—Sorpresa.—dijo, presentándose ante él, recorrió la distancia que los separaba y fue a tomar la bienvenida en los labios de Mark. Iniciando con un primer beso como ya una mujer soltera.—Ya estoy aquí.—-dijo, colgada a sus hombros, sonriendo al verlo luego de la última despedida.—Mary.—Mark no sonreía, no mostraba esos hoyuelos que se marcaban en su cara con su espléndida sonrisa.—¡Sí que te he sorprendido!—dijo nerviosa, él no parecía haber recibido aquello como una sorpresa agradable. La luz de la noche la dejaba ver las facciones de Mark y lo asombrado que lo dejaba aquel encuentro.Mary Jane Taylor estaba allí.En su casa.—Sí, me he sorprendido. Hablamos antes, ¿por qué no me dijiste nada? No tenía idea de que venías, Mary.¿Le decía sin más que estaba saliendo con alguien más o…?Tampoco podía abordarla nada más llegar y decirle que tenía a otra persona en su vida.—Entonces no sería una sorpresa, ¿no lo crees? Quería ver en tus ojos la emoción de verme.—Ya…—¿Entramos? Estoy
Tomó un vuelo de regreso a Turquía sin pensárselo dos veces.No avisó a Jeremy de que ya estaba allí, porque necesitaba estar sola y de todos modos esos eran los días en que a él le tocaba estar con su hijo.Pero llegó el domingo y ambos tenían que estar con Andy.A primera hora de la mañana recibió una llamada de su exesposo.—Buenos días, ¿te he despertado?—No. Estoy despierta, buenos días.—¿Estás en casa? ¿Ya regresaste? Lo pregunto para saber si te vas a apuntar a nuestro domingo. Por eso te llamo tan temprano, haremos algo hoy. ¿Te unes?—Estoy en casa, y sí, tenía pensado unírmeles y de paso ya me traigo a Andy a casa. ¿Cómo han estado? ¿Qué tal estos días?—Bien, han estado bien estos días. ¿Cómo te fue a ti? Ya estás de regreso.—su tono bajó un poco al pensar que Mary Jane había ido a ver a Mark.—¿Todo está bien?—Sí, todo está bien. Me fue fantástico.—Recordó la expresión de Mark al ver la desastrosa sorpresa que en la mente de Mary Jane sería fantástica, verlo todo emocion
Cuando salió del juzgado sacó su teléfono de su bolsillo para desactivarle el modo silencioso, momento en que entró una llamada de su cuñada Loren. Eran muy cercanos, se llevaban muy bien.—¿Vienes este fin de semana? Es el cumpleaños de tu hermano y aún no veo que te apuntes.—era casi un reproche porque Mark todavía no confirmaba su asistencia.—No me digas que tienes mucho trabajo porque fácilmente puedes cederlo a otros y ¡es el sábado! Ese día no trabajas, Mark. Te quedas sin excusa.—No he puesto ninguna excusa, Loren. Pero ya hablé con él, no podré asistir. Se lo dije hace un par de días.—No se lo había dicho a Loren porque esperaría a última hora, sabía lo insistente que ella era y no quería dejarse convencer porque tenía otra actividad entre sus planes, solo que aún no se decidía, porque su cabeza estaba hecha un lió, al igual que su vida, entre Mariana que quería dar un paso más en su relación y Mary Jane, que ya se encontraba divorciada y muy enojada con él, hasta el punto de
—¿Qué es lo que quieres saber?—Solo quiero saber qué haces en la empresa. ¿De qué trabajas? Es la primera vez que veo que trabajes, mamá.—Estás un poco equivocado.—dijo a su hijo, iban de la mano hacia el colegio.—Ser ama de casa también es un trabajo y si lo ves de ese modo, llevo trabajando un par de años.—Lo siento. No lo sabía. ¿Podré ir a tu trabajo alguna vez?—No trabajo los fines de semana y los demás días tú tienes clase. Pero es la empresa de tu padre, cualquier otro día que quieras ir a conocerla solo debes decírselo, seguro que te lleva.—Mamá…tengo una pregunta más. Sé muy bien lo que es un divorcio, soy capaz de entenderlo. Me gusta que ambos estén bien y no es muy incómodo tener dos casa, pero sé que algunos papás de mis amigos que se han divorciado es porque peleaban mucho y ya no se soportaban, eso dicen sus hijos, incluso muchos se alegran cuando sus padres se divorcian. Pero hay una cosa que yo no entiendo. ¿Por qué ustedes dos se divorciaron? Nunca los vi pelear
Cuando llegó al coche ya tenía tres llamadas perdidas de Loren, estaba un poco insistente. Le llamó de inmediato, dejando el manos libres del coche.—No quiero pensar que pasa algo y que por esa razón me estás llamando tanto. Loren, ¿todo está bien?—Si, todo va bien. Solo insistencia mía porque creí que rechazabas mis llamadas a propósito. Ya nos conocemos.Mary Jane sonrió con algo de vergüenza. Ciertamente en muchas ocasiones le había rechazado miles de llamadas a Loren, pero ahora no era el caso.—Lo siento. No te estaba ignorando. Solo llegaba al coche para llamarte. ¿Cómo estás?—Muy liada, pero feliz. Mi trocito de cielo cumple años este fin de semana y…—¿y qué? ¿Qué tenía Mary que ver con eso? Loren pensaba la manera de invitarla y que ella aceptara, no solo una invitación simple, porque entonces ella la rechazaría sin más, sabiendo que el hermano de Mark cumplía años era fácil deducir que él estaría también allí y Mary no querría verlo. ¿Para qué ir si él también estaría? Lor
Loco.Sí.Se sentía un poco loco.Loren le dijo que Mary Jane lo llamaría aquella misma noche, pero Mark no dejaba de mirar el teléfono, sin que ella se dignara en llamarlo.Al final se fue a la cama luego de llamar a Loren y pedirle que le repitiera lo que dijo Mary Jane exactamente.Probablemente no lo fuera a llamar.Quizás solo lo dijo para salir del paso con Loren.Le angustiaba la manera tan radical en la que Mary lo estaba ignorando.A la mañana siguiente. —Buenos días, Alice.—¡Hey, Mark! ¿Cómo estás?—Yo estoy muy bien. ¿Cómo va tu embarazo? ¿Ya sabes si es niña o niño?—Sí, hace una semana ya decidimos saber el sexo del bebé. Estamos esperando una niña.—¡Wow! Muchas felicidades a los dos. Ya tendrán la pareja.—Sí, nos hemos llenado de una enorme alegría. Y Robert está como loco. Ya tiene toda una habitación preparada y unas cuantas cosas más, se ha vuelto loco de la emoción.—Me lo imagino. Te he llamado porque necesito pedirte un favor, Alice.—¿Un favor? ¿Sucede algo?—
—Deberíamos dejar de besarnos antes de que llegue Mayra.—sugirió Mary, aunque ella era la primera que volvía a reanudar el beso. Perdida entre sus besos y las caricias que dejaban sus mano.—¿Tú crees?—dejó sus manos rodear su espalda sin que Mary pudiera alejarse.—¿No tenías hambre?—le recordó.—Ya estoy comiendo.—susurró contra sus labios. Tomó los hombros de Mary Jane, haciéndola poner de pie, la sentó sobre sus piernas y desde allí el beso cambió de rumbo. Las manos de Mary se aferraban a su chaleco, tiraban de él hasta dejarlo muy cerca. Tomó los pechos de ella y los manoseó sobre la tela, comenzó a besar su cuello, los jadeos de Mary se acumulaban en su boca, hasta que sus labios los expulsaban contra la piel de Jeremy.—Aquí es donde nos detenemos.—Dijo Mary Jane, ardiendo debajo de aquella roba y quemándose con cada toque que él dejaba en ella. Dejó sus manos en el pecho de Jeremy y tomó un trozo de su corbata, observaba sus ojos, el hombre sonreía.—Sí, hay que detenernos.—a
Aquel viernes fue un poco extraño, porque Jeremy la esperó al final del día laboral con una rosa roja y de pie junto a su coche.Solo una rosa.La mirada tierna del hombreo cautivó a Mary cuando él extendió su mano para darle la rosa.—Es para ti.—Por primera vez él le regalaba una rosa, quien solía regalárselas era su hijo Andy—. Quiero que salgamos esta noche, ¿podríamos tener una cita hoy?—¿Cita?—mientras tomaba la rosa, Mary pensaba en Andy.—Tiene hoy una pijamada—dijo Jeremy, leyendo su mente—. Duerme en casa de Zachary.—No lo sabía, ¿eso cuándo se decidió?—Hoy, luego del colegio. Ambos estaban muy emocionados por un proyecto que les dejaron este fin de semana y a sus padres se les ocurrió la pijamada de hoy.—Muy conveniente, ¿no?—Sospechó de Jeremy, pero ella sabía que él no crearía toda esa situación para sacar ventaja. Le gustaba estar mucho con su hijo—. ¿A dónde me vas a llevar? Si es que acepto.—Una cena, pasaré por ti a las siete. Y Mary, tu mirada ya aceptó.—Entonc