Hola niñas... Me encuentro un poco ocupada y por eso he bajado las actualizaciones a una por día, pero... Estoy planeando un maratón que consiste en subir por una tarde todos los capítulos que pueda escribir desde la mañana (pienso hacerlo la semana entrante). Solo les pido colaboración con los comentarios en el perfil del libro y listo. Solo tengo 15 comentarios y siento que la historia no está siendo muy apoyada. ¿Me ayudan?
Isla y Marcos esperaron pacientemente que los policías llegaran con Logan. El lugar era terrorífico como para estar ahí con los niños, pero debían esperar. —¿No ha pasado demasiado tiempo? —Isla empezó a preocuparse. —Ellos salieron mucho antes que nosotros, ya deberían estar aquí. —Marcos estuvo de acuerdo con ella, ¿Por qué no había llegado su jefe? —Isla, es mejor que te vayas con los niños a casa. —Le tendió la llave, toda la situación le da mala espina. —Vayan directo a la mansión de mi jefe, por ningún motivo vayas con Elkin. —Isla tomó las llaves, ya que Marcos la obligó.—¿Qué tal si él va y estoy sola con mis niños? —Le aterraba la idea, se comportó de manera altanera con Elkin y él odia eso.—Hay un equipo de seguridad esperándote ahí. —Isla miró a sus niños jugar y asintió. Ya no quería exponerlos, Logan tenía razón cuando dijo que no pensó en sus hijos. Ella siguió esa relación por sentirse culpable y agradecida, pero no pensó en lo que sus niños vivían. —De acuerdo, lo
—Mami. —Noah se acercó a su madre. —¿Te pasa algo? —Se interesó al verla tan pensativa. —No has reprendido a los chicos por ser tan escandalosos. —Isla miró a sus hijos jugar con los dinosaurios y río.—No pasa nada, cielo. —Soltó el aire por la boca. —Es solo que me siento culpable. —Los ojos se le cristalizaron. —¿He sido una mala madre? —Noah abrió sus ojitos de par en par.—Eres la mejor mami del mundo. —Noah tomó asiento para acomodarse. A pesar de su corta edad, es la mejor amiga de su mami. —Ya te lo dijimos, te perdonamos por habernos ocultado a papá.—Mi niña. —Isla abrazó a su hija y le besó la cabeza. —No sé qué hubiera hecho yo sin ti. —Miró el desastre que son sus hijos y suspiró. —Eres mi angelito.—Sí, porque esos dos son unos demonios como papá. —Isla río a batiente abierta, su hija era demasiado ocurrente. —¿Por qué no vas a jugar con ellos? Yo terminaré de preparar la comida. —Le guiñó para relajarla, sabía que su hija no quería dejarla sola. —Está bien. —Saltando
—No habrá resistencia. —Norman miró a su jefe. —Pero tienen ventaja aun así.—Mis hijos y mi esposa. —Logan lo tenía claro. —Yo iré personalmente. —Todos lo miraron como si estuviera loco.—Tiene todo el apoyo que necesita. —Marcos se metió. —Solo debe dejar que el equipo actúe.—No voy a tardar, Los tiene ahí y no nos dará tiempo a nada —Entregó el arma. —Yo me voy a encargar de esto, ustedes hagan un plan y estén atentos por si deben intervenir. —Miró a Norman y Marcos. —Mi familia es la prioridad, si deben dejarme atrás para salvarlos a ellos, háganlo. —Sin esperar respuesta, ya que esa era una orden y deben cumplirla, se marchó.—Viene para acá. —Elkin fue notificado por uno de sus hombres.—No estoy ciego, lo veo. —Estaba tenso, ¿Por qué se arriesgaría a subir al jet solo? ¿Acaso ya tenían un plan? ¿Sabía él que saldría del país? ¿Cómo lo supo? Las preguntas no dejaban de cruzar su mente. —Quiero que me cuiden las espaldas. —Miró a sus dos hombres, no llevó a más porque creyó qu
Logan logró llegar justo a tiempo para desviar el disparo. Isla se quedó petrificada, pues la bala rozó su oreja y la siente caliente.—Vete. —Ordenó Logan batallando con Elkin. —¡Ve con los niños y mis hombres! ¡Sal de aquí! —Isla miró por un segundo el forcejeo y como si un interruptor se encendiera en ella, se puso en pie, tomó la mano de Sofi, quien no hacía más que llorar y corrió en dirección a los hombres de Logan.Los hombres de Elkin habían muerto, pero lograron avisar y pedir refuerzos. Las cosas estaban bastante intensas y debían marcharse de inmediato.—Señor, debemos salir, vienen más. —Norman intentó llegar a él.—Están aquí. —Gritó Marcos antes de que Norman pudiera ponerle las manos encima a Elkin. —Saca a mi familia de aquí. —Logan logró darle un puñetazo a Elkin después de echar el arma lejos. —¡Sacalos de aquí y protégelos!—Es hora de irnos. —Norman ordenó a sus hombres. —Nos van a rodear y antes de que pase debemos sacarlos de aquí. —Tiró de Marcos. —Llévalos a u
Marcos miró la tristeza profunda en su amiga y se sintió terriblemente mal. Recordó cuando la conoció, ella lleva incluso una pena más grande que aquella vez. Isla había pasado por tanto que ni siquiera puede imaginarse que tan dañada está. Respirando profundamente decidió tener esa conversación que se había negado antes. —Perdóname. —Isla lo miró con ojos llenos de lágrimas. —Lamento haber actuado mal, yo te puse en manos de Elkin y no debí hacerlo. —Se sentó a su lado y miró al piso. —No cuando mi jefe estaba dispuesto a recuperarte y cambiar las cosas. —Tú solo me ayudaste, Marcos, no sabías como serían las cosas. —Marcos asintió, pero aun así se siente culpable.—Lo conozco bastante bien, Isla, yo debí darle la oportunidad de que sufriera, pero contigo cerca de él y no enviarte lejos para que su sufrimiento fuera más. —La miró a los ojos. —Yo nunca te abandoné, sé que lo sabes. Elkin me envió un mensaje y creí que eras tú quien ya no querías nada que ver conmigo. —Apretó los pu
Isla se llevó las manos a la boca para ahogar el grito, pero fue inevitable. Ella soltó el llanto al ver a Logan abrir los ojos y hablarle a sus hijos. —¡Papá! —Usher trepó a la cama con ayuda de sus hermanos y los otros dos con ayuda de Marcos.—¿No ibas a casa por qué estabas dormido? —Quiso saber Noah.—Nos preocupamos por ti, no te veíamos desde hace días. —Mateo lo abrazó, pero el gruñido de Logan lo sobresaltó. —Lo siento papi, no sabía que te dolía. —Logan sonrió.—Tranquilo, cariño, estoy bien. —Susurró sin perder la sonrisa. Al pasear la mirada por el lugar logró ver la incredulidad en Marcos, eso lo divirtió un poco. Son pocas las veces que lo puede ver así. —¡Demonio! —Isla corrió a él en cuanto sus ojos se encontraron. —Pensé que te perdía para siempre. —Ella lloró como una niña. —Lo siento, lamento todo lo que pasó, yo lo siento mucho. —Empezó a besarle todo el rostro.—No tienes de que preocuparte, fui yo quien ocasionó todo en primer lugar. —Isla lo miró a los ojos.
—Gracias por acompañarme. —Logan sostuvo la mano de su esposa. —Si no fuera por ti, yo no habría superado esto. —¿Qué dices? —La miró con una sonrisa. —Eres la mujer más fuerte y valiente que conozco. —Besó sus labios. —Solo tú tienes el crédito de todo, mis hijos y yo solo te echamos porras. —Isla carcajeó. Ya había pasado cinco meses desde que volvieron al Reino Unido. Ella encontró a una psicóloga que de verdad la ayuda y ha estado superando todo lo que pasó. No sabía que tan rota estaba, lo que Elkin y Estrella hicieron con ella fue algo cruel. El daño psicológico que tenía era extremo, pero el amor de su esposo e hijos la han ayudado a superar, perdonar y soltar. —Buenos días. —La psicóloga la recibió como siempre, con una enorme sonrisa en los labios. —¿Cómo te encuentras hoy, Isla? —Feliz. —Fue sincera. —Finalmente, puedo saber lo que es una felicidad genuina, además… —Le mostró el dedo anular de la mano izquierda. —¡Mi esposo me ha pedido matrimonio nuevamente y nos
Isla y Logan cruzaron miradas, esos dos están que echan chispas. —No te preocupes, Marcos. —Logan intervino al verlo rojo de la rabia. —Tengo los documentos aquí. —Bien. —Dando media vuelta se marchó sin decir palabra. —¡Adiós! —Faitth río. —Qué temperamento el de ese hombrecito. —Suspiró, ciertamente eso le gustó, no sabe por qué, pero lo hizo. —Ustedes dos pueden ponerse al corriente… —¿Cómo se supone que me voy a poner al corriente cuando apenas me voy enterando de que debo hacerme cargo de una empresa? —Isla lo miró con reproche. —Esposa mía. —Se acercó a ella. —Sabes bien como llevar una empresa, por eso tu abuelo te dejó su cadena hotelera. —¿Qué? —Isla lo miró extrañada. —No me dejó más que la mansión y un poco de dinero. —Te mintieron. —Isla supo que no podía hablar al respecto en ese momento. —Bien, entonces Faitth, ¿Quieres venir a almorzar? —La pelirroja agrandó la sonrisa. —¡Por supuesto que sí! —Logan le entregó las carpetas y tras besarle los la