La mansión Alexius, una joya de la sociedad, el lugar más maravilloso ante los ojos humanos, todo lo que cualquier pudiese soñar con ver algún díaPor lo menos el sueño de muchos, mientras para ella, para sus hermosos ojos tan negros como su vestido, no eran más que una basura, la pesadilla que no le deseaba a nadiePero ya estaba allí, no había mucho que pudiese hacer, tal vez sí desistía, si mejor se marchaba, no, podía hacerlo, debía, tenía que hacer aquella locura tan grande que planeabaPero Venus Raptius, no era una cobarde, no claro que no lo era, esta dio un largo suspiro y sin más bajo de su auto, algo destrozado y nada compatible con los que veía a su alrededorIgual no le importo, ella caminó con su cabeza en alto, exaltando su bella figura, aquella que robaba las miradas de todos los hombres y el odio de las mujeres inseguras a su pasoNada comparado para lo que tenía planeado, más cuando observo a todos los presentes, militares, personas de negocios y mujeres tanto casada
El lugar estaba completamente en un gran escándalo, en lo que la hermosa mujer, solo sonríe a su esposo y dejando el papel en su pecho se da media vueltaY aunque caminando con rapidez y elegancia llega a la puerta, en cuanto termina de observar a los invitados, ella simplemente salió del camino de los invitados y se escondió detrás de la enorme armadura del lugarEra una dicha que la mansión de los Alexius, estuviese llena de armas y personas tétricas de metal que ella había llegado a pensar que eran escalofriantesPero en aquel momento aquello no era importante, lo verdaderamente importante era el hombre que salía del gran salónAquel con su rostro severo y lleno de una expresión que demostraba que las cosas no iban bien, supo que no estaba molesto, estaba furiosoDespués de la humillación que ella había logrado causarle, frente a todos sus amigos, estaba más que segura que este la mataría en cuanto la viera¿Tendría el pase libre para asesinar? No lo dudaba, él era el capitán Alexi
La mirada llena de desolación del capitán, era más que clara, en cuanto había llegado a la gran fiesta, las personas no dejaban de felicitarlo por su cumpleaños, mientras él solo daba pequeños asentamientos de cabezaEra más que obvio que estaba de mal humor, más cuando notaron su expresión llena de seriedad, no era que aquel mantuviese de tal manera, pero había algo másPor lo menos aquello había llegado a pensar Fénix Katalakis, sub capitán y amigo de la infancia de Ares Alexius, en lo que no dudo en acercarse ni un solo segundo a este—Parece que necesitas un tragoFue allí cuando este recibió una copa en sus manos, algo que no dudo en recibir ni un solo segundo y tomarlo de un solo trago, mientras juntos caminaban hacia el gran balcón del lugarNo dijeron nada mientras caminaban, Fénix, no quería arruinar aún más el humor de Ares, sin contar que no deseaba presionarlo, por lo que decidió guardar silencioSe preguntaba una y otra vez, ¿Cómo había llegado a esta situación? Aunque si
No había tiempo que perder, por lo menos esas habían sido las palabras de Dorian, quien parecía terriblemente asustado, Venus, quien observaba a Teva llena de nerviosY al ver que su amiga no hacía las preguntas correspondientes, tuvo que hacerlo, Dorian era como un papá gallina, solía asustarse y preocuparse por las tres, mientras Teva era una pequeña asustadiza que no le gustaba estar en conflictos externosLo curioso, era que ella, una mezcla de los dos, solía proteger demasiado aquellos amigos suyos, pero también solía ser bastante temerosa de estar en problemasMás cuando estos solían perseguirla“el faro de los problemas”Así solía llamarla su esposo, por lo menos cada que se enojaba con ella y solía enojarse y llamarla de aquella manera mientras la regañabaPero Venus, tenía una clara explicación para ello, no, más bien dos claras explicaciones para sus problemas, aquellas tenían nombres, eran clarosNara Nicolau, la amante de su esposo y nada más y nada menos que Gaia Alexius,
—Hijo de…Las palabras de Venus habían quedado a medio salir, en lo que el hombre a su lado, aquel oficial que como era de esperarse, quería burlarse de ella, la observo lleno de diversiónSin duda alguna no era un buen día, más cuando este siguió hablándole en un tono lleno de burla y obviamente humillación—¿Qué ocurrió esposa importante? Sabía que no era más que una mala broma, así que vamos… Es hora de volver a tu celdaVenus no había podido objetar, las terribles ganas de golpear al hombre perduraban en ella, mientras solo dio un resoplido llena de fastidio y camino delante de esteTodo en busca de poder tranquilizarse y no explotar, pensaba en cosas hermosas, pero no había nada que pensar, más cuando mientras caminaba con su pijama de oso y su horrible chaqueta era la busca de los otros prisionerosAlgunos horribles le llamaban, indicándole que harían mucho con aquel pijama, de verdad que las personas tenían fetiche de los más extraños, ella no tendría el más mínimo pensamiento
Las celdas de la enorme inspección de policía de la ciudad de Atenea, estaba en completo silencio, las mujeres estaban completamente dormidasMientras el chico del medio era la almohada de estas, aquel también parecía estar completamente dormido, sin duda disfrutando del hecho de que al fin había conciliado el sueñoTodo con el afán que durante toda la noche no habían ingresado más que presos al lugar, con la fortuna que ellos no habían compartido ninguna otra con algún delincuente peligrosoPero no negaba que su temor cada que escuchaba a alguien discutir con los oficiales, los escuchaba caminar hacia la celda, los nervios de Dorian llegaban a ser descomunalesMientras las dos mujeres, cuando se suponen que deberían ser las más nerviosas, solo habían caído completamente dormidas, sin duda ella no era normalesÉl parecía el único completamente nervioso con el lugarFue allí cuando los ojos negros azabaches de Venus se abrieron, a lo que sonrió a Teva y su amigo, aquel que debido a un
Simplemente no podía créelo, las miradas y todos los comentarios burlescos que se mostraba conforme caminaba, de verdad no era de importancia, por lo menos para ella en aquel momentoSu furia era más importante, el deseo de darle una paliza aquel hombre bastardo e insecable, era mucho más grotesco, mientras caminaba por las calles de la ciudadDe verdad ¿Qué le había hecho a ese hombre para que odiara tanto? Bueno había hecho unas mil cosas, la verdad era que no podía quedarse, después de todo ella era la culpable al fin de cuantasVenus dio un largo suspiro, fue allí cuando esta observo el pequeño local en la esquina de aquella calle, muchos le decían la zona mediaEra la entrada a la zona más peligrosa y pobre de toda la ciudad de Atenas, algunas personas solían escapar de aquel lugarMientras para ella, esto era conocido como su hogar, su inicio hogar, pues ahí estaba la persona que no importaba la situación, siempre la recibiría con una sonrisaPor lo menos la mayoría de las veces
La mirada llena furia de parte del gran capitán de la marina, Ares Alexius, estaba en todos su esplendor, este colgó su teléfono y se levantó completamente furioso de su asiento en lo que el cabo Rae, quien imaginaba la razónSolo mostró total desinterés, por lo menos intento hacerlo, aunque estaba muerto de miedo, más al ver su expresión llena de furia, la hora en el reloj eran las diez con treinta minutos de la mañana, sin dudaEste había estado preguntado cada cinco minutos la hora, era como si algo le dijese que el llamaría, como si esperara algo en particular, pero entonces ¿Por qué estaba tan enojado?—¿No di la orden cabo, de que mi esposa saldría hasta medio día de la cárcel?El cabo no sabía que responder, solo había una persona a la que él había llegado a contarle, no imagino que el sub capitán fuese tan rápido, ¿Qué no puedo demorar media hora más?Él debió advertirle, debió decirle que no hiciera nada hasta después de las diez de la mañana, estaba seguro de que sería casti