Fueron varios minutos los que Mary Jane se quedó en el coche, no solo sin poder creérselo, también llorando, rebosante de felicidad.Aunque no sabía muy bien lo que aquello significaba.¿Habrían condiciones? ¿Le iba a quitar a su hijo? ¿Era un truco de su padre?Toda la felicidad de aquel momento se vio estropeada cuando llegó la duda, la desconfianza.No podía ser tan sencillo, no solo sería divorciarse y ya está.¿Cuál era el engaño? ¿Dónde estaban las letras pequeñas?Vio a su hijo y a su padre pasar frente al coche para entrar al restaurante. No podía tardar en unirse a ellos. Pero ella tenía muchas dudas. Demasiadas.No podía fiarse de que las cosas serían así de fáciles. Con su padre nunca lo era, seguro que le había puesto absurdas condiciones a Jeremy o ambos le estaban haciendo una trampa.Él salía perdiendo con aquel divorcio, entonces ¿su padre le había ofrecido algo?El almuerzo ya no fue tranquilo para Mary Jane. Y desde que llegaron a casa le pidió a Jeremy hablar con él
—¡Sí! Te digo que papá no puso peros.—¿Hablaste con mamá? A lo mejor ella sabe algo de esto.—No, no he hablado con ella. De todos modos, Alice, es una buena noticia. Sigo pensando que papá algo trama, pero no me quiero asustar con nada.—¿Y si le preguntamos a Sofía?—¿Crees que sepa algo? Déjame agregarla a la llamada.—Bien.—esperó a que ella la agregara.—¿Y esto? ¿Alguna buena noticia? Estas no son horas, chicas. Son casi las once.—se quejó Sofía.—Ya he firmado el divorcio con Jeremy.—¿Es…una broma a estas horas?—Sofía no se lo creía.—No, es cierto. Cuando regresé Jeremy me dijo que ya podíamos divorciarnos, que antes de irse él habló con papá. Tiene que pagar un poco más rápido la deuda que tiene con él, pero eso es todo.—explicó de nuevo Mary Jane para que Sofía supiera de qué iba aquello.—Vaya…no ocultaré el asombro que me deja eso. ¿Hablaste ya con papá? ¿Y Jeremy puede pagar más de prisa ese dinero? Conociendo a papá, solo cederá el divorcio para quedarse, de alguna man
Apagó las luces de la oficina y salió, se le había hecho muy tarde, pero odiaba llevarse trabajo a casa, prefería quedaría allí y no irse hasta terminarlo.—¡Mark!—no sabía que aún quedaba alguien más, pero la voz detrás de él se lo confirmaba. Era Mariana Medina.—Aún sigues aquí.—Ya me voy. ¿Tú también?—Sí, pero iba por un trago. ¿Te apuntas?—¿Solo tú?—Y tú, si te apuntas.—Tengo hambre, no me apetece un trago.—Entonces vayamos a cenar.—propuso su compañera. Claramente era una invitación.Mark se pensó por muy corto tiempo la propuesta. De todos modos iba a cenar solo, ¿qué más daba la compañía de una amiga?—Está bien. Yo tenía ya un lugar pensado, pero si tienes una idea a donde ir, no pongo peros.—Conozco un buen lugar.Era recurrente que Mark se quedara hasta tarde a trabajar si tenía muchas cosas que hacer y Mariana se había dado cuenta de eso hace un tiempo. Aquella noche vio que nadie más se quedaba y ella decidió hacerlo, no tenía nada que hacer, pero podía salir junto
—¿Entonces vivirás aquí, mamá?—Sí, esta es la casa que elegí. ¿Te gusta? Puedo llegar caminando hasta la casa de tu padre y estaremos cerca.Habían llegado a un acuerdo entre ambos sobre la convivencia con Andy. Cada uno tendría tres días con él y un día juntos los tres. De lunes a miércoles él viviría y se quedaría en casa de Mary Jane. De jueves a sábado él estaría con Jeremy, pero el domingo ambos tenían que estar con su hijo, un día en familia.No fue muy difícil hacer aquel horario. Los días con Jeremy tenían que incluir actividades juntos, no solo en casa, luego del cole debían pasar tiempo de calidad, lo mismo con Mary Jane. Aquello no suponía un reto para ninguno de los dos, era lo que siempre habían hecho.Jeremy estaba feliz que Mary se mudara cerca, porque ella en Turquía no tenía a nadie más, por lo que era un alivio que Mary Jane eligiera una casa cercana a ellos.—¿Te gusta, papá?—Sí, es linda.—Jeremy se paseó por ella, viendo el nuevo lugar donde viviría su exesposa.
Sería una sorpresa agradable para Mark, hace algunas semanas que no tenían ningún contacto y Mary Jane aprovechó los días que le correspondía a Jeremy para ella hacerle la visita a Mark.No le había avisado de nada.Se mensajeó con él los últimos días para asegurarse que él estuviera en el país y sin hablar nada de aquello, y cuando su vuelo aterrizó ella le volvió a escribir.Sofía, que sabía de su llegada, se ofreció a buscarla, de paso charlar un rato.—¿Largo viaje?—le preguntó, notándola cansada.—Estuve muy cansada, no logré dormir. Apenas sí descansé algo, pero muy poco.—¿A qué hora quedaste con Mark?—No hemos quedado, es una sorpresa.—Que bonito. Es un buen detalle. Yo odio las sorpresas.—Las personas suelen odiar las sorpresas. Yo también. Pero esta valdrá la pena. Le diré que ya estoy divorciada de Jeremy y que si…podríamos intentar mantener una relación a distancia.—Bien, entonces ¿pasó la prueba?—Creo que quien no pasó la prueba fui yo. No quiero dejarme llevar por p
—Sorpresa.—dijo, presentándose ante él, recorrió la distancia que los separaba y fue a tomar la bienvenida en los labios de Mark. Iniciando con un primer beso como ya una mujer soltera.—Ya estoy aquí.—-dijo, colgada a sus hombros, sonriendo al verlo luego de la última despedida.—Mary.—Mark no sonreía, no mostraba esos hoyuelos que se marcaban en su cara con su espléndida sonrisa.—¡Sí que te he sorprendido!—dijo nerviosa, él no parecía haber recibido aquello como una sorpresa agradable. La luz de la noche la dejaba ver las facciones de Mark y lo asombrado que lo dejaba aquel encuentro.Mary Jane Taylor estaba allí.En su casa.—Sí, me he sorprendido. Hablamos antes, ¿por qué no me dijiste nada? No tenía idea de que venías, Mary.¿Le decía sin más que estaba saliendo con alguien más o…?Tampoco podía abordarla nada más llegar y decirle que tenía a otra persona en su vida.—Entonces no sería una sorpresa, ¿no lo crees? Quería ver en tus ojos la emoción de verme.—Ya…—¿Entramos? Estoy
Tomó un vuelo de regreso a Turquía sin pensárselo dos veces.No avisó a Jeremy de que ya estaba allí, porque necesitaba estar sola y de todos modos esos eran los días en que a él le tocaba estar con su hijo.Pero llegó el domingo y ambos tenían que estar con Andy.A primera hora de la mañana recibió una llamada de su exesposo.—Buenos días, ¿te he despertado?—No. Estoy despierta, buenos días.—¿Estás en casa? ¿Ya regresaste? Lo pregunto para saber si te vas a apuntar a nuestro domingo. Por eso te llamo tan temprano, haremos algo hoy. ¿Te unes?—Estoy en casa, y sí, tenía pensado unírmeles y de paso ya me traigo a Andy a casa. ¿Cómo han estado? ¿Qué tal estos días?—Bien, han estado bien estos días. ¿Cómo te fue a ti? Ya estás de regreso.—su tono bajó un poco al pensar que Mary Jane había ido a ver a Mark.—¿Todo está bien?—Sí, todo está bien. Me fue fantástico.—Recordó la expresión de Mark al ver la desastrosa sorpresa que en la mente de Mary Jane sería fantástica, verlo todo emocion
Cuando salió del juzgado sacó su teléfono de su bolsillo para desactivarle el modo silencioso, momento en que entró una llamada de su cuñada Loren. Eran muy cercanos, se llevaban muy bien.—¿Vienes este fin de semana? Es el cumpleaños de tu hermano y aún no veo que te apuntes.—era casi un reproche porque Mark todavía no confirmaba su asistencia.—No me digas que tienes mucho trabajo porque fácilmente puedes cederlo a otros y ¡es el sábado! Ese día no trabajas, Mark. Te quedas sin excusa.—No he puesto ninguna excusa, Loren. Pero ya hablé con él, no podré asistir. Se lo dije hace un par de días.—No se lo había dicho a Loren porque esperaría a última hora, sabía lo insistente que ella era y no quería dejarse convencer porque tenía otra actividad entre sus planes, solo que aún no se decidía, porque su cabeza estaba hecha un lió, al igual que su vida, entre Mariana que quería dar un paso más en su relación y Mary Jane, que ya se encontraba divorciada y muy enojada con él, hasta el punto de