—¿Por qué otra vez?—Ethan estaba a sus pies, sin apartar los ojos de su tía, de todas las hermanas ella era la más parecida a Alice, sobre todo luego de que esta había perdido peso, una Alice delgada se parecía muchísimo a Sam.—Si ya se divorciaron una vez, ¿por qué casarse?—La primera vez que caminé al altar fue para complacer a papá. Y créeme, no tenía las mínimas ganas de casarme, ni con Robert, ni con nadie, más que nada porque estaba enamorada de Jared. Una boda con él, era un sacrificio, en su totalidad. Mucho menos me veía capaz de quererlo, sabía que él tampoco se querías casa, no nos conocíamos, no había ningún vínculo entre los dos. Y pareció que haberlo sería imposible.—¿Y ahora?—¿No la has visto? Lo mira y suspira.—respondió Loren.—Está muy enamorada. Es normal, Robert es un amor, Sam.—¿Es el mismo Robert que…?—Miró a Sofía, luego a Alice.—¿Para qué pregunto si ya lo sé?—Sí, es el mismo Robert Graham.—respondió Alice— mi querida Sofía lo conoció primero, menos mal que
Después de aquella celebración, Robert y Alice tuvieron un par de horas a solas, antes del evento de inauguración de su empresa.Robert tocó el dedo de su esposa, deslizándose por el anillo que allí había, luciéndose tan bien en su mano.—Mi esposa…—la palabra sabía a miel en su boca, pero más a miel sabían los labios de ella, pintados de un tono suave y dirigiéndose a los de su esposo.—Mi amor.—unió sus labios con los del Graham y dio comienzo a una danza que indudablemente llevaría a otras cosas.Detrás de ellos la cama los esperaba.Las manos del hombre buscaron desesperadamente detrás del vestido, sin dar con la cremallera, mordió el labio inferior de Alice en una súplica para que ella lo ayudara a deshacerse de aquel vestido antes de que se volviera loco.La risa de ella la delató, haciendo travesuras para divertirse con Robert, a pesar de verlo desesperado.—Ah…¿te resultó gracioso? Puedo entrar de otra manera. Te mostraré.—recorrió con sus manos la cintura de Alice, cayó arrod
Era hora de irse, toda la celebración de la boda de Alice, la fiesta de inauguración de su empresa, aquello terminó y al día siguiente Mary Jane tenía que regresar a Turquía.Tenía su vuelo para el medio día.Había dormido en casa de Sofía, como también lo hizo Loren y su esposo. Samantha se había quedado en un hotel para poder estar con su pareja.Tomó todas sus cosas y se despidió de sus hermanas, la noche anterior ya se había despedido de Alice, porque sabía que la recién casada estaría muy ocupada.Pasó por el hotel de Samantha y se despidió también de ella.En un restaurante cercano al aeropuerto, ella quedó con Mark para despedirse.Aquellos días no se habían dado más que besos, Mark había dejado claro sus sentimientos pero también le expresó que no quería ser su amante, eso Mary lo sabía, aunque al verse no podían evitar besarse.Se paró de aquella mesa donde la había estado esperando y la recibió con un abrazo, tomó sus cosas, acomodándolas cerca de ella.Volver a ver a Mary s
—¿Listo?—preguntó a Andy. Recogería a Mary en el aeropuerto y si ella no estaba muy cansada irían a almorzar fuera.—Espera, papá.—corrió a su habitación y buscó las flores que había tomado del jardín para dárselas a su madre como bienvenida. Las había colocado ordenadamente con la ayuda de su padre, simulando un pequeño ramo de flores. Aquello era mejor que comprar uno. A Mary le gustaban mucho los detalles de su hijo y Andy era muy detallista, demasiado unido a sus dos padres.—Ahora sí, listo.Camino al aeropuerto, él recibió una llamada de Mary.—Acabo de salir, ¿dónde están?—Ya entramos. Busco aparcamiento y te recogemos.—No hace falta que bajen del coche. Los espero en la puerta, así no tardan.—Perfecto.—siguió la línea señalada por los carteles hasta la entrada y de allí pasó junto a la enorme línea de coches aparcados, hubo un poco de atasco, que no duró más de dos minutos, enseguida se disipó cuando el coche que encabezaba la lista se movía, recogiendo a unas personas.Pudi
Fueron varios minutos los que Mary Jane se quedó en el coche, no solo sin poder creérselo, también llorando, rebosante de felicidad.Aunque no sabía muy bien lo que aquello significaba.¿Habrían condiciones? ¿Le iba a quitar a su hijo? ¿Era un truco de su padre?Toda la felicidad de aquel momento se vio estropeada cuando llegó la duda, la desconfianza.No podía ser tan sencillo, no solo sería divorciarse y ya está.¿Cuál era el engaño? ¿Dónde estaban las letras pequeñas?Vio a su hijo y a su padre pasar frente al coche para entrar al restaurante. No podía tardar en unirse a ellos. Pero ella tenía muchas dudas. Demasiadas.No podía fiarse de que las cosas serían así de fáciles. Con su padre nunca lo era, seguro que le había puesto absurdas condiciones a Jeremy o ambos le estaban haciendo una trampa.Él salía perdiendo con aquel divorcio, entonces ¿su padre le había ofrecido algo?El almuerzo ya no fue tranquilo para Mary Jane. Y desde que llegaron a casa le pidió a Jeremy hablar con él
—¡Sí! Te digo que papá no puso peros.—¿Hablaste con mamá? A lo mejor ella sabe algo de esto.—No, no he hablado con ella. De todos modos, Alice, es una buena noticia. Sigo pensando que papá algo trama, pero no me quiero asustar con nada.—¿Y si le preguntamos a Sofía?—¿Crees que sepa algo? Déjame agregarla a la llamada.—Bien.—esperó a que ella la agregara.—¿Y esto? ¿Alguna buena noticia? Estas no son horas, chicas. Son casi las once.—se quejó Sofía.—Ya he firmado el divorcio con Jeremy.—¿Es…una broma a estas horas?—Sofía no se lo creía.—No, es cierto. Cuando regresé Jeremy me dijo que ya podíamos divorciarnos, que antes de irse él habló con papá. Tiene que pagar un poco más rápido la deuda que tiene con él, pero eso es todo.—explicó de nuevo Mary Jane para que Sofía supiera de qué iba aquello.—Vaya…no ocultaré el asombro que me deja eso. ¿Hablaste ya con papá? ¿Y Jeremy puede pagar más de prisa ese dinero? Conociendo a papá, solo cederá el divorcio para quedarse, de alguna man
Apagó las luces de la oficina y salió, se le había hecho muy tarde, pero odiaba llevarse trabajo a casa, prefería quedaría allí y no irse hasta terminarlo.—¡Mark!—no sabía que aún quedaba alguien más, pero la voz detrás de él se lo confirmaba. Era Mariana Medina.—Aún sigues aquí.—Ya me voy. ¿Tú también?—Sí, pero iba por un trago. ¿Te apuntas?—¿Solo tú?—Y tú, si te apuntas.—Tengo hambre, no me apetece un trago.—Entonces vayamos a cenar.—propuso su compañera. Claramente era una invitación.Mark se pensó por muy corto tiempo la propuesta. De todos modos iba a cenar solo, ¿qué más daba la compañía de una amiga?—Está bien. Yo tenía ya un lugar pensado, pero si tienes una idea a donde ir, no pongo peros.—Conozco un buen lugar.Era recurrente que Mark se quedara hasta tarde a trabajar si tenía muchas cosas que hacer y Mariana se había dado cuenta de eso hace un tiempo. Aquella noche vio que nadie más se quedaba y ella decidió hacerlo, no tenía nada que hacer, pero podía salir junto
—¿Entonces vivirás aquí, mamá?—Sí, esta es la casa que elegí. ¿Te gusta? Puedo llegar caminando hasta la casa de tu padre y estaremos cerca.Habían llegado a un acuerdo entre ambos sobre la convivencia con Andy. Cada uno tendría tres días con él y un día juntos los tres. De lunes a miércoles él viviría y se quedaría en casa de Mary Jane. De jueves a sábado él estaría con Jeremy, pero el domingo ambos tenían que estar con su hijo, un día en familia.No fue muy difícil hacer aquel horario. Los días con Jeremy tenían que incluir actividades juntos, no solo en casa, luego del cole debían pasar tiempo de calidad, lo mismo con Mary Jane. Aquello no suponía un reto para ninguno de los dos, era lo que siempre habían hecho.Jeremy estaba feliz que Mary se mudara cerca, porque ella en Turquía no tenía a nadie más, por lo que era un alivio que Mary Jane eligiera una casa cercana a ellos.—¿Te gusta, papá?—Sí, es linda.—Jeremy se paseó por ella, viendo el nuevo lugar donde viviría su exesposa.