

Más cuando estos solían perseguirla

“el faro de los problemas”

Así solía llamarla su esposo, por lo menos cada que se enojaba con ella y solía enojarse y llamarla de aquella manera mientras la regañaba

Pero Venus, tenía una clara explicación para ello, no, más bien dos claras explicaciones para sus problemas, aquellas tenían nombres, eran claros

Nara Nicolau, la amante de su esposo y nada más y nada menos que Gaia Alexius, su querida y adorada suegra, claramente sarcasmo

Aquel par de mujeres durante su estadía en la casa Alexius, la cual fueron dos terribles años, ella estuvo a punto de enloquecer, su depresión la estaba llevando a un límite, donde no estaba segura si debía continuar o no con su vida

Venus dio un largo suspiro, el recordar la terrible vida, sus días amargos y desosiego de vivir amarrada a una vida que, según ella, se lo merecía por haber acudido en sus peores problemas, por ser quien era

—No puedo créelo, ¿Dónde está Agnes? Dorian parecía preocupado, mientras Teva desde el pequeño auto amarillo, que había visto mejores días, parecía preocupada

—No lo sé, ¿Qué fue lo que dijo excelente? Conducías como un loco y no decías nada, al fin y al cabo

Dorian la observo con reproche, mientras Teva negó y hablo ya estresada

—Tal vez se fue, si era alguien lista debió irse, esto no sé ve muy bien en este lugar

Ella tenía razón, ese era un barrio bastante problemático, los niños ricos solían ir aquel lugar a terminar las fiestas, el problema era que siempre terminaba en grandes problemas

Mientras la policía, al ser llamado por transeúntes preocupados llegaban y hacían un completo desastre en las calles

—¿Deberíamos irnos?

La pregunta de Dorian no había sido dirigida a Teva, esta era más que obvio que diría que sí, que deberían irse, siempre pasaba lo mismo

Ella escapaba a la primera oportunidad, su excusa era

“soy una cobarde, no me juzguen por mi deseo de vivir”

Por lo que tanto Dorian como Venus, solían ignorar a su amiga y arrastrarla a las peores situaciones, justamente como ella lo veía en aquel momento

—No lo creo, deberíamos ir y averiguar qué pasa, después de todo, tal vez ella esté pasando por problemas y nosotros no lo sabremos, allí parece haber una pelea

—No me parece una buena idea…

—Venus tiene razón ¿y si está allí?

Teva no pudo decir más, ella solo fue arrastrada por aquel par, mientras observaba como la pelea se tornaba, más y más agresiva ¿por qué empleaban todo aquel montón de niños ricos?

Sin duda alguna nada bueno o importante, por lo menos aquellos eran los pensamientos de los tres, porque, aunque Dorian era hijo de alguien importante, jamás fue tratado como tal

—Esto está terrible…

—Tal vez deberíamos irnos…

—No debimos venir desde el principio

Los tres estaba de acuerdo, más cuando notaron que las personas iniciaron a correr, la policía había llegado, no había tiempo que perder, Dorian había tomado las manos de las dos mujeres

Y había corrido tan rápido como pudo arrastrarla, no importaba si caían, si llegaban a tropezar y perdían el equilibrio, él las arrastraría si era posible, pero no las dejaría en el lugar

—¿A dónde van?

Pero fue en vano, un enorme hombre, vestido de oficial se paró en medio y el paso era más que obvio que está restringido

No había más quehacer, los tres habían sido llevados a la delación y sin permitirle dar una explicación, el trio estaba en una celda, lleno de personas que no tenían la menor idea de quien trataba

Sin contar con el hecho de que Agnes, no se encontraba en el lugar

—No puedo créelo ¿de quién fue la idea de bajarnos del auto?

Los dos observaron a Venus, quien hizo una mueca llena de inconformidad

—No fue del todo mi culpa Dorian me secundo

Ahora era tiempo de que las dos mujeres observaron a Dorian, quien se encogió de hombros y hablo lleno de fastidio

—¿Qué culpa tengo que el oficial se le hubiese dado por molestar el chico gay con sus dos amigas, es más que obvio que es porque soy gay…

Las dos sin poder evitarlo rieron, sin duda aquella siempre era la excusa de Dorian Odele, ante las según él, injusticias del patriarcado

Fue entonces cuando observaron como la celda quedaba más y más vacía, era más que obvio, eran niños ricos, antes de pasar la noche en aquel lugar, sus padres sin duda los sacarían

Unos por temor a la presa y los escándalos y otro por el hecho de ser no más que mimados que se les impedían tener una experiencia tan cruel

—Y ¿Qué haremos ahora? Estamos detenidos, jodidamente detenidos y nadie nos ayudará, por lo menos no conocemos nadie que nos ayude…

La exclamación de se escuchó claramente llana de disgusto y molestia, mientras las dos chicas solo dieron un gran suspiro y observaron a aquellos que aún faltaban por salir

En lo que este sonrió hacia Venus y le guiño un ojo, era claro lo que buscaba, mientras un oficial, precisamente aquel que los había rodeado paso justamente frente a celda

—Disculpe señor oficial, usted no pregunto quiénes éramos, si estábamos involucrados en este terrible suceso, la verdad es que nosotros no tenemos la culpa somos inocentes…

Dorian hablo casi en una exaltación de inconformismo y queja, mientras el hombre que había detenido sus pasos, los observo como si no fuesen más que basuras

—¿Cómo puede ser tan sínico? Todos los involucrados indican que ustedes fueron los culpables de la situación, por lo que agradezcan que solo pasaran la noche en este lugar…

—¿Qué?

Aquellas palabras habían salido de los tres al mismo tiempo, en lo que Dorian se había levantado al parecer dispuesto a discutir, algo que Venus impidió, pues la verdad era que tener un enemigo como aquel en el lugar no era tan buena idea

—Está bien, somos los culpables

—Venus…

El chillido se escuchó de parte de Teva y Dorian, pero esta lo ignoro, más al ver que nada de lo que dirían los sacaría de aquel apuro, pues parecía que todos aquellos niños fresas, habían decidido culparlos a ellos, sin ningún tipo de razón

—Pero no puede negarnos nuestros derechos, así que exijo mis derechos

—Tienes derecho a quedarte callado

—Lo que no tienes es la capacidad…

No lograron soportarlo, los tres soltaron una gran carcajada, mientras el oficial, lleno de disgusto parecía querer ignorarlo, Venus comprendió que efectivamente no era momento de jugar, por lo que decidió de nuevo hablar

Por lo menos en aquel instante, con más decisión, ignorando los juegos de sus dos tontos amigos

—Señor oficial hablo de verdad, no se imagina quien es mi esposo y estoy segura de que a este no le gustara la manera en la que soy tratada, más cuando es más que obvio que no soy la culpable, nosotros solo pasábamos…

El hombre levanto una ceja, era más que claro que no creía, ¿de quién era ella esposo? Tenía su pijama de ositos puestos y unas pantuflas de garra de oso, sin contar con el hecho de que sus amigos tampoco se veían decentes

Ella se había quitado su glorioso vestido, que la hacía ver como una diva, mientras su chaqueta no era precisamente la más costosa

Después de todo, aquella ropa de marca que había sido regalada por Ares Alexius, ella la había dejado en aquella habitación con la clara muestra a aquel hombre que no necesitaba nada de él

—¿No me diga? ¿Sabe qué? Le daré esa llamada, solo para ver quién es ese famoso esposo, quiero verlo de frente y que le llame la atención

Era más que suficiente, con ello había un gran avance, los tres llegaron a sentir alivio, por fin lograrían salir, fue allí cuando se levantaron y parecieron querer salir al mismo tiempo

Pero el oficial los detuvo y señalo a Venus, como si de verdad fuera no más que un juego divertido

—Solo irá uno, la esposa importante, por lo que ustedes payasos, se quedaran

No había más que hacer, Venus, solo observo a su amigo y asintió, solo tenía que hacer una llamada, solo tenía que pedirle ayuda a este

Venus observo de manera bastante retadora al oficial, mientras este reía divertido y la guiaba hacia el teléfono de la comisaria

Fue allí cuando ella daba cada paso, que la llevaría al lugar donde haría la famosa llamada, llego a tener pensamientos bastantes, problemáticos

¿Y si aquel no contestaba? ¿Y si la ignoraba? ¿Y si le decía que no le importaba? Habían pasado tantas cosas por la cabeza de Venus en aquel instante

Que cada que caminaba hacia el lugar se sentía más y más nerviosa, fue allí cuando el teléfono se mostró ante ella y sintió que aquel se la tragaría en cuanto levantara la bocina

Problemas, sin duda solo problema, el hombre no sería amable, jamás lo había sido, ¿Por qué lo sería ahora? Sin contar con el hecho de que él debía estar con ella

¿Y si ella era la que contestaba? Fue una mala idea, solo tenían que pasar una noche, una sola noche

—¿Entonces? ¿No llamarás esposa importante?

Venus observó al oficial, este la miro con una sonrisa petulante, llena de todo lo que tanto odiaba, sin contar que llego hacer la pregunta del millón, aquella que ninguno de sus amigos y ella habían llegado a pensar desde el inicio

—¿A qué horas se termina el castigo profesor? En caso de que no nos saque… ¿A qué horas saldremos?

El oficial la observo con una ceja levantada, sin duda estaba completamente divertido con la situación, mientras Venus solo quería levantarle la mano y golpearlo hasta el cansancio

No sabía golpear, pero inicia aprender con este, ensayo y falla, ensayo y falla, hasta que fuese una profesional, practicando con este

—¿Qué no te sacarían de inmediato? Creía que no necesitabas sabes algo tan simple como la hora de tu salida, después de todo, te marcharas de inmediato

—Ya entendí, ¿Qué no puedo hacer una pregunta?

—Eso depende esposa importante

Lo golpearía, sin duda lo haría, por lo que Venus, decidió ignorarlo y en un arranque de aquella ira que la poseía y la desesperación que la poseía, decido hacer la llamada

Era curioso, jamás había usado el número, jamás había llamado, pero sabía el número a perfección, cada uno de los números, que era tan mala para aprender

Pero este si lo sabía

Por lo que cuando aquel inicio a repicar, ella sintió que su corazón latía conforme el sonido y sentía que a cada segundo aquel se imponía más y más fuerte

—¿Hola?

Silencio, ella no fue capaz de decir una sola palabra, su garganta se había secado, y su respiración parecía estar errática, ¿Qué le pasaba? Hacía unas horas ella incluso había llegado a tocarlo sin su permiso

Pero ahora parecía una de esas chicas acosadoras, que solo llamaban a escuchar la voz de su enamorado

—¿Hola?

Venus abrió la boca, pero no salía nada, fue entonces cuando escucho un suspiro lleno de molestia y sabía que este colgaría, no, ella no podía permitirlo, si lo hacía, sin duda alguna ella solo llegaría a la desgracia, se quedaría encerrada

Estaba segura de que aquel odioso oficial no le daría otra llamada

—Colgaré…

—No lo hagas… Por favor no lo hagas… Soy yo…

Silencio, ahora parecía que el silencio venía de su parte, la ansiedad la mataría, ese hombre la mataría

—¿Venus? ¿Qué ocurre? ¿Por qué me llamas?

Ella quería mandarlo al carajo, decirle que no, que no lo llamaba Venus, que lo hacía el conejo de pascua, pero no era el momento, se lo recordó una y otra vez

—Sí, soy yo, ¿cómo estás?

--¿Llamas por el divorcio? Mañana a las diez, creía haberte enviado la hora y la dirección, hace unos minutos

Seguramente lo había hecho, pero ella no tenía su teléfono en la mano, algo que pareció notar Ares, pues a los segundos hablo de nuevo

—¿Por qué me marcas de otro número? ¿Qué paso?

El hombre era astuto sin duda, ella no lo llamaría a menos que necesitara lago de su parte, él lo sabía, ella lo sabía, por lo que Venus mordió su labio inferior y hablo llena de un terrible sentimiento de fastidio

--Tengo un problema, estoy en cárcel, necesito que paguen la fianza de mis amigos y la mía o que vengas y me ayudes, que muestres tu cara, que le calles la boca a algunos…

Silencio, no había muestra de nada, en lo que escucho un suspiro y Venus sintió que aquel estaba fastidiado, pero algo le decía que no le ayudaría ¿Por qué lo haría? ¿Verdad?

—Te metiste en problemas sola, soluciónalo tú, una noche en la cárcel, no te hará daño, a las diez, si no vienes, no te daré el divorcio, adiós…

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