Silvio la miró sin moverse.

Ella vaciló por un breve momento y agarró su manga. —Tenemos que hablar de algo, regresemos.

Él bajó la mirada furiosa hacia ella, su delgado cuerpo temblaba un poco en el viento, ya sea por frío o por miedo.

Sus manos se apretaron inconscientemente mientras avanzaban directo hacia la villa.

Cuando vio a los dos entrar, Carmen en un principio quería saludar, pero al ver sus fuertes expresiones, Carmen rápidamente se metió en la cocina.

—¿Quién es ese hombre? — preguntó con frialdad Silvio mientras la miraba. Parecía que había algo de amortiguación, su estado de ánimo se calmó un poco, pero su rostro seguía siendo muy sombrío.

—Era... de Estrella... — Elena estaba a punto de decir su identidad, pero luego se preocupó. Con el temperamento tan fuerte de Silvio, ¿le buscaría problemas a Carlos? Además, viendo la situación anterior, parece que Silvio no lo conocía.

—¿No te despidió Andrea ya? — Al escuchar esto, Elena se sintió un poco avergonzada. ¿Era necesario