Dmitriy.
La furia que siento en este instante es incontrolable, no permitiré que esta rata de alcantarilla lastime lo más preciado y santo que tengo. Soy consciente que en este maldito mundo de mierda solo hay catástrofe y demasiada corrupción.
Los hombres que están al tanto de cada paso que da mi lucero se percataron que algo no estaba bien y por eso llamaron inmediatamente a Eduard, informando que el hijo de puta del padre de Larisa había entrado hace segundos a la agencia de correos.
Las coincidencias no existen así que Eduard inmediatamente me puso al tanto y ambos dejamos lo que estábamos haciendo para dejarnos venir antes que el puto infeliz cumpliera con su cometido. En solo minutos llegamos a la agencia y eso porque les ordene y les exigí a Eduard que acelerara
—Qué es lo que proseguirá —dice Eduard lavándose las manos con alcohol industrial para luego utilizar jabón.—Quiero una limpieza total y antes de retirarme quiero felicitar a todos por esta magnífica sorpresa.—Lo único que no pudimos sacarle es la información de quién es la rata que está detrás del negocio sobre el ofrecimiento de la señorita Larisa.—Mi padre se encargará y prepárense todos porque este mismo grupo asistirá al evento que tengo organizado para ese bastardo de mierda.Extiendo mis manos para que Eduard deje caer un poco de alcohol, poco a poco mis manos se están purificando, luego tomo el jabón pa
—¡Larisa! Siento un olor muy raro, con razón hay muchos zopilotes rondando la mansión —dice entre risas.Detengo mis pasos al escuchar la ofensa de Mark, no es posible que me diga que apesto y no me equivoco en que esa directa es para mí. ¡Es una perra endemoniada!—Estas como loco Mark, no te equivoques porque con solo que ande la misma ropa no significa que huelo mal —gruñó.Le lanzo una mala mirada y voy directo al baño. Quiero quitarme toda esta ropa y buscar algo mientras voy a mi casa. ¿Será que todavía tengo casa?Me despojo de mi camisa junto a mi sostén, desabrochó el botón de mi pantalón, bajó la cremallera dejando caer mi pantal
***Larisa.—Lucero… te he echado de menos.Me remuevo un poco al sentir unos pequeños susurros cerca de mi oído. Abro mis ojos lentamente y lo primero que ellos ven es esa mirada sexi; llena de vida.Estoy nerviosa al recordar que estoy completamente desnuda y que solo una pequeña toalla cubre mis partes íntimas. Literalmente, no sé por qué de la nada se me vino ese sentimiento de vergüenza, puesto que el día de ayer me entregué completamente a él.Dmitriy está sobre mí. Siento su mirada recorrer parte de mi cuerpo.—¿Ya amaneció?¡&iexc
Larisa.Luego de pasar toda la mañana dentro de la cocina organizando todo lo de la cena para mi Dmitriy. Obviamente no me puedo atener con el tiempo, ya que las horas pasan y si yo quiero que las cosas salgan bien me tengo que esforzar para que todo quede como a mí me gusta. La señora que trabaja en la casa, ¡si! Le dicen el ama de llave; ella me dijo que no me preocupara porque ella misma se encargaría de todo lo que quiero.Nuevamente me siento rara porque señora todavía no soy y menos me quiero acostumbrar a esta vida, ya que la mía siempre ha sido “gánate lo que tú quieras”, y eso es lo que hago, me lo gano trabajando y esforzándome.Mark me insistió que dejara todo, ya que le prometí ir un rato a la alberca para despejar la mente y
Antes de salir de la bodega, los Mexicanos se ofrecieron a unirse a la guerra, diciendo que descuartizaran a todos. No la pensé dos veces y me armé de armamento y salimos de ahí como alma que nos lleva el diablo, si no me apresuro matarían a mi lucero y eso no lo permitiré por nada del mundo.Que recen lo que vayan a rezar porque ahorita acaba de salir el mero diablo. Morirá todo aquel que sé voltio, y no solo él, morirá el hijo de puta junto a su raíz de sangre. Creen que esto lo pasaré por alto, creen que no mataré al hijo de puta de Emilio; ese maldito que esta detrás de todo esto, hasta el punto de meterse en mi territorio, pero los que sufrirán serán los traidores.—Quiero que le den con todo, no se detengan por nada del mundo —grito—.
Todo esto me da inercia, pero para procesar esta pérdida de tiempo le hago una simple pregunta a la señora para que mi padre quede un poco tranquilo, pero ella no coopera, ya que el llanto y el susto se le hace difícil recomponerse y poder hablar y narrar parte de lo que sucedió durante mi ausencia.—Después que usted se fue; la señorita junto al joven Mark estaban planeando hacerle una cena, hora después de la organización de la cena ambos decidieron ir a la piscina, mientras ellos estaban en la piscina yo me encontraba organizando los últimos detalles —Aspira—. Mi susto fue ver que la señorita salió corriendo del pasillo de la cocina para luego subir las escaleras, mi curiosidad incrementó que no me bastó y la seguí hasta su habitación.&
Es una propuesta muy, pero muy apresurada, pero mi corazón no lo piensa ni dos veces porque no tengo la intención de decirle que no. Lo que tengo que hacer es darle una oportunidad a él y al amor.—Sí, acepto —grito de alegría—, aunque jamás me imaginé que me pedirías matrimonio en la ducha y luego de hacer el sabroso.—¿Qué es el sabroso? —dice con el ceño fruncido.Por un momento pensé que estaba hablando con mi Mark, ya que ambos hablamos lenguajes raros, cien por ciento inventados por nosotros. Es obvio que mi Mark y yo somos un caso.—Mi amor, el sabroso es lo que acabamos de hacer y de lo que podemos seguir haciendo —paso rozando mi de
—Señorita, Larisa —hablan detrás de la puerta.¿Quién será? Espero que no sea mi Dmitriy porque eso sería un mal presagio.—Mark, abre la puerta y mira que es lo que quieren, pero encárgate que no sea Dmitriy —dejo de verlo para nuevamente mirarme al espejo.—¿Qué se le ofrece señorita? —escucho la voz de mi Mark.Mi amigo es educado pero con una pizca de altanería, por desconfiado.—El señor Vólkov acaba de ordenar que salieran las personas que estuvieran con la señorita Larisa porque él vendrá por ella.—Larisa, tu suegro