—Ven hija, tengo algo para darte—le señala Sofía a Inmaculada. —No es necesario señora Sofía. —Ya te he dicho hasta el cansancio, que me digas Sofía a secas. —Trataré—advierte Inmaculada sonriendo con timidez. —Si es necesario, es un presente con mucho cariño, no me lo rechaces. —Está bien. —Vamos a mi habitación. Suben y continúa Inmaculada, viendo todo con mucha admiración. Al llegar a la recamara de Sofía, detalla todo tan pulcro y bien arreglado, musitando en seguida: —Es un lugar muy confortable para el descanso. Es muy linda tu habitación Sofía. —Muy bien, así me gusta que llames por mi nombre. Comienza Sofía a buscar el regalo, que tiene para Inmaculada y no lo halla. De repente se acuerda que lo tiene en la caja fuerte, por ser un objeto de valor. —Ay querida que cabeza la mía, dejé el obsequio en otro lado. No tardo, espérame aquí—asienta Inmaculada con la cabeza, bosquejando una tierna sonrisa. Motivada por la curiosidad decide explorar la mansión por sí misma, sa
Hace Mark lo que Ángel le indica, y sigue a Inmaculada a toda velocidad desde su motocicleta. Camino a casa iba todavía un poco asustada por el hallazgo, presume que debe hacer lo correcto, pero se paraliza por Sofía, y su corazón se llena de incertidumbre.Al bajar del auto, ingresa a su casa, Mark se extraña al ver a un agente en la entrada. Con mucha astucia e ingenio, toma una foto de las placas del vehículo policial, para dársela a Gio, con el propósito de que investigue con sus contactos en la policía.Mientras tanto en su habitación, Inmaculada recuerda la oscura mirada de Ángel y como se vislumbró en ella, toca su rostro con grácil asombro. Ya que sus pensamientos inmediatamente se tornan trémulos y contradictorios. El porte varonil e intimidante de Ángel la ha sacudido por completo. Se pregunta, ¿cómo pueden habitar dos personas en un mismo ser?, desconociendo todavía que es el criminal más buscado por la justicia y en especial, por su hermano Alan.Toma el rosario que le dio
Se alista Ángel para salir, haciendo gala de su buen gusto al vestir. Se mira al espejo y sonríe con picardía, se prepara para asistir a un importante desfile. Su casa de modas, lanzará la nueva colección primera-verano. Habrá muchas modelos en el desfile, por lo que tendrá muchas para escoger y pasarla bien. Grácilmente llega a su mente, el angelical rostro de Inmaculada y se contiene. Ingresa su madre a su habitación, esta vez serena y le pregunta: —¿Hoy es el desfile? —Sí, ¿quieres venir? —No hijo, tengo algunas cosas que hacer, debo de ir al convento, para conversar con la madre superiora. Prontamente haremos unas nuevas entregas, para niños discapacitados. —Sabes que cuentas conmigo mamá, te daré el dinero que precisas. —Dinero sucio, que lavas por tus delitos—se contradice Sofía —No empieces mamá. —Lo siento hijo, pero es inevitable. —No se puede volver el tiempo atrás y tú lo sabes madre—se le acerca y la mira con tristeza. —Veo tus ojos y sé, que no estás conforme Áng
Una vez terminados sus compromisos con Garrett, se internaliza en el mafioso diantre. Está ahora con los chicos que conforman la organización, planeando las nuevas estrategias, para pactar con los turcos. Con ellos se encuentra Maya, quien es crucial para esta operación.—Ya tengo toda esta ruta cubierta, luego que culmine allí la entrega. Zarpamos directamente a Trinidad y Tobago—señala Maya.—Tan inteligente como sensual—le susurra a Maya al oído. De inmediato Mark y Gio, se miran como reprochando el gesto de Ángel.—Esto es serio, luego que estés en Trinidad, ¿hasta dónde llegarás? —asienta Gio, mirando al diantre con aprensión.—Pienso hacer como una especie de crucero, para pasar desapercibida. El objetivo final es Jamaica—señala Maya con mucha seriedad.—Muy bien, haz que te paguen todo en efectivo. Mira que los turcos, son muy tramposos—indica Mark.Ángel velozmente se aleja de ellos y se reúne, con los muchachos que conforman la organización. Les daba algunas nuevas indicacion
El día se vislumbra agradable para Inmaculada, ya se encuentra en la mansión Greco en compañía de Helen, velozmente uno de los empleados llama a Ángel a la empresa Garrett, para avisarle que Inmaculada se halla en la casa:—Buen día señor, la joven está en casa.—¿Inmaculada?—Sí señor, le informo como me lo pidió.—Gracias Ronald, sabré recompensarte muy bien—la mirada de Ángel se ilumina, y sale corriendo a la mansión, al salir le avisa a Ana su secretaria:—Encárgate de todo como siempre, cualquier inconveniente que se te presente, lo resuelves con Gio. Adiós Ana.—Adiós Ángel—va de prisa por su auto, para reencontrarse con Inmaculada.*****Mansión Greco.—Su casa, es bellísima señora Sofía—apunta Helen, observando todo con admiración.—Gracias y eso, que aún no te muestro el jardín.—Que esperamos, vamos a verlo—indica Helen.—Helen desacelerarte—murmura Inmaculada.—Tranquila hija, bajemos para mostrarle—se van juntas hasta el jardín.Al llegar, andaba Gianna, dándole algunas in
Días después…Envuelta en la sensualidad y elegancia que la caracteriza, Maya inicia el plan, ingresa a la comisaría que dirige Alan. Va vestida con mucha discreción y a la vez, lleva consigo ese toque de erotismo y picardía, que la iguala a una fantasía carioca.—Buen día agente, necesito hablar urgentemente con el comisario, ¿está?—¡Wao! —exclama el policía ante los atributos de Maya—claro que sí, me dice su nombre.—Maya Rivadeneira.—¡Viva Brasil! —murmura el policía repentinamente, y Maya lo cuestiona:—¿Perdón?—No nada, venga conmigo—el policía iba embelesado con la exótica belleza de Maya, la conduce hasta la oficina de Alan, sin hacerle ningún tipo de cuestionamiento previo.—¿Esta es su oficina? —señala Maya.—Sí, ya la anuncio señorita.—Tan amable—asienta Maya y bosqueja una atractiva sonrisa.Ingresa el agente a la oficina y le dice a Alan:—Jefe, lo busca una mujer extranjera y muy bella.—¿A mí?—Sí, ¿Qué le digo?—Si está tan bella, no la dejes a la espera. Hazla pasa
Justamente ahora Gio se halla liado, Ibarra el capo más temido de los Estados Unidos, quién es de origen mexicano. Quiere apropiarse de los terrenos, que le corresponde al legado de Ítalo Greco. Con este escenario, se le suma un problema más a la larga lista de Ángel.—¡Maldición!, esto no pinta nada bien. Ahora Ibarra quiere supuestamente conversar con nosotros—asevera Gio inmediatamente.—Si es una trampa Gio, para apartarnos del camino—señala Mark con astucia.—Tenemos que dar la cara, sino sería peor, yo conozco muy bien a estos capos, tampoco iríamos desprotegidos—advierte Gio, se hallaban los tres en el despacho de la mansión Greco.—Pero, según esto quiere ver al diantre—manifiesta Mark, leyendo el comunicado enviado por el supuesto Ibarra.Ingresa Ángel repentinamente, fue por un trago y pregunta:— ¿Quién me quiere ver?—Descuida hijo yo me encargo—indica Gio, sin brindarle mayores detalles.—Hice una pregunta Gio, sabes que no me gusta me sobreprotejas. No soy tu hijo—apunta
Llega Ángel de improvisto a la casa de Inmaculada, está decidido hacer lo que sea, para tenerla a su lado a como dé lugar. Así sea bajo amenazas, se presenta y ella se intimida al abrir, no obstante, su espíritu valeroso queda al descubierto: —Te vas o grito—le advierte Inmaculada en la puerta, Ángel sin importarle su advertencia ingresa a la casa. Inmaculada lo mira con aprensión y le dice nuevamente: —Sino sale por las buenas, grito. Tengo vigilancia afuera. —Hablas del policía, que custodiaba tu puerta, seguramente está de paseo por la ciudad. Le di mucho dinero, para que se diera una vueltecita por ahí—afirma Ángel con mucha serenidad. —Eres un cínico. Estás enfermo—señala Inmaculada. Ángel con la entereza y arrojo que lo caracteriza, la toma con mucha fuerza por los hombros y la sacude diciéndole: —Ya me harté muchachita, que no me bajes de escoria. Yo soy Ángel Greco, el hombre más rico de esta ciudad y el empresario más importante de la historia. Espero que no se te olvide