Seguir a Melina fue muy difícil. Empezando porque el día que se suponía ella debía de irse no se fue, sino que regresó con su prometido y no me respondió más nada. Pensé que luego se tener relaciones las cosas serían distintas, pero me equivoqué al parecer, ya que no volvió a llamarme ni mandar mensajes, o tan solo contestarme alguno.Así que tuve que elaborar de una vez mi plan, mi padre ya me estaba presionando para obtener resultados, y yo ya no podía seguir jugando. Alexei me había prometido una oportunidad pero al parecer contrato espías, lo cual dificultaba mucho las cosas por el tema de las cosas ilegales que hacíamos.Mi padre se dio cuenta. Él no solía meterse mucho en mis asuntos ni yo en los de él, era una especie de tácito acuerdo. Me puso una mano sobre el hombro, e inclino su frente sobre la mía.«Per la famiglia», y yo había asentido, sabiendo exactamente a lo que se refería. Tenía razón.Así que tuve que acelerar el proceso y hacer lo que mejor podía: raptarla. Y lo me
Besar esos labios carnosos es más embriagador que el mismo vino tinto, por esto es que la bese un par de veces más antes que sus dedos se escurran de mi mano. Esta noche la vería, aunque una sensación extraña tengo en el corazón, como si ella pudiese siquiera desaparecer. ¿Cómo podría? Mentí muy bien como para que se crea que el hijo que crece en ella es mío. Jugué muy bien mi papel, le hice ver mi interés... por eso es que se entregó a mí finalmente. Dios sabe que esa mujer sacó mi lado más pasional, ni siquiera Akela, que me tenía loco conoce está faceta mía. Nadie.—Erick, sigue a Melina, dime cada uno de sus pasos y a donde es que se va.Colgué la llamada, dejando el teléfono a mi costado antes de abrazarme a las sábanas que aún tienen su olor, ese perfume embriagante que anhelo volver a tener cerca mío. ¿Debería decirle a Alexei lo que está ocurriendo? No, mejor que esto pase cuando oficialice mi relación con ella. Con la pesadez que me invade me salí de la cama para poder ir a b
¿Cuántos días más voy a estar en está situación?Estar tanto tiempo a oscuras me pone muy nerviosa porque no sé cuanto tiempo voy a poder aguantar. Apenas puedo ir al baño, me dan de comer y me dan de beber agua, nunca antes había experimentado esto. ¿Por qué ahora? No sé si me quieren matar, o ¿qué?Quiero dormir en mi cama, no en este poste, mis manos necesitan una manicura, mi cuerpo un maldito masaje porque lo único que siento es un dolor insoportable y lo más horrible es que la última vez que pude interactuar con alguien fue justo con una psicóloga. Y esa última discusión con el idiota de Alexei... no, es que yo ya no puedo estar en está situación. No quiero, no puedo y me rehuso completamente a someterme a esta situación en la que me tienen en una situación bastante asfixiante. Sin olvidarme de esas preguntas exhaustivas que no saben más que preguntarme para que vine. ¿Por qué les importa? No entiendo porque me tienen atada aquí, ¿qué hice o que hicieron para qué me tengan así?
Me quitaron la tela que cubría mi rostro, y aunque no podía ver con claridad, intente ver más allá, cosa que no fue nada fácil porque me costó que mis ojos se pudieran acomodar a la luz del día.Quitaron las cuerdas de mi mano y me froto mis muñecas con mucho cuidado que me duelen demasiado, pude ver estas que estaban completamente rojas, hasta parece que están lastimadas porque están tan rojas que parecía que sangre saldría de mi piel.¿Qué está pasando?—¿Por qué me hiciste esto?Ni siquiera podía mover las manos bien, las lágrimas siguieron cayendo despiadadas y el dolor fue aumentando en todo mi ser. No me puedo creer lo que esta sucediendo, estar frente a este hombre. Realmente me había secuestrado?—¿Por qué me hiciste esto? —exijo.Me alcé del asiento, acercándome a él para golpearlo con fuerza con mis puños adoloridos y agitar su chaqueta, sintiendo ese escalofríos recorrer todo mi cuerpo.—¿Por qué me hiciste esto? Se supone que eres el padre de mi hijo, ¿por qué me hiciste e
¿Cuánto tiempo se supone que estaría fuera? Si tan solo le hubiera preguntado, si tan solo pudiera saber en qué lugar está. No tuve necesidad de hablar con Tinna para que pida al hombre que me dio estas fotografías, que también la siga en México. ¿Ya habrá llegado Melina? Esta pregunta no deja de dar vueltas en mi cabeza, ya le dejé una infinidad de mensajes de texto, llamadas, pero ni una sola vez me respondió. ¿Seguirá molesta conmigo y por eso no me escribe? Volví a llamar, pero otra vez me llevó al buzón. ¿De verdad me habrá elegido a mí o es que volvió con Enzo? No entiendo que está sucediendo, y todo esto me está desesperando al punto de enloquecer. ¿Y si mejor voy a México? Dudo que sea una mala idea, además, ¿qué puedo perder? Nada, puede que ahí descubra si de verdad me eligió, o si cambio de opinión.Esto es inquietante. No saber nada, cuando usualmente tengo la seguridad de todo lo que pasa a mi alrededor.Pedí a Tinna que compre un boleto de avión, también pregunte si tie
Estoy cansada, todo el cuerpo me duele y solo tengo ganas de tirarme al sofá, comer un delicioso plato de macarrones de queso, y un vaso de Coca Cola dietética pero no es posible porque este maldito infeliz no me deja salir de aquí. Una parte de mí quiere llorar, pero no es posible, no es el momento para lamentos, tan solo puedo pedir que no me maten, que no terminen con mi vida aquí y ahora. Cuando menos lo imagino escuchó a lo lejos la voz de Alexei, por un momento creí que sería falso pero cada vez la sentía más cercana, más real.¿Qué hace él aquí?¿Cómo me encontró?Tengo tapada la boca, pero no evitó hacer ruido con mi propio cuerpo, sacudiendo mis manos para que me puedan escuchar lo antes posible y parece que lo conseguí porque la voz, cada vez, la escuché más cercana.—Lo prometiste —hice más ruido, golpeando más fuerte el suelo con los tacos de mis sandalias—, Tráemela, Enzo. Si tienes palabra.¡Por favor! No me importa ya como consiguió encontrarme, lo que quiero es que me
Me remuevo en la cama, mirando hacía el techo con cansancio. Todo ha estado cambiando, desde que hace dos semanas Alexei y yo confesamos nuestros sentimientos fue como redescubrirme a mí misma.Se había sentido tan liberador.Tengo que ir al trabajo, revisar los archivos pendientes para dejar de pagarles un sueldo a personas que nos están robando, no más. Esto ya no lo puedo permitir más, así que comienzo a alistarme para llevar a cabo mi itinerario del día.—Me voy a casar con Alexei —murmuro para mí misma con felicidad, aún incrédula de nuestra nueva situación.Me miró en el espejo, antes de terminar de retocarme el maquillaje y me aliso la falda para después de salir de la habitación en el hotel, esto de convivir tanto tiempo en hoteles me había acostumbrado a vivir en uno, muy a pesar que ya debo de ir a visitar a mi madre, a mi sobrino.Mi sobrino es tan pequeñito, necesita a su familia y sé que mi visita se acerca. Quiero saber cómo está la situación con mis padres, qué haremos
Melina Sandoval sabe cómo volverme loco, la sola idea de no poder dormir con ella esta noche me volvía loco, mis ganas de salir de esta comisaría son muchas, pero si no presentó cargos por Enzo, su estadía sería demasiado breve y eso no lo voy a permitir después de lo que hizo, lo quiero ver en esas cuatro malditas paredes sin ser capaz de ver la luz del sol hasta el día en que muera, aunque sé que eso es imposible puesto que seguramente con la influencia de su familia sería una condena reducida.No es que le desee la muerte como tal, simplemente deseo que se haga justicia porque Melina al fin de cuentas está yendo a terapia para sanar lo que vivió esos días encerrada con los matones de Enzo. Jamás le voy a perdonar el daño que le pudo hacer a mi mujer. Mi mujer. Se escucha de hermoso llamarla así. Vamos a llegar al altar, así tenga que mover cielo y tierra, nosotros vamos a estar juntos, sea como sea. Me pone un poco nervioso, pero al recordar las palabras que usó para mí esa mañana