MELODYLas palabras de Roman retumban en mi cabeza, él ha aceptado esto, ha querido que esto fuera la única opción para salvar a nuestro hijo, aunque para ser honesta, no hay nada más que podamos hacer como sus padres. Ahora me encuentro en medio de la capilla dentro de un área adecuado en el hospital, no he sido muy católica estos años, y, sin embargo, observo las imágenes a las que tanto reza la gente, orando por un milagro. —La última vez que estuve en un sitio como estos, fue en nuestra boda. La voz ronca de Roman hace que la piel se me erice, él toma asiento a mi lado, el olor a su loción masculina llena toda la estancia, cada espacio y me remuevo inquieta sobre mi asiento. —Hablé con Emilia. —Si no es un tema relacionado con nuestro hijo, no me interesa —volteo para mirarlo—. Tus problemas con mi hermanastra, son entre ustedes, no me metas en ello, Roman. —Me mintió —repite pese a lo que le acabo de decir. —¿Qué vamos a hacer con nuestro hijo? —No hay más opción, tenemos
NARRADOR OMNISCIENTELos ojos de Roman estaban perfectamente clavados en Melody, quien hablaba con su pequeño hijo Brandon, lo cierto es que comenzaba a creer eso de que la sangre llamaba, ya que por sorprendente que pareciera, su pequeño nunca había sido muy social, y ahora, con ella, notaba un cambio, porque él le hablaba con demasiada soltura. El brillo que hallaba en sus ojos, le hizo recordar que de ese mismo modo ella solía hablarle a él, pero siempre estuvo demasiado ocupado como para darse cuenta del daño que le estaba haciendo a su mujer, y quien sigue siendo su esposa. El eco de la risa de ambos fue como un golpe directo al pecho y quiso decirle que estaba dispuesto a recuperar lo que sea que hayan tenido en el pasado, era un camino arduo y ella no le dejaría las cosas fáciles, de eso estaba seguro, sin embargo, no se iba a detener. Con pasos pasmosos, decidió acercarse hasta ella, Melody, al notar su presencia se puso rígida. —¡Papi! —exclamó el pequeño Brandon—. Esta s
MELODYEsto roza más de la locura, no obstante, estoy más que dispuesta a hacer todo lo que sea necesario con tal de salvarle la vida a mi hijo, así que ahora me encuentro dentro del auto de Roman, quien conduce a la casa que una vez consideré mía, Bailey no ha dejado de mandarme mensajes de texto preguntando si estoy bien, le respondo rápido y apago mi celular. El doctor dijo que entre más rápido comenzáramos con esto, más rápido quedaría embarazada y podría salvarle la vida a Brandon, cuando estaciona el auto, mi mirada se clava en la construcción que años atrás admiré, porque fue hecha por alguien con el talento de Roman. —¿Te encuentras bien? Su voz ronca me saca de mi ensimismamiento, volteo a verlo, me remuevo inquieta porque me pierdo en la intensidad que destella de sus ojos al mirarme. —Sí, solo… Hagamos esto, entre más rápido terminemos, será mejor. Me quito el cinturón de seguridad y bajo, siento que el aire se me atasca en la garganta, doy un paso como impulso para se
ROMANHace dos semanas que he estado follando a Melody, y aunque debo decir que cada vez me resulta un deleite, me molesta que siempre que termina, se vaya como si nada, recibe todo y luego actúa como si nada sucediera, como si lo que acabara de pasar no fuese más que una simple ilusión. Pronto sabremos si ha quedado embarazada, y la imagen de ella con un vientre hinchado, cargando a mi hijo, hace que la polla se me endurezca. Dos semanas ha sido el tiempo justo en el que también he rogado porque se quede a mi lado, porque viva en mi casa con Brandon, quien ha hecho lazos tan cercanos con ella, que incluso ya casi no pregunta por Emilia, quisiera decir que mi hijo la extraña, pero no es así, de cualquier modo, ella casi nunca pasaba tiempo con él, y eran pocas las veces en las que se demoraba tanto en verlo, que tenía siempre que mentir sobre un viaje para tranquilizar el cuestionamiento constante de mi hijo. También estoy enterado de que le ha costado encontrar trabajo, ya que no p
MELODYLa vida me ha dado un giro inesperado, siento que con cada paso que doy, mi mundo se desmorona, hace una semana que mi tío Hiero, me convenció de aceptar el trabajo en la constructora de Roman, al final, y viendo que todas mis opciones me encerraban en un callejón sin salida, terminé aceptando, no solo eso, al verme sin el dinero y pese a que le pedí apoyo, no tuve más opción que aceptar incluso vivir en la casa que hace un par de años, consideraba mi hogar. No solo porque podré intentar de nuevo embarazarme, sino, porque de ese modo podría estar cerca de Brandon, quien al parecer se ha acostumbrado a mi presencia, tanto como yo a la de él. Roman me ha estado acompañando desde entonces, a todas las revisiones para saber que todo va bien, pero sigo sin estar embarazada, al menos eso es lo que me dijeron hace dos semanas. Cierro la llave del agua y envuelvo mi cuerpo en una toalla, al salir, me encuentro con él, quitándose la camisa del trabajo, junto con la corbata, recuerdo q
MELODYHa pasado tanto tiempo desde que no recibo una buena noticia, mucho menos que me sienta verdaderamente feliz, en estos momentos solo quiero llorar, pero retengo las lágrimas, no quiero que Roman me vea en ese estado, de soslayo me doy cuenta de que él se queda atónito cuando el doctor dice que he quedado embarazada. —La recomendaré con una de las mejores doctoras para que lleve su embarazo, no tiene nada de que preocuparse, según sus análisis de sangre, todo está bien con usted, es perfectamente sana —me informa el doctor. Cuando salimos luego de que nos diera un par de recomendaciones más, el peso de sus palabras suele ser aplastante, recuerdo que cuando le dije a Roman que estaba embarazada de Brandon, no le agradó mucho la idea, de hecho, él no estuvo nunca presente en todo mi embarazo, jamás preguntaba nada, mucho menos me acompañaba a las visitas, por lo que me parece algo normal callarme todo. Es como su muy en el fondo esperara que esta vez hiciera lo mismo, después d
MELODYRespiro profundo mientras dejo que el agua caliente relaje mis músculos, pensando en estos dos últimos meses, aunque Brandon ha estado estable, la amenaza de muerte sigue latente a nuestro alrededor, el miedo constante de despertar un día y no volver a verlo, hace que la sangre me hierva y que la impotencia de no poder salvar a mi hijo, de manera inmediata, me consuma, adentrándome a un bucle interminable en donde su muerte es el final. Han pasado dos meses desde que me enteré de que estaba embarazada de nuevo, Roman será el padre una vez más de mis hijos, no dudo que ha hecho un esfuerzo por estar presente, ha estado actuando demasiado raro, me es complicado pensar que se trata del mismo hombre que me trató como basura hace un tiempo. Es atento, está al pendiente de cada una de las citas que tenemos con el ginecólogo se ha mantenido al tanto de mi alimentación, el doctor dice que mi embarazo va por buen camino, aun con todo eso, él sigue pendiente de mí como si yo le importa
ROMANSalir con Natalia no fue buena idea, pero ella dijo que tenía un plan para contraatacar al este nuevo depredador financiero, falta poco más de una hora para la reunión que solicitó, y solo busco excusas para escapar de esta cita laboral. Cuando regreso a la mesa, ella permanece sentada con una sonrisa que va de oreja a oreja, ella es una rubia hermosa, de ojos color miel y piel tersa. —Tardaste —dice en un tono que suena al final como un ronroneo. Ella es mi nueva secretaria. —Lo siento. —No te preocupes —desliza mi móvil por encima de la mesa—. Dejaste esto aquí. —Gracias. Observo la pantalla, no hay ninguna leyenda de alguna llamada perdida o un mensaje de Melody, odio su actitud fría y distante, eso es un hecho, cada que intento hacer las cosas bien, sale con una nueva barrera entre los dos. —Como te iba diciendo, si en la junta de socios obtienes el apoyo aunque sea del treinta por ciento, tendremos éxito, solo es cuestión de conocer los movimientos financieros de est