CAPÍTULO 5: HERRAMIENTA DE DESAHOGOEn la actualidad…Quisiera decir que esto es solo algo inusual debido a que es el aniversario de muerte de la antigua mujer de Maxwell, pero la verdad es que es lo típico. Tres años siendo solo una sombra a sus espaldas, confinada a ser solo su esposa dentro de las paredes de la mansión se ha convertido en algo tan habitual para mí, que ni siquiera me lo he cuestionado. Si de algo me puedo jactar, es que soy una mujer muy paciente. Lo he comprendido en su dolor, sé que perder a alguien tan importante en su vida no es sencillo de afrontar, sin embargo, siento que estoy nadando contra la corriente, que por más que me esfuerzo en hacer que sea feliz, todo lo que hago es inútil.Siempre me han enseñado que debo ser sumisa y servir a mi marido. Esas fueron las palabras que me enseñó mi madre, criada bajo un estricto modelo religioso. Ella siempre fue mi ejemplo a seguir. Julia Rodríguez ha sido una gran madre, y de mi padre también puedo decir que se gu
CAPÍTULO 6: ¿QUÉ SIGNIFICO PARA TI?Tal vez estoy loca, embriagada por sus caricias, la pasión que él me hace sentir es una droga de la que no puedo desprenderme. Maxwell se ha metido entre mis sábanas, y aunque una parte muy profunda dentro de mí me dice que debería echarlo, que no debería permitirle que me trate de esta manera, la verdad es que la diosa lujuriosa que se encuentra en mí tiene el control en este momento.Dejo que me despoje de la ropa, aunque no es que traiga mucha en realidad, mientras que él se queda sin nada en pocos segundos. La perfección de su cuerpo me deja sin habla, esos músculos marcados, esos brazos fuertes con los que me envuelve contra su pecho mientras su lengua se desliza por el borde mi oreja y provoca temblores en mi cuerpo… el poco raciocinio que me queda se apaga por completo. —Maxwell… —jadeo.Enseguida él desliza esa lengua por mi cuello, me toma del cabello apretándolo con una ligera fuerza que me somete. Se sube a horcajadas sobre mi cuerpo,
CAPÍTULO 7: TRES SEMANAS. DOS MESES Las cosas han estado sorpresivamente mejor luego de aquella confrontación que tuve con Maxwell. Han pasado tres semanas y media, o algo así; no llevo la cuenta. No obstante, se ha portado… detallista conmigo. Algo que no hacía desde… pues, nunca.Sin embargo, me ha estado enviando rosas con notas románticas y dulces que me hacen suspirar. Tal vez por fin le he abierto los ojos a lo que tiene. Una esperanza abrumadora se asienta en mi pecho, estoy segura de que las cosas ahora sí van a ser diferentes, y por fin Maxwell y yo podremos vivir como esposos en toda la regla.Esta mañana me levante de mejor humor que nunca. Incluso se me antojó cocinar unas galletas con chispas de chocolate. Los gemelos estuvieron de acuerdo, así que Francis me ayudó a encontrar sus gorros de chef y enseguida nos pusimos manos a la obra.—¡Yo quiero hacer la masa! —exclama Isaac con una cuchara de palo en las manos.—¡No! La voy a hacer yo —le refuta Lucas.—¡Ey! Tranquilo
CAPÍTULO 8: ESTO SE ACABÓ Regresar a esa mansión se siente como un castigo. Como la condena que debo pagar por haber sido tan idi0ta. Eso es lo que soy. Una gran tonta que se dejó embaucar por un imbéc1l que solo ha sabido jugar conmigo.Lloro como una condenada en el auto. Me tomo mi tiempo para dejar fluir las lágrimas, para asentar la rabia dentro de mí. Cualquier rastro de amor que pudiese sentir por él se ha convertido en odio y desprecio.—¿Cómo pudo hacerme esto? ¡¿Por qué?! —grito dentro del carro.Ahí nadie puede oírme ni verme. Sujeto con fuerza el volante, tengo ganas de destruirlo todo, de dejar todo. Mientras desahogo mi dolor solo puedo pensar en lo que haré. Se acabó la Hannah buena y sumisa, se acabó la Hannah que se deja manipular por los deseos de un hombre egoísta y narcisista que solo me utiliza como su juguete sexu4l. ¡Se acabó!Me limpio los ojos y con el maquillaje de repuesto que tengo en el auto acomodo mi rostro para que, ni los gemelos ni Francis se den cu
CAPÍTULO 9: ELLA APARECEMi fuero interno está que arde de la furia y mi corazón late a toda prisa lleno de miedo e incertidumbre. De verdad lo hice. De verdad le he pedido el divorcio a Maxwell.No sé bien ni cómo sentirme. Si yo fuese otra tal vez estuviese emocionada, feliz; pero ese no es mi caso. No puedo estar feliz, de hecho, me estoy muriendo por dentro. El dolor que siento en este momento no se compara con nada que hubiese experimentado antes.Él me engañó, me trató como quiso todo este tiempo y yo lo soporte solamente porque creí que de alguna forma lo superaría. Pensé que llegaría a amarme como la amaba a ella. Pero es evidente que solo fui una ilusa de mis propios sentimientos.Me cegué, me puse una venda en los ojos para no ver la realidad de lo que él estaba haciendo conmigo.De algún modo consigo conducir hasta llegar a la casa. El camino se me hizo borroso en varios momentos debido a las lágrimas que inundaban mis ojos. Me bajo arrastrando los pies, el cielo se ha nub
CAPÍTULO 10: NO ES ELLA, PERO CASILa mujer frente a mí hace caso omiso a mi advertencia. En cambio, me empuja abriéndose paso dentro de la casa.—¡Oiga! No puede estar aquí.Landon se queda boquiabierto al verla, él debió conocer a la antigua mujer de Maxwell, así que no son cosas mías, sí se parece mucho.—Mira niña, si no te avisaron que vendría, no es mi problema. Maxwell me dijo que podía ir poniéndome cómoda, así que, anda, corre. Prepárame una habitación y hazme un té verde caliente.Debo estar alucinando, de otro modo no entiendo qué es lo que está ocurriendo. No sé qué se cree, tal vez Maxwell le dijo que viniese ya que yo le pedí el divorcio. Es tan descarado que ya va a meter a su amante aquí a pesar de que todavía seguimos casados.Regreso hasta donde Landon y empujo los papeles en su dirección.—Creo que esto responde tu pregunta. Ese es el motivo —susurro. —Entiendo —dice con más profesionalismo del que esperaba.—¿Puedes tenerlo listo esta misma tarde? Por favor, lo n
CAPÍTULO 11: EXCUSA BARATAMe encierro en mi habitación y cierro la puerta con seguro para que no pueda entrar. Aunque eso no es ningún impedimento, él tiene las llaves de toda la casa. Me echo sobre la cama y lloro desconsolada. El dolor que siento oprime mi pecho y no me deja respirar. Un cólico insoportable azota mi vientre, este estrés no es bueno para mi embarazo, pero no puedo evitarlo. Rápidamente me tomo una de las pastillas que me mandó el doctor y trato de mantener la calma, pero es difícil. La traición me quema, incluso respirar es una tortura y con mis hormonas alteradas, las emociones se sienten mucho más intensas.Unos momentos después escucho su toque en la puerta.—Hannah, sal por favor, necesitamos hablar.—Vete, yo no tengo nada que hablar contigo —espeto desde la cama. Mi único consuelo es abrazar una enorme almohada, pero todo en este lugar me recuerda a él. Lo mucho que lo amo y lo mucho que me destroza que me haya engañado. —Hannah, no me obligues a entrar po
CAPÍTULO 12: ME VOY PARA SIEMPRELas palabras de Maxwell rondan mi cabeza toda la maldit4 noche. Apenas y puedo conciliar el sueño, pero mi decisión es irreversible. No pienso quedarme ni un minuto más en esta casa.Empiezo a armar mis maletas con la salida del sol. Una a una, guardo las prendas que me pertenecen. Cualquier otra cosa que él me haya regalado o se haya comprado con su dinero, no la quiero. Sé que es mi orgullo hablando por mí, pero me niego a llevarme ni una sola de las cosas que me vinculan a él. No quiero que tenga eso como una excusa para reclamarme algo en el futuro.He llorado tanto que ya me he quedado sin lágrimas, aun así, el dolor en mi pecho no aminora. Cuando he terminado de guardar mis cosas, arrastro la maleta por el suelo con parsimonia. Quiero irme sin que nadie lo note, en especial los gemelos.No obstante, antes de salir al pasillo escucho voces apresuradas.Me detengo en la puerta y pego el oído a la madera. Es Clara y Maxwell.—¿Es que no lo entiendes