Convento sagrado corazón de María.
El día se vislumbra muy luminoso, ya Inmaculada se encuentra en la grata compañía de Sofía la madre de Ángel.
—Señora Sofía usted siempre tan generosa, Dios la recompensará ya verá.
—¡Ay hija! No lo hago por recibir ninguna recompensa, solo quiero dar un poco a los menos favorecidos principalmente a los niños, son tan inocentes—se muestra Sofía un poco entristecida.
—¿Le ocurre algo señora Sofía?
—¡Mi niña! Es mi hijo Ángel, recuerda que te he platicado de él.
—Si claro.
—Lo siento tan distante, a veces presiento que me oculta cosas.
—¿Cómo cuáles?
—Mejor no hablemos de eso, es un triste pasado que todavía pesa sobre mis hombros.
—¿Y su hijo que tiene que ver con ese pasado?
—Mucho hija, aunque espero estar equivocada. Mejor cuéntame de ti mi sol, el venir a verte también me da un poco de paz. Eres tan linda y buena, como me gustaría que mi hijo encontrara una muchacha como tú con tantos dones.
—Ya la hará, le pediré a Dios que así sea.
—Gracias querida. Mi hijo que no llega.
—¿Él venía con usted?
—Sí, trae el resto de los beneficios y también le pedí que me acompañara, quiero pasar más tiempo con él, es un empresario muy ocupado, no lo veo ni de día, ni de noche.
—Vaya que es un hombre muy ocupado.
—Tiene un emporio comercial, empresas Garrett.
—Si he oído de ella.
—A parte de generosa también eres culta.
—Gracias por los halagos señora Sofía.
—Quisiera frecuentarte más seguido, estoy tan sola.
—En unos días me voy al retiro espiritual, para prepararme formalmente y así convertirme en novicia.
—Es una lástima. Disculpa que te lo diga de este modo, pero siento que es un verdadero desperdicio, que te conviertas en monja siendo tan bella Inmaculada.
—La belleza es pasajera, lo que más quiero es entregarme a Dios y estar al servicio de los demás.
—¿Nada te hará cambiar de parecer? —la mira Inmaculada con ternura sostenido su mano.
Llega velozmente Ángel y hace contacto visual con Inmaculada, sus miradas se cruzan ligeramente. Viste como un filántropo, motivado por su oculto amor al prójimo. Aparenta ser perfecto, cuando está repleto de secretos espeluznantes. Inmaculada no para de mirarlo, sintiendo de inmediato como una corriente eléctrica electrocuta todo su cuerpo, palidece grácilmente y se da la media vuelta, evitando míralo fijamente a los ojos.
—Hola mamá—saluda Ángel con seriedad.
—Hijo no seas mal educado, donde quedaron tus modales. Saluda a Inmaculada, es la voluntaria de quien te hable.
—Ah si la monja. Un placer.
—Con permiso—busca Inmaculada de retirarse está sumida en el pánico, Ángel es muy intimidante para ella.
—Hija no te vayas, quédate.
—El que se va soy yo. Voy a ver cómo va lo del camión—mira de nuevo a Inmaculada y sus imperturbables ojos negros impregnan en los de ella, dejándola encandilada y sin aliento.
¿Decías Inmaculada? Por lo visto, deberá pensar muy seriamente en su vocación.
Al Ángel retirarse, no deja de pensar en esos hermosos ojos verdes de Inmaculada, su tierno mirar lo ha sacudido por completo, no es exento a tanta pureza y serenidad, que manifiesta la cándida joven, en su vida jamás se había topado con una chica como ella. Mira al cielo y luego inclina la mirada como buscando a Inmaculada, quien platicaba con su madre gustosamente, a la distancia ambos hacen contacto visual, inquietando internamente a dulce Inmaculada sin proponérselo.
Al cabo rato llega Alan el hermano de Inmaculada, Ángel recibe una llamada inesperada y sale como alma que lleva el diablo del convento. Su madre continúa con Inmaculada y ésta le presenta a su hermano:
—¡Hermano! —se levanta Inmaculada para abrazar a Alan.
—Mi consentida, ya traje el resto de las donaciones, como te prometí.
—Tan bello, ven y te presento a la señora Sofía.
—Un placer señora Alan Solís, el hermano de esta belleza.
—¿Verdad que es muy linda? Le decía, que pensara mejor eso de convertirse en monja.
—Lo mismo le digo yo a cada rato señora.
—Ya no empiecen, mi hermano es policía señora Sofía.
—¡Válgame Dios! No debe de ser fácil, estar persiguiendo vándalos por las calles de Nueva York—le viene a su memoria recuerdos, cuando su esposo Ítalo era el jefe de la mafia italiana y la sonrisa se les desdibuja del rostro.
—No es nada fácil, pero debo de cumplir con mi deber.
—Así se habla muchacho, déjame presentarte a mi hijo Ángel, ¿dónde se habrá metido?, voy a buscarlo.
—Vaya señora Sofía aquí los esperamos—al ir Sofía por su hijo, Alan le dice a Inmaculada:
—¡Qué señora tan simpática!
—Sí y es muy buena gente.
Busca la señora Sofía a su hijo por todos lados y al no hallarlo, le pregunta al chofer:
—¿Iván y mi hijo?
—Se fue con su chofer señora.
—¿Qué raro? —se encoje de hombros Iván y Sofía va de nuevo a reunirse con Inmaculada y su hermano.
*****
Horas más tardes.
Centro de Operaciones del Diantre, Nueva York.
—Gio tenemos que atacar no tenemos más opciones, Olsen se está convirtiendo en una pesadilla, mucho peor que el comisario Solís.
—Es un sujeto impredecible y temerario. No es un enemigo fácil de vencer.
—Justamente ahora se fue Maya a Suramérica, la necesito acá. Es muy hábil para iniciar un plan.
—Debemos de ser prudentes Ángel.
—¿Prudentes? Se ha llevado casi todas nuestras armas y de paso, les ha hecho mejor propuesta a los rusos. En este camino la prudencia, no es la mejor opción Gio.
—No podemos enfrentar así no más a Olsen, está muy bien armado y tiene prácticamente una tropa que lo respalda.
—Yo soy muy diestro con las armas, y siempre doy justo en el blanco. Soy un Greco querido Gio, soy un Greco—repite Ángel mirándolo fijamente, dejando a Gio muy pensativo y melancólico.
—¿Qué propones?
—Atacar, debemos eliminar a Olsen de una buena vez.
—Sigo pensando, que no es lo mejor ahora.
—Soy el jefe y yo decido, que se hace y que no—expone Ángel con altivez y continúa mirando con ferocidad.
Comisaría de Nueva York. —Comisario Solís, el teniente Logan está al teléfono. —Gracias. Aló buen día teniente. —Le tengo noticias Solís, prepare a su gente. Viene una guerra entre bandos, según información de una muy buena fuente, el diantre y Olsen se enfrentan por el dominio del negocio. —¡Excelente! Sabía que podía confiar en usted. Alan sonríe y presiente, que tiene al diantre justo donde quería, lo sacará de las cumbres más oscuras del mundo criminal, para llevarlo donde le corresponde estar, en la cárcel. Musita mentalmente, el comisario Alan Solís hermano de Inmaculada. Sale Alan para reunir a sus muchachos, le indica al sargento Bryan: —Reúne a los muchachos, tenemos al diantre y a Olsen. Dos por uno—susurra muy sonriente. —¡Bingo! —exclama Bryan, llevan más de un año detrás de la sombra del misterioso diantre. ¿Por fin lo atraparan? ***** Convento Sagrado corazón de María. Se prepara Inmaculada, para partir con las otras novicias para su retiro espiritual, dentro
Se ubican muy sigilosamente en el escondite de Olsen. Caen de sorpresa, Gio se la ingenió muy bien para dar con el lugar y tener ellos ventajas, hace lo que sea por proteger a su hijo. Justo en este momento, el diantre le hace seña a Mark para que se coloquen en sus posiciones, pues van atacar inesperadamente. Al darse cuenta Olsen, que lo invaden ya es demasiado tarde, comienza el tiroteo. Las balas van y vienen, el diantre se sacude y se desplaza con destreza. La mayoría de los caídos pertenecen al bando de Olsen, el diantre y Gio llevaban la delantera, tenían un arsenal a su disposición. Repentinamente Olsen, se encuentre frente a frente con el diantre y éste descubre su rostro diciendo: —Quiero que me veas morir, mirándome a la cara—señala con crudeza, dándole un certero disparo en el pecho, cae Olsen lánguidamente. No obstante, en un pequeño descuido del diantre Olsen musita con la respiración agitada: —Diantre hoy moriremos los dos. En medio de sus últimos suspiros, le prop
Inmaculada como puede extrae la bala, le brinda la atención al diantre que precisa, en medio de su angustia hace lo mejor que puede. Ya le había avisado a Mark, de unas cosas que precisaba para bajarle la fiebre. Jimmy, quien es muy comedido y astuto llega con las medicinas, se las entrega a Inmaculada y ésta se las suministra a Ángel. De pronto, abre los ojos muy lentamente, mira con rareza a la muchacha, sus miradas se cruzan muy tenuemente. De inmediato Ángel vuelve a sucumbir de nuevo. Se le acerca Gio y pregunta: —¿Se pondrá bien? —Ya hice lo que tenía que hacer, ahora déjenme ir. Con el medicamento que tomó seguramente se le bajará la fiebre, igual necesita atención médica urgente—Gio se queda en silencio, todos siguen con sus pasamontañas puestos, la luz era muy opaca. Repentinamente Mark le susurra a Gio: —Tenemos que salir de la muchacha, observa con detenimiento a Ángel. —Tienes razón Mark, puede relevar su identidad. Llévatela y déjala cerca del convento ese, que vea co
Capítulo 8: ¿Ángel o Demonio? Se halla Inmaculada en casa, está muy entretenida en la cocina. Internamente extraña el convento y a sus compañeras. Enseguida llega su hermano y le dice: —¿Qué es eso que huele tan delicioso? —Es lasaña, la estoy preparando igual que nuestra madre. —¡Qué rico! ¿Cómo te sientes fuera del convento? —Algo extraña, pero también estoy feliz por estar contigo hermano. Aunque espero, volver pronto para iniciar mis votos. —¿No crees que esto que te pasó fue una señal Inmaculada? —¿No te entiendo? —Para que dejes ese mundo religioso y hagas tu vida de manera convencional. —Alan ya lo hemos hablado hasta el cansancio, quiero ser religiosa. De inmediato tocan la puerta y es Bryan, quien los visita. Por lo visto, se interesó mucho en Inmaculada. —Hola amigo, ven pasa. Llegaste justo a tiempo, mi hermana cocina delicioso. —Desde aquí se siente el aroma. —Hola bienvenido Bryan. —Hola Inmaculada, mira lo que te traje—le entrega unos chocolates y Alan lo mi
Han pasado algunos días, Ángel continúa sus terapias con esmero. Se esfuerza lo suficiente para volver pronto a sus actividades, termina su terapia mañanera y se da velozmente un baño. Al cabo rato sale, con su cuerpo desnudo, solo lo cubría perfectamente la toalla. Ángel tiene un cuerpo de infarto que enloquecería a cualquier mujer, es tan apuesto, tan seductor y excitante. Es el delirio de muchas. También es demoniacamente apasionado, no puede estar sin compañía femenina. Llama en seguida a Ellie una joven empleada de servicio, quien es lo suficientemente atractiva para pasar el rato. Ángel no se anda con miramientos a la hora de saciar sus instintos. Grita su nombre arriba de la escalera inmediatamente: —Ellie—estaba haciendo el quehacer en la sala, asienta rápidamente a su llamado: —Voy señor. —Sube—demanda con indiferencia, ésta corre a internarse en su habitación. —¿Qué necesita? —A ti. Cierre la puerta y pon seguro. —Es que estoy ocupada con el quehacer. —Luego lo hará o
—Ven hija, tengo algo para darte—le señala Sofía a Inmaculada. —No es necesario señora Sofía. —Ya te he dicho hasta el cansancio, que me digas Sofía a secas. —Trataré—advierte Inmaculada sonriendo con timidez. —Si es necesario, es un presente con mucho cariño, no me lo rechaces. —Está bien. —Vamos a mi habitación. Suben y continúa Inmaculada, viendo todo con mucha admiración. Al llegar a la recamara de Sofía, detalla todo tan pulcro y bien arreglado, musitando en seguida: —Es un lugar muy confortable para el descanso. Es muy linda tu habitación Sofía. —Muy bien, así me gusta que llames por mi nombre. Comienza Sofía a buscar el regalo, que tiene para Inmaculada y no lo halla. De repente se acuerda que lo tiene en la caja fuerte, por ser un objeto de valor. —Ay querida que cabeza la mía, dejé el obsequio en otro lado. No tardo, espérame aquí—asienta Inmaculada con la cabeza, bosquejando una tierna sonrisa. Motivada por la curiosidad decide explorar la mansión por sí misma, sa
Hace Mark lo que Ángel le indica, y sigue a Inmaculada a toda velocidad desde su motocicleta. Camino a casa iba todavía un poco asustada por el hallazgo, presume que debe hacer lo correcto, pero se paraliza por Sofía, y su corazón se llena de incertidumbre.Al bajar del auto, ingresa a su casa, Mark se extraña al ver a un agente en la entrada. Con mucha astucia e ingenio, toma una foto de las placas del vehículo policial, para dársela a Gio, con el propósito de que investigue con sus contactos en la policía.Mientras tanto en su habitación, Inmaculada recuerda la oscura mirada de Ángel y como se vislumbró en ella, toca su rostro con grácil asombro. Ya que sus pensamientos inmediatamente se tornan trémulos y contradictorios. El porte varonil e intimidante de Ángel la ha sacudido por completo. Se pregunta, ¿cómo pueden habitar dos personas en un mismo ser?, desconociendo todavía que es el criminal más buscado por la justicia y en especial, por su hermano Alan.Toma el rosario que le dio
Se alista Ángel para salir, haciendo gala de su buen gusto al vestir. Se mira al espejo y sonríe con picardía, se prepara para asistir a un importante desfile. Su casa de modas, lanzará la nueva colección primera-verano. Habrá muchas modelos en el desfile, por lo que tendrá muchas para escoger y pasarla bien. Grácilmente llega a su mente, el angelical rostro de Inmaculada y se contiene. Ingresa su madre a su habitación, esta vez serena y le pregunta: —¿Hoy es el desfile? —Sí, ¿quieres venir? —No hijo, tengo algunas cosas que hacer, debo de ir al convento, para conversar con la madre superiora. Prontamente haremos unas nuevas entregas, para niños discapacitados. —Sabes que cuentas conmigo mamá, te daré el dinero que precisas. —Dinero sucio, que lavas por tus delitos—se contradice Sofía —No empieces mamá. —Lo siento hijo, pero es inevitable. —No se puede volver el tiempo atrás y tú lo sabes madre—se le acerca y la mira con tristeza. —Veo tus ojos y sé, que no estás conforme Áng