—¡Que me sueltes! ¿Quién te crees que eres?—Simon estaba custodiando la puerta, mientras en el interior solo estaba Sofía y Bethany.—¡Hablaré con mi padre! Te vas a arrepentir de esto, Sofía. ¡Tú y tu maridito.—Eso quiero verlo, ¿te presto un móvil o qué? ¿Quieres llamarlo? Siéntate y ya cállate el hocico.—viendo que Bethany no se sentaba, Sofía avanzó hacia ella, pero la pelinegra huía de la rubia.—No soy partidaria de los locos, pero tú especialmente le has dado problemas a mi hermana, sin mencionar que Alice obtuvo un año de prisión gracias a que metiste tus narices donde no debías, en ese momento tuve que apartarme por un problema de intereses, pero ¿adivina qué? Ese pequeño problema ya está resuelto. Llama a tu padre si así lo deseas, pero de aquí no vas a salir hasta que cuentes la verdad.—¿Y cuál se supone que es la verdad? Alice robó a su hijo, violó su arresto domiciliario y ahora, al fin, podré sacarla de la casa de Rori, sin esfuerzo alguno.—se sentía orgullosa y no compr
El miedo y tristeza que Robert había pasado cuando creyó que Alice eligió a su hermana, no se comparaba con el que sentía ahora, él había llegado primero que ella a casa y luego de que todo estuvo listo Mark se marchó.—Ya sabes, Alice. Puede que mañana sea un mejor día. ¿No quieres curar esas heridas?—No te preocupes, ahora Robert me ayudará. Y tranquiliza a Loren. Dile que todo estará bien.—Sí, ahora mismo hablo con ella. Lo más probable es que esté en el aeropuerto, veré si la convenzo de que no tiene que venir.—Gracias por todo.—Una pregunta, ¿has sabido algo de Mary Jane?—No.—Era lo mismo que Alice quería saber, pero no le podía preguntar a Mark cómo le fue en la cita, no se tenían ese tipo de confianza, por tanto ese tema no lo podía tratar con él. Aunque probablemente no les fue tan bien si a día de hoy Mark no sabía nada de Mary Jane.El abogado de marchó, dejándolo a solas, Ethan estaba dormido.Con el pequeño botiquín Robert se acercó cautelosamente a Alice, sentía que
Jeremy Porter y Robert Graham se conocían, ambos estudiaron tres años juntos y antes de que este se casara con Mary Jane todavía eran algo cercanos. Pero muchas cosas cambiaron en esa pareja al contraer matrimonio.—¿Por qué están todos reunidos? ¿Dónde está Andy?—Andy era el hijo de Mary y Jeremy.—Alice, que bueno que ya eres libre.—Mary se iba a parar de la silla, pero Jeremy dejó una mano en su hombro, deteniéndola.—Pequeña.—Su madre se acercó a Alice, dejando un abrazo y un beso en su mejilla, tomó a Ethan y lo abrazó.—Qué hermoso y sano niño tienes. Está muy grande. Mi nieto no me conoce. Andy está en su habitación. Tu padre y Jeremy han llegado hace un par de horas y estábamos charlando con Mary Jane.—¿Sobre qué?—¿No quieres esperar en el jardín con Robert? Estarás cansada, ¿no? Ahora mismo estamos algo ocupados. Robert, cariño, ¿por qué no llevas a Alice al jardín mientras terminamos esta plática?—Vinimos a ver a Mary, esta es su casa, mamá.—Alice había ignorado del todo a
Aquel día Alice se esperó impaciente a la llamada de su hermana, pero esta nunca ocurría, recibió la visita de Loren casi a las diez de la noche.Pero no la llamada de Mary Jane.—Loren.—Le dio un fuerte abrazo y luego la arrastró al interior de la casa.Loren estaba enojada con Robert, porque gracias a Beth, Alice casi regresa a la cárcel.—¡¿Dónde está Robert?!—Preguntó enojada.—¡Nunca le pone un alto a esa maldita loca! ¡Nunca!—¡Sh!Tranquila, Loren. Robert está durmiendo a Ethan que hace nada se levantó a comer. Ahora mismo Bethany es lo que menos me importa. Me interesa más Mary Jane. ¿Dónde está Mark?—¿Mary? ¿Mark? ¿Pero qué es lo que está pasando aquí? Porque incluso papá me llamó, como si yo fuera la niñera de Mark o su madre. ¿Hay algo o no hay algo entre Mary y Mark?—Es que no lo sé, es lo que quiero saber, ¿por qué no has hablado con Mark?—Pero, aún no me dices lo que pasa con Mary.—Es que…hoy fui a verla. ¡¿Cómo es que no sabes nada?!—¡No sé nada! Solo sé de ti lo que
—¿Me levantas el castigo?—Ella no había amanecido en su cama, pero Robert se pasó a media noche a la de Alice. No soportaba que ella aún estuviera guardando distancia de él.Esa noche Alice sintió unas manos rodear su cintura, pero pensó que dormía, hasta que Robert la despertó con sus palabras.La rubia apartó el cabello que se esparcía por su cara, recibiendo docenas de besos en su cara, en sus labios, en sus hombros desnudos, de manera rápida apartó los brazos de Robert y comenzó a levantarse.—Pero ¿qué haces en mi cama, Robert?—ni siquiera podría decir a qué hora él se pasó a su cama o qué tiempo llevaba allí.—Tenía frío.—Puso como excusa.—Y yo tengo calor. ¿Qué horas es?—Hora de seguir en la cama y más si yo estoy en ella. Ven aquí.—llevó aquel cuerpo de regreso a la cama, dejándola encima de él. Alice arrugó su ceño, entrecerrando sus ojos para mirarle.—Hoy hablaré con Beth.—dijo, pero rápidamente corrigió.—Hoy hablaré con Bethany. Luego del almuerzo.—¿Por qué no en la maña
—¿No te sientes solo aquí?—Sofía acudió a visitar a su padre, Simon y Alice le habían convencido de hablar con Henry Taylor para que este accediera a darle la parte de la herencia que le correspondía a la joven Alice.—No. He vivido en esta casa desde que ustedes nacieron, ¿por qué debería sentirme solo? ¿Porque tu madre no está?—Supongo que por eso. Es muy extraño no sentirla en la casa, demasiado silencio, hace falta ella.—¿Y crees que no lo sé? Fue su decisión divorciarse a esta altura de juego. No sé cómo se le pasó por la cabeza, pero está bien. En algún punto las cosas acaban y ese fue el final de nuestro matrimonio. Años de compañía, reducidos a nada. Siempre estuvimos de acuerdo en cada cosa, éramos muy unidos. Y tu madre no tenía que comprenderlo todo pero lo aceptaba. Siempre confió en mí. Y eso es lo más bello de un matrimonio, la confianza, aún si hay diferencias. La confianza es la esencia de todo. Si ya no confiaba en mí…era lógico que quisiera el divorcio. Siempre hic
—Alice—volvió a meterse a su cama, ahora era él quien iba hasta ella en busca de que le levantaran el castigo, había solucionado las cosas con Bethany, pero Alice no mencionaba nada de que ya él estuviera perdonado, todo lo contrario, se paseaba por la casa con sus piernas al aire y aquellos pechos mostrándose a través de la blusa, se bañaba con la puerta abierta y solía meterse a su baño para ducharse allí, otra forma de castigarlo mientras él babeaba con cada cosa de Alice. Ella era muy consciente de eso, por esa misma razón lo hacía.—Alice.—se introdujo debajo de las sábanas y en su muslo se vio el tatuaje de apenas dos días desde que se lo hizo.Había sido una semana extremadamente larga para Robert y parecía no acabar.Las manos de Alice lo empujaron para que se alejara, pero se dio la vuelta, girando en dirección a él.—¿Pero qué haces aquí?—Tengo frío.—volvió a dar la misma excusa que todas las noches anteriores, buscando el calor de Alice, pero no porque tuviera frío.—He veni
—Ha hecho mucho calor hoy.—sumando a eso todo el rato que ambos estuvieron intentando caminar, logrando Robert que Ethan diera unos dos pasos, muy aprisa mientras intentaba llegar a su padre y no caer al suelo. El problema es que a Ethan le gustaba más el suelo y no pasaba de dar pasos muy cortos, sin miedo, pero sí con pereza.Para caminar era muy vago, enseguida se tiraba a suelo, tomaba uno de los juguetes y se entretenía, dentro de nada ya tendría un año, estaba a la vuelta de la esquina y él balbuceaba muchísimo, casi diciendo palabras claras, pero sin llegar a estas.Lo probable era que hablara primero, pues con eso llevaba más prisa.O prisa llevaban sus jóvenes padres por ver su pequeño hijo hacer una de las dos cosas.Se acostó en la cama de Alice con Ethan jugando sobre él, poco a poco se fue cansando hasta que de lado quedó recostado en el pecho de su padre.La sensación siempre era agradable, tanta que no se acostumbraba a ella, porque siempre lo sorprendía eso tan agradab