Nara observó el lugar, estaba perdida, más que perdida, observo como en medio del camino venía Gaia, esta seguramente estaba en la lavanderíaSeguramente su castigo había sido ayudar a en aquel lugar, ella no conocía mucho aquella maldita cárcelPero si sabía dónde quedaban algunas cosas, sobre todo el lugar de castigo, uno que estaba más que segura, que no quedaba por allíPero ¿A dónde la llevarían? ¿Dónde querría Dante enviarla? No era nada bueno, lo sabía, siempre era igual, siempre sería de aquella maneraObservo a Gaia y pareció rogarle con la mirada, pareció solo suplicarle por ayuda, pero Gaia, solo la observo con un gesto lleno de molestia y camino hacia un costado del pasilloEstaba más que dispuesta a ignorarla, no había que ser un genio para notarlo, no tenía que ser tan lista para saber que sería su fin—Lo lamento, de verdad lo lamento, no debí hacerte enojar, no debí ser una mala persona contigo…Gaia la observo como si aquello que acaba de decir no fuera más que una to
Dante se había quedado en silencio, él solo observaba, hacía le vacío, parecía ser que aún esperaba a la persona que visitabaQue al parecer tenía a alguien con quien tener una conversación en aquel lugar, pero la verdad era que la visita ya había acabadoNo había nada más que le llamara la atención, no había nada más que quisiera observar, solo estaba allí en completo silencioPor lo menos lo fue hasta que la guardia de seguridad, aquella que se había llevado consigo a Nara, camino hacia él y le mostró una pequeña expresión lastimeraSin duda alguna no una buena noticia a cualquiera que le interesara la seguridad de NaraEra una pena que, a él, ya no le importaba mucho aquella, pues justamente deseaba con todo su ser, que no fuesen buenas noticiasPor lo menos no para ella—Señor Marras, tengo malas noticiasUna pequeña sonrisa surgió de sus labios, observo a la mujer con un brillo malicioso en sus ojos e hizo una señal para que esta continuase—La señorita Nicolau de camino a su cel
Harmonía observaba desde la ventana principal del castillo Alexius, el ingreso y la salida de los autos Notaba a los hombres grandes de un lado a otro, algunos militares, otros no lo eran, todos parecían estar muy interesado en custodiarla En poder verificar que la niña estuviese bien, su padre había salido del lugar como alma que llevaba el diablo Mientras ella notó en sus ojos llenos de lágrimas y su expresión tenebrosa, que había sucedido algo malo, esperaba que llegara su madre Que le indicara que todo estaba bien, que no había de que preocuparse, que su tío Dorian, solo se reiría con su padre como siempre lo hacía Esperaba algo, aunque fuese, incluso el regreso de su padre, estaba tan nerviosa, tan ansiosa, ella sabía que pasaba algo Lo sabía, pues lo podía notar en la expresión de cada uno, en como la miraban, la niña hizo un pequeño gesto melancólico Mientras observaba aún por la ventana con expresión perdida —Mi pequeña niña, deberías comer algo ¿Qué te pareé un poco d
La llamada de Fénix había logrado poner más que nervioso a Ares, estaba tenso, completamente agobiado y preguntándose por qué ese maldito miserable insistía en fastidiarloPrimero se llevaba a su mujer y luego quería asesinar a su hija, la niña ahora estaba con Fénix, él se había encargado de la seguridad de su hijaAquella que había quedado bastante sensible, pues había tenido que dispararle al hombre dos veces, lo había hecho como una profesionalHabía afirmado Fénix, aunque estaba un poco nerviosa y un poco sensible por el hecho de lastimar a alguienÉl parecía extasiado con la situación, con el saber que su sobrina se había protegido a sí misma y a Maya, pues Fénix estaba seguro de que el hombre estaba dispuesto a asesinar a la niña—Capitán… Qué bueno que lo encuentro, tengo que informarle algo importante…—¿Es el paradero del auto? Porque si no es eso no me importa nada más…Ares camino hacia la salida de la base, mientras estaba más que irritado, pues a pesar de tener una maldi
—No… No… Por favor, no me digas eso, no es verdad, no lo es… Te ruego por favor, te lo suplico, dime que no es verdad…Ella lloraba, hablaba entre sollozos, y suplicaba en su interior a todos los dioses que no fuese verdad, que la vida no fuese tan cruelPero Dante no lo negó, solo mostró una fingida mueca de dolor, y negó con la cabeza, mientras ella sentía que se quebraba por completo—Lo lamento cariño, me gustaría decirte que no es verdad, pero si lo es, yo mismo envíe a que la asesinaran, es muy bueno el hombre, así que ¿Cómo puedo mentirte? Tu hija está muerta…—Te mataré… Te voy a matar, hijo de puta, te mataré…Ella se había quebrado por completo, Venus bajo la cabeza, lloraba y lloraba, mientras rogaba los dioses en voz alta que por favor ese hombre haya falladoQue la vida no le arrebatara de nuevo a un hijo, suplicaba que por favor de ser así se la llevaran con su hija, pues ella ya no quería vivirElla no era capaz de siquiera poder sobrevivir con algo como eso, pero Dante
— Y por el poder que me concede la santa iglesia, yo los declaro marido y mujer… Puede besar a la novia… Venus observó a su ahora esposo, aquel con el que jamás imagino que efectivamente se casaría Aquel que le dio una tenue caricia en la mejilla, antes de darle un beso lleno de amor, uno lleno de tanto cariño y deseo de una vida juntos Que al separarse solo pudo imaginar lo magnífico que estaba por llegar, la dicha que sería tener una vida perfecta a su lado Ares era su todo, y él también lo era para ella, su esposo, de nuevo su esposo y ahora no habría manera de separarse Ahora no habría nada que los separará, ahora podrían tener un gran final feliz, más cuando había tanto por qué vivir Por lo que tenían y por lo que estaba por venir Les presento al señor y la señora Alexius… Los gritos no se hicieron esperar, todos estaban emocionados, incluso Electra, quien luego de notar que no le quedaba más que bendecir el amor de su hija En busca de que aquella tuviese una larga vida
La mansión Alexius, una joya de la sociedad, el lugar más maravilloso ante los ojos humanos, todo lo que cualquier pudiese soñar con ver algún díaPor lo menos el sueño de muchos, mientras para ella, para sus hermosos ojos tan negros como su vestido, no eran más que una basura, la pesadilla que no le deseaba a nadiePero ya estaba allí, no había mucho que pudiese hacer, tal vez sí desistía, si mejor se marchaba, no, podía hacerlo, debía, tenía que hacer aquella locura tan grande que planeabaPero Venus Raptius, no era una cobarde, no claro que no lo era, esta dio un largo suspiro y sin más bajo de su auto, algo destrozado y nada compatible con los que veía a su alrededorIgual no le importo, ella caminó con su cabeza en alto, exaltando su bella figura, aquella que robaba las miradas de todos los hombres y el odio de las mujeres inseguras a su pasoNada comparado para lo que tenía planeado, más cuando observo a todos los presentes, militares, personas de negocios y mujeres tanto casada
El lugar estaba completamente en un gran escándalo, en lo que la hermosa mujer, solo sonríe a su esposo y dejando el papel en su pecho se da media vueltaY aunque caminando con rapidez y elegancia llega a la puerta, en cuanto termina de observar a los invitados, ella simplemente salió del camino de los invitados y se escondió detrás de la enorme armadura del lugarEra una dicha que la mansión de los Alexius, estuviese llena de armas y personas tétricas de metal que ella había llegado a pensar que eran escalofriantesPero en aquel momento aquello no era importante, lo verdaderamente importante era el hombre que salía del gran salónAquel con su rostro severo y lleno de una expresión que demostraba que las cosas no iban bien, supo que no estaba molesto, estaba furiosoDespués de la humillación que ella había logrado causarle, frente a todos sus amigos, estaba más que segura que este la mataría en cuanto la viera¿Tendría el pase libre para asesinar? No lo dudaba, él era el capitán Alexi