Llega Ángel de improvisto a la casa de Inmaculada, está decidido hacer lo que sea, para tenerla a su lado a como dé lugar. Así sea bajo amenazas, se presenta y ella se intimida al abrir, no obstante, su espíritu valeroso queda al descubierto: —Te vas o grito—le advierte Inmaculada en la puerta, Ángel sin importarle su advertencia ingresa a la casa. Inmaculada lo mira con aprensión y le dice nuevamente: —Sino sale por las buenas, grito. Tengo vigilancia afuera. —Hablas del policía, que custodiaba tu puerta, seguramente está de paseo por la ciudad. Le di mucho dinero, para que se diera una vueltecita por ahí—afirma Ángel con mucha serenidad. —Eres un cínico. Estás enfermo—señala Inmaculada. Ángel con la entereza y arrojo que lo caracteriza, la toma con mucha fuerza por los hombros y la sacude diciéndole: —Ya me harté muchachita, que no me bajes de escoria. Yo soy Ángel Greco, el hombre más rico de esta ciudad y el empresario más importante de la historia. Espero que no se te olvide
Amanece y la bella Inmaculada, se halla quieta en la ventana mirando la fría mañana neoyorquina. Tiene tantas interrogantes azotado su cabeza y no puede dar respuesta a ninguna. Ahora que le dio su palabra a Ángel y aceptó casarse con él, le aterroriza qué pensarán Sofía y su hermano Alan, a quien le ha insistido tanto con el tema de retornar al convento, que le resulta contradictorio justamente ahora decirle que se casará y con Ángel Greco, el millonario hijo de su amiga Sofía, que realmente es el mafioso apodado, el diantre. Coloca sus manos en su cabeza, con preocupación al no saber cómo actuar. Inesperadamente suena el timbre de la casa y Alan abre la puerta. Es Ángel Greco, que fue hablar personalmente con él para pedir la mano de Inmaculada, por unos segundos ambos se miran con recelo y asombro, Ángel por fin mira de frente a quien funge como su verdugo y Alan sin saber tiene justo donde quería al diantre, sin embargo, todavía sigue desconociendo su identidad. El momento se rev
Al caer la noche, Ángel pone en marcha lo que tenía en mente, toca la puerta de la casa de Inmaculada aprovechando que, su hermano está feliz en los brazos de Maya y la secuestra, la saca de casa en pijama. Forcejea con ella, sin embargo, esta vez para ella le resulta muy difícil zafarse. La ingresa a la camioneta y le dice: —Mañana mismo nos casamos. —Te crees dueño del mundo, por tener mucho dinero, eres un pervertido, ¿qué piensas hacer conmigo? —de inmediato, muchas ideas obscenas se internan en la mente de ella. —¿Por quién me tomas?, no soy un sádico y no te obligaré a nada que tú no quieras. —Tú discurso es muy contradictorio, me sacas en contra de mi voluntad y no me estás obligando a nada. —Serás mi esposa. —Te lo suplico, desiste de todo esto y regrésame a mi casa. Mi hermano está por venir. —Tú hermano está muy entretenido—Inmaculada se confunde y se atemoriza. —¿Qué le hiciste a mi hermano imbécil? —Obedéceme y no te haré nada. —No quiero casarme contigo, no lo en
Mansión Greco.Alan estaba en la mansión, cuando llegó a casa y no vio a Inmaculada, lo primero que hizo fue llamar a la señora Sofía, todos se hallan angustiados ya que ninguno de los dos aparece. Alan le había contado a la mamá de Ángel de las intenciones de su hijo con su hermana, ella me muestra muy afligida y piensa que su hijo le hace mal a esa muchacha, hasta presume que es un capricho de su parte, casualmente Gio también andaba en la mansión, por ratos me muestra desafiante ante la mirada de Alan.Todos están muy contrariados y Alan Irrumpe en medio del silencio:—Creo que hemos esperado lo suficiente señora Sofía, ahora mando a una patrulla, para buscar a mi hermana.—Es mejor, que espere un poco—señala Gio y Alan lo mira con rabia.—No pedí su opinión señor.—Ya por favor, tranquilicémonos. Esperemos un poco más joven, puede que mi hijo esté con Inmaculada.Repentinamente se abre la puerta de la mansión y la mira de todos se posan sobre ellos, entra Inmaculada vestida de bla
Apartamento de Ángel.Llegan a un lujosísimo apartamento, que Ángel había comprando para vivir con su ahora esposa, Gio se encuentra con él, de alguna manera haciendo acto de presencia como su padre. La ansiedad se alojó en el corazón de este extraño mafioso, ahora enamorado de una chica que jamás imaginó, que se enamoraría. Gio le dice:—Tómate unos días, si quieres yo me encargo, de los asuntos de la organización y de Garrett.—Te tomaré la palabra, necesito descansar un poco con mi esposa.—Suena tan extraño que digas; mi esposa. Pensé que nunca te casarías y menos, en estas extrañas condiciones.—¿También me vas a censurar?—Jamás, no lo haría y lo sabes, ¿cómo te fue con tu mamá?—Mamá, se comporta como mi enemiga.—Sofía está muy confundida es todo. Pero, ella te quiere hijo.—Mejor no hablemos de mi madre, que me da jaquecas. Cuéntame de Ibarra, eso también me tiene muy preocupado.—Yo sugiero Ángel que todavía no lo veas, no sé, pero éste tal Ibarra, me da muy mala espina.—¿P
Inmaculada jamás pensó que así sería su vida, alejada del convento y de su vocación. En este momento se encuentra con Sofía, la madre de Ángel, quien prácticamente obligó a Gio, para que le diera la dirección de su nueva casa.—Si te sirve de consuelo, aquí está mi hombro y también estoy para ti hija—manifiesta Sofía sintiendo el dolor de la muchacha.—Tú no tienes la culpa de nada, es tu hijo que es un sanguinario.—Dime por favor, ¿cómo dominó tu voluntad?—No quiero hablar de eso Sofía.—Debe haber algo muy delicado, si accediste a casarte con él, así en secreto. Te suplico Inmaculada, que me cuentes la verdad, te juro por Dios, que hago que mi hijo te deje ir ahora mismo.—Mi libertad, sería la condena de mi hermano.—¡¿Hija?! Claro, Ángel te está chantajeando—exclama Sofía con asombro.—Por favor Sofía, te lo suplico. No hagamos de esto algo más grande.—No te preocupes querida, yo te devuelvo tu libertad. Hoy mismo resuelvo eso, Ángel es mi hijo, pero tú eres la niña de mis ojos
—Sal de ahí, te vienes conmigo—advierte Ángel con rabia, sacando a Inmaculada del auto.Sofía como puede, llega al estacionamiento, y le es imposible socorrer a Inmaculada, su hijo se la había llevado a la fuerza en su auto, esta vez conduciendo él.—Ese empeño tuyo, por retenerme a tu lado. Que ni a tu madre obedeces.—Cierra la boca Inmaculada.—Regrésame con Sofía, al menos con ella puedo dormir tranquila—musita Inmaculada con timidez, bajando la guardia. Esta muy conmocionada con el enojo de Ángel, teme que saque a relucir al mafioso. Para Ángel el auto con brusquedad y le dice:—¿Por qué me temes? Tampoco soy un animal, como todos creen.—Al menos demuestra un poco de piedad, déjame en la casa de tu madre. Por favor.—¡Por un demonio! No, Inmaculada. Ya a este punto, siento que no puedo vivir sin ti. Así sea renegando las 24 horas, te quiero conmigo—sus vibrantes y contradictorias palabras, calan en ella de una forma muy extraña, no concibiendo todavía que es lo, que realmente qu
La tranquilidad se apodera, del diminuto cuerpo de la hermosa Inmaculada, ayer había dormido como nunca al lado de Sofía, a quien considera como una segunda madre. Sale de la habitación junto con la serenidad que la acompaña. Se tropieza con Ángel en el pasillo y éste la saluda velozmente:—Buen día, te ves radiante—manifiesta Ángel, ella bosqueja una leve sonrisa y le dice:—¿Vas a la empresa, estás muy bien vestido? —Ángel toma sus palabras como un cumplido y siente, como un leve hormigueo invade todo su interior.—Si quieres, puedes venir conmigo a la empresa—la invita.—No, prefiero quedarme aquí. Cuando regreses tenemos, que conversar muy seriamente—advierte Inmaculada, y Ángel de inmediato frunce el ceño.Improvisadamente, llega Helen de la compañía de Mark, el hijo de Gianna. Ángel al bajar los recibe y le dice:—Bienvenidos.—¿Eres el esposo de Inmaculada? —pregunta Helen sin disimulo.—Si—afirma Ángel.—Eres muy elegante—menciona Helen y Mark la mira con recelo.—Aquí la traj