Capítulo 7 Estrella
Elena, conteniendo sus emociones fluctuantes, se acercó con paso firme y escuchó que el encargado explicaba en voz baja:

—Señorita, Marcio llegó puntual, ya está maquillado... Su parte ya se ha filmado. Esperamos media hora, pero, como usted aún no había llegado, él se fue. Dijo que cuando usted llegara, filmará primero su parte personal, y luego volverá para la parte de colaboración. ¿Qué piensa al respecto? ¿Deberíamos comenzar con el maquillaje?

Sin embargo, Camila parecía no haber escuchado nada y continuaba buscando defectos.

—¿Qué es esto? Parece excremento, da muchísimo asco. ¿Cómo se supone que vamos a comer esto? Es tan repugnante que dan ganas de vomitar. ¿Para qué maquillarse? No se puede filmar con esto.

Después de sus fuertes críticas, pateó uno de los nuevos productos a un lado, con completo disgusto.

Elena había estado en la compañía durante una semana, y también conocía los productos. Aunque tenían un estilo ligeramente lindo, no eran tan malos como para ser despreciados de esa forma. Aquel nuevo producto estaba destinado a chicas jóvenes.

Camila era una mujer que siempre encontraba defectos, cada una de sus palabras estaban cargadas de críticas. A pesar de que el fotógrafo, el maquillador y los asistentes la servían personalmente, ella aún no estaba satisfecha.

—Nuestra empresa está esperando este anuncio —murmuró el encargado del proyecto, sin saber qué hacer—. Por favor, coopere con nuestro personal y filme pronto este anuncio, ¿de acuerdo?

Camila se volvió fríamente.

—¿Saben cuán famosa soy ahora? Quieren que filme un anuncio, pero realmente no están preparados para ello. ¿Así que ahora salen con todo esto? ¿Acaso no quieren filmar?

—Señorita, no fue mi intención —se disculpó el encargado—. Solo piense en ello, ha pasado toda la mañana y aún no hemos filmado sus tomas. Hacemos todo lo posible para que el trabajo salga como corresponde. ¿Podría ayudarnos y cooperar para filmar este anuncio, por favor?

Mientras Elena se acercaba, escuchó que un miembro del personal se quejaba en voz alta:

—Es solo es una celebridad que se hizo famosa mediante relaciones poco éticas. Es difícil de manejar. Aunque acordamos el tiempo, siempre llega tarde, y ahora, además, se pone en quisquillosa para filmar un anuncio. Si no fuera porque se involucró con Silvio, no sería tan famosa.

Escuchar el chisme sobre Camila y Silvio directamente hizo que Elena se sintiera sumamente incómoda.

—¿El anuncio que están filmando hoy es otro regalo de Silvio después de esa noche apasionada? —preguntó Elena, con sospecha.

Sin obstrucciones de personal o equipo de filmación, Elena pudo ver mejor la apariencia de Camila. Lucía igual de hermosa y arrogante que siempre.

Elena pensó que después de los últimos días, podría olvidar aquellos recuerdos tan desagradables. Sin embargo, en su mente, la escena asquerosa de esa noche volvió de repente.

—Señorita, este es nuestro nuevo producto —continuó el encargado, intentando persuadirla—. Si no le gusta, puede sostenerlo y filmar por usted misma. ¿Qué le parece esta opción?

Camila miró de manera desdeñosa, levantó la mano y derribó el nuevo producto que se encontraba en las manos del encargado.

—Es tan feo —refunfuñó con frialdad—. ¿No pueden elegir un envase más elegante? Arruina mi gusto personal. ¡No lo filmaré!

Cuando Camila estaba a punto de irse, el encargado intentó nuevamente detenerla, tomándola del brazo.

«Plaf». Camila abofeteó al encargado con fuerza.

—¿Quién te dio el valor de tocarme? ¡A ver quién se atreve a detenerme!

El fuerte golpe de Camila asustó al encargado y a los miembros del personal que se encontraban allí.

Sin embargo, Elena no se dejó intimidar.

Dio un paso adelante y se acercó con una sonrisa burlona.

—¡Pero qué valiente eres, golpeando a personas indefensas!

Cuando Camila escuchó que alguien se animaba a contradecirla, se volvió con total sorpresa.

—¿Tú...?
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