Capítulo setenta y siete: Cachorro y Princesa “Narra Harry Mascherano”Enseguida tengo a mi mujer donde quería… borracha pero entre mis muslos jugando a oler mi pelo. ¿Lo malo? Cree que soy el imbécil que se acaba de ir.—Sus voces son muy similares —declara—. Y me has llamado como él solía hacerlo. Incluso te le pareces. Hueles como él.—¿Ah, sí? —juego su juego—. ¿A quién me parezco?¿Acaso ha salido con ese tipo porque en su retorcida y desequilibrada cabeza le halla alguna similitud? ¡Yo no me parezco a nadie! Mucho menos a ese niño de papi egocéntrico. Todos los americanos son iguales, unos maldit0s, una plaga que debería ser exterminada.—A un hijo de perra idiota —responde como si acabara de alabarme—. Era un cabrón, pero olía rico.—¿Y qué más era? —indago curioso—. No te detengas, por favor. Me gustaría saber más sobre tu amigo.—No era mi amigo —me corrige—. La bestia Mascherano no tiene amigos, solo súbditos y esclavos. Pero conmigo se equivocó —bebe de su cóctel sin perde
Capítulo setenta y ocho: Estoy mejor sin ti“Narra Ariana Fallon”Pestañeo una y otra vez, esperando que en algún momento desaparezca. Sin embargo, él sigue ahí, frente a mí, durmiendo tranquilamente como si estuviera en su casa y… ¡desnudo!Estoy loca. Ahora sí se me ha ido la olla de manera definitiva.¿Qué demonios bebí anoche que me provoca semejante alucinación?—Buenos días. pequeña.¡Oh, Dios mío! Habla. La jodida alucinación habla ¡y sonríe!Estoy mal.—Soy real, pequeña —sigue hablando al mismo tiempo que yo niego con la cabeza de lado a lado, negándome a creerle—. Mírame…—No —niego en seco.—Tócame.—¡No!'No, no, no'.—Que lo niegues no hará que desaparezca.—¡Cállate! —chillo histérica.Yo… anoche me acosté con el doctor Becker. Imaginaba que lo hacía con mi ex marido… (¿o debería llamarlo marido falso?), ¡pero sabía que era Becker! ¿O no? ¿Tan ebria estaba que no lo pude distinguir? Y… ¿cómo caraj0 llegó Harry Mascherano al bar? ¿Planeó todo esto?'Eso puedes apostarlo,
Capítulo setenta y nueve: Hermana desaparecida“Narra Harry Mascherano”¿Por qué demonios todo en mi vida parece ir mezclado a este idiota?¡Joder, que es mi mujer! ¡Mía! No suya. Estoy solucionando una cosa y este tipo viene con más mierdąs a por mí, a por ella. ¿Quién le ha dado derecho a hablarle así, o meterse en su casa como si fuera suya propia? Es un jodido mal karma o algo.A veces creo que voy a acabar matándolo un día. Ni siquiera sé por qué no lo he hecho ya.¡maldit0 americano de pacotilla!—Si quiero matar a alguien, lo hago con mis propias manos, de frente y por la puerta principal —dejo claro sin tapujos—. Estás buscando en la dirección equivocada, Watson. —No lo creo, Mascherano —el muy imbécil se acerca hasta mi posición, pensando que puede amedrentarme con su mirada de hielo como al resto de los peleles que le rodean—. Estás acabado. Las ganas de reír me entran de buenas a primeras, pero no lo hago. Simplemente dejo ver una sonrisa retadora, midiéndolo sin intenci
Capítulo ochenta: No me conoces de verdad“Narra Harry Mascherano”Inhalo la nicotina del cigarrillo sin apartar la vista de la calle, en donde los oficiales cotorrean entre sí algún chisme gracioso. No soporto a los policías, ni siquiera a los que trabajan para mí.—¿Por qué has venido a New Jersey? —pese a que he echado de menos su voz, en estos instantes no me apetece mucho escucharla. Llevo demasiado tiempo compartiendo aire con Nathan Watson y eso me pone de muy mal humor. Sobre todo con su molesta actitud de 'soy el mejor, pese a que mi esposa sigue desaparecida'. Ni la desesperación le quita lo altanero.—Pensé que lo había dejado claro esta mañana.—¿Por qué justo ahora?'Porque tu asquerosa creadora quiere hacerte daño'.—Todo tiene su tiempo, pequeña.Me encojo de hombros como si nada.—El papel de filósofo no te queda.—En cambio a ti el de tocabolas te sienta de maravilla. —¿Sabes dónde está mi hermana?Ni siquiera le respondo. Ambos somos conscientes de que si lo supie
Capítulo ochenta y uno: El verdadero karma“Narra Ariana Fallon”Dejo a mi hermana todavía inconsciente junto a su marido, sin terminar de creer lo que ha sucedido en las últimas cuarenta y ocho horas. Un reencuentro, un secuestro y un rescate por todo lo alto…No puedo procesarlo todo. ¡Me niego! ¿Con qué derecho viene esa Bestia de pacotilla a armar su desmadre cada vez que se le da la gana y volver a marcharse, dándoselas de digno?'No'No le pienso permitir ni una más. Al parecer nuestro partido no termina, sin embargo, ahora seré yo quien se ha apoderado del tablero. Las piezas van a bailar a mi ritmo.—¿Cuándo nos vas a contar ese rollo que te traes con el ex de tu hermana? —mi madre toma la palabra mientras mi padre me observa con severidad.—Cuando esté lista —soy sincera—. ¿Pueden esperar por mí?—Lo intentaremos —responde mi madre mientras papá rezonga indignado—. Solo ten cuidado, ¿de acuerdo?—Son los mejores del mundo —me abrazo a ellos—. Confíen en mí.Hace tres noches h
Capítulo ochenta y dos: Acto y consecuencia “Narra Harry Mascherano”La mato. La mato, la mato, la mato. ¡Malditą sea! La entrepierna me duele como un demonio. Y tengo tantas ganas de matarla con mis propias manos como de colocarla en un pedestal y besarle hasta el último espacio de piel en su cuerpo.A las malas, siempre a las malas.Me meto bajo la ducha helada, pero no se me baja la malditą erección.'¡La hija de puta de su madre que la creó!'Termino haciendo exactamente lo que la malditą demonia quería: resolviendo el problema con mis manos y sus jodidas bragas.La voy a matar, pero de gusto a la condenada.No dejo de maldecir mientras dicto órdenes a diestra y siniestra. Recibo la carpeta con la información que había pedido, lo cual me pone de peor humor. Por ello, cuando me reúno con mi primo, Fabiola y la loca en la pista aérea privada, no hablo con ninguno. Ni siquiera los miro.Subo al avión de primero y me siento en el sillón más apartado. Ninguno trata de entablar conve
Capítulo ochenta y tres: Me gusta como es “Narra Ariana Fallon”¿Estoy lista?No contesto. Yo nací lista para él y desde que me curé del espanto, también lo estoy para la recholata de atrocidades que comete día a día. Sin embargo, no puedo decírselo…Le deseo desde un submundo muy tenebroso, incluso por encima de mis propios instintos. Esos que me gritan que me aleje, que salga pitando de su lado y no obstante, hago de oídos sordos. Camina por mi lado, haciéndome sentir su presa… cuando en el fondo ambos sabemos que en este juego ambos somos depredadores persiguiéndonos, luchando por ser el primero en cazar al otro.Me pasa las manos por la piel desnuda llegando a la entrepierna y jadeo apretando los ojos, tirando de mis amarres, pero me muerdo la boca para no gritar de placer e implorar que me tome.—Eso, pequeña… siénteme —separa mis pliegues húmedos con sus dedos castigadores —, deséame, llora por mí.Aprieta mi nudo de sensaciones y se que no es con sus dedos… Algún aparato me h
Capítulo ochenta y cuatro: No has venido por mí “Narra Ariana Fallon”Voy controlando los signos vitales mientras uno de mis colegas empuja la camilla hacia la sala de Urgencias. Kate grita como loca, aterrada por su bebé e intuyo que algo más. Está mal herida con lo que parecen golpes y cortadas por igual y presenta signos de violencia, Asisto a los especialistas y en mi interior rezo para que no haya sucedido lo que estoy pensando.¿Qué hace Kate aquí, en New Jersey?¿Significa eso que Lion también ha venido?'No se atrevería'.Le pedí a ese hombre que se mantuviera alejado después de descubrir que era mi padre biológico… No, no puede estar aquí. ¡Joder, que mi vida es un problema tras otro!Y encima, a este paso me voy a quedar sin empleo. Apenas consigo concentrarme con el revoltijo de pensamientos que me atormentan. Sin embargo, cuando unos latidos de bebé resuenan en la habitación, me congelo y me quedo contemplando la pantalla hipnotizada.Ese bebé… es mi hermano. Compartimos