El día se vislumbra agradable para Inmaculada, ya se encuentra en la mansión Greco en compañía de Helen, velozmente uno de los empleados llama a Ángel a la empresa Garrett, para avisarle que Inmaculada se halla en la casa:—Buen día señor, la joven está en casa.—¿Inmaculada?—Sí señor, le informo como me lo pidió.—Gracias Ronald, sabré recompensarte muy bien—la mirada de Ángel se ilumina, y sale corriendo a la mansión, al salir le avisa a Ana su secretaria:—Encárgate de todo como siempre, cualquier inconveniente que se te presente, lo resuelves con Gio. Adiós Ana.—Adiós Ángel—va de prisa por su auto, para reencontrarse con Inmaculada.*****Mansión Greco.—Su casa, es bellísima señora Sofía—apunta Helen, observando todo con admiración.—Gracias y eso, que aún no te muestro el jardín.—Que esperamos, vamos a verlo—indica Helen.—Helen desacelerarte—murmura Inmaculada.—Tranquila hija, bajemos para mostrarle—se van juntas hasta el jardín.Al llegar, andaba Gianna, dándole algunas in
Días después…Envuelta en la sensualidad y elegancia que la caracteriza, Maya inicia el plan, ingresa a la comisaría que dirige Alan. Va vestida con mucha discreción y a la vez, lleva consigo ese toque de erotismo y picardía, que la iguala a una fantasía carioca.—Buen día agente, necesito hablar urgentemente con el comisario, ¿está?—¡Wao! —exclama el policía ante los atributos de Maya—claro que sí, me dice su nombre.—Maya Rivadeneira.—¡Viva Brasil! —murmura el policía repentinamente, y Maya lo cuestiona:—¿Perdón?—No nada, venga conmigo—el policía iba embelesado con la exótica belleza de Maya, la conduce hasta la oficina de Alan, sin hacerle ningún tipo de cuestionamiento previo.—¿Esta es su oficina? —señala Maya.—Sí, ya la anuncio señorita.—Tan amable—asienta Maya y bosqueja una atractiva sonrisa.Ingresa el agente a la oficina y le dice a Alan:—Jefe, lo busca una mujer extranjera y muy bella.—¿A mí?—Sí, ¿Qué le digo?—Si está tan bella, no la dejes a la espera. Hazla pasa
Justamente ahora Gio se halla liado, Ibarra el capo más temido de los Estados Unidos, quién es de origen mexicano. Quiere apropiarse de los terrenos, que le corresponde al legado de Ítalo Greco. Con este escenario, se le suma un problema más a la larga lista de Ángel.—¡Maldición!, esto no pinta nada bien. Ahora Ibarra quiere supuestamente conversar con nosotros—asevera Gio inmediatamente.—Si es una trampa Gio, para apartarnos del camino—señala Mark con astucia.—Tenemos que dar la cara, sino sería peor, yo conozco muy bien a estos capos, tampoco iríamos desprotegidos—advierte Gio, se hallaban los tres en el despacho de la mansión Greco.—Pero, según esto quiere ver al diantre—manifiesta Mark, leyendo el comunicado enviado por el supuesto Ibarra.Ingresa Ángel repentinamente, fue por un trago y pregunta:— ¿Quién me quiere ver?—Descuida hijo yo me encargo—indica Gio, sin brindarle mayores detalles.—Hice una pregunta Gio, sabes que no me gusta me sobreprotejas. No soy tu hijo—apunta
Llega Ángel de improvisto a la casa de Inmaculada, está decidido hacer lo que sea, para tenerla a su lado a como dé lugar. Así sea bajo amenazas, se presenta y ella se intimida al abrir, no obstante, su espíritu valeroso queda al descubierto: —Te vas o grito—le advierte Inmaculada en la puerta, Ángel sin importarle su advertencia ingresa a la casa. Inmaculada lo mira con aprensión y le dice nuevamente: —Sino sale por las buenas, grito. Tengo vigilancia afuera. —Hablas del policía, que custodiaba tu puerta, seguramente está de paseo por la ciudad. Le di mucho dinero, para que se diera una vueltecita por ahí—afirma Ángel con mucha serenidad. —Eres un cínico. Estás enfermo—señala Inmaculada. Ángel con la entereza y arrojo que lo caracteriza, la toma con mucha fuerza por los hombros y la sacude diciéndole: —Ya me harté muchachita, que no me bajes de escoria. Yo soy Ángel Greco, el hombre más rico de esta ciudad y el empresario más importante de la historia. Espero que no se te olvide
Amanece y la bella Inmaculada, se halla quieta en la ventana mirando la fría mañana neoyorquina. Tiene tantas interrogantes azotado su cabeza y no puede dar respuesta a ninguna. Ahora que le dio su palabra a Ángel y aceptó casarse con él, le aterroriza qué pensarán Sofía y su hermano Alan, a quien le ha insistido tanto con el tema de retornar al convento, que le resulta contradictorio justamente ahora decirle que se casará y con Ángel Greco, el millonario hijo de su amiga Sofía, que realmente es el mafioso apodado, el diantre. Coloca sus manos en su cabeza, con preocupación al no saber cómo actuar. Inesperadamente suena el timbre de la casa y Alan abre la puerta. Es Ángel Greco, que fue hablar personalmente con él para pedir la mano de Inmaculada, por unos segundos ambos se miran con recelo y asombro, Ángel por fin mira de frente a quien funge como su verdugo y Alan sin saber tiene justo donde quería al diantre, sin embargo, todavía sigue desconociendo su identidad. El momento se rev
Al caer la noche, Ángel pone en marcha lo que tenía en mente, toca la puerta de la casa de Inmaculada aprovechando que, su hermano está feliz en los brazos de Maya y la secuestra, la saca de casa en pijama. Forcejea con ella, sin embargo, esta vez para ella le resulta muy difícil zafarse. La ingresa a la camioneta y le dice: —Mañana mismo nos casamos. —Te crees dueño del mundo, por tener mucho dinero, eres un pervertido, ¿qué piensas hacer conmigo? —de inmediato, muchas ideas obscenas se internan en la mente de ella. —¿Por quién me tomas?, no soy un sádico y no te obligaré a nada que tú no quieras. —Tú discurso es muy contradictorio, me sacas en contra de mi voluntad y no me estás obligando a nada. —Serás mi esposa. —Te lo suplico, desiste de todo esto y regrésame a mi casa. Mi hermano está por venir. —Tú hermano está muy entretenido—Inmaculada se confunde y se atemoriza. —¿Qué le hiciste a mi hermano imbécil? —Obedéceme y no te haré nada. —No quiero casarme contigo, no lo en
Mansión Greco.Alan estaba en la mansión, cuando llegó a casa y no vio a Inmaculada, lo primero que hizo fue llamar a la señora Sofía, todos se hallan angustiados ya que ninguno de los dos aparece. Alan le había contado a la mamá de Ángel de las intenciones de su hijo con su hermana, ella me muestra muy afligida y piensa que su hijo le hace mal a esa muchacha, hasta presume que es un capricho de su parte, casualmente Gio también andaba en la mansión, por ratos me muestra desafiante ante la mirada de Alan.Todos están muy contrariados y Alan Irrumpe en medio del silencio:—Creo que hemos esperado lo suficiente señora Sofía, ahora mando a una patrulla, para buscar a mi hermana.—Es mejor, que espere un poco—señala Gio y Alan lo mira con rabia.—No pedí su opinión señor.—Ya por favor, tranquilicémonos. Esperemos un poco más joven, puede que mi hijo esté con Inmaculada.Repentinamente se abre la puerta de la mansión y la mira de todos se posan sobre ellos, entra Inmaculada vestida de bla
Apartamento de Ángel.Llegan a un lujosísimo apartamento, que Ángel había comprando para vivir con su ahora esposa, Gio se encuentra con él, de alguna manera haciendo acto de presencia como su padre. La ansiedad se alojó en el corazón de este extraño mafioso, ahora enamorado de una chica que jamás imaginó, que se enamoraría. Gio le dice:—Tómate unos días, si quieres yo me encargo, de los asuntos de la organización y de Garrett.—Te tomaré la palabra, necesito descansar un poco con mi esposa.—Suena tan extraño que digas; mi esposa. Pensé que nunca te casarías y menos, en estas extrañas condiciones.—¿También me vas a censurar?—Jamás, no lo haría y lo sabes, ¿cómo te fue con tu mamá?—Mamá, se comporta como mi enemiga.—Sofía está muy confundida es todo. Pero, ella te quiere hijo.—Mejor no hablemos de mi madre, que me da jaquecas. Cuéntame de Ibarra, eso también me tiene muy preocupado.—Yo sugiero Ángel que todavía no lo veas, no sé, pero éste tal Ibarra, me da muy mala espina.—¿P