Dominic ya tenía algo de tiempo pensando en quien había sido la persona que salvó a Aitana, seguía teniendo solo dos nombres en mente por más que lo había pensado y de hecho había enviado a gente a espiar las dos manadas en la que creía que ella podría estar, pero una de estas estaba demasiado aislada, no era fácil infiltrarse ni saber lo que ocurría ahí, de hecho era una misión prácticamente imposible y en cambio en la otra, aunque era más fácil de tener acceso a esta, aún se debía tener mucho cuidado, porque no se vería bien que se dieran cuenta que había mandado un espía, por lo que debía tener mucho cuidado de no demostrar lo que estaba haciendo y esto había limitado bastante a la persona que envió, tampoco había logrado darle una información útil, porque no había logrado acercarse demasiado a quien debía sin levantar sospechas, por lo que Dominic había llegado a la conclusión de que ya no podía ni quería esperar más y ya que tanto Julia como James estaban encerrados, podía permit
Dominic que iba con los ojos cerrados, imaginando a Aitana, sintió la mirada de alguien sobre si y la extraña necesidad de mirar hacia el auto que estaba pasando a su lado surgió como una potente atracción, pero al hacerlo, solo vio en su interior a un hombre desconocido que rápidamente desapareció de su vista, por lo que simplemente respiró hondo, intentando controlar sus emociones. Cuando finalmente llegó al palacio de Jacob, bajó del auto a toda prisa, ansioso y después de que los guardias de la entrada lo saludaran, abriendo la puerta para él, apenas entró vio a una mujer apresurarse hacia él. —Bienvenido Alfa Dominic de Fantasmas de la noche, por favor tome asiento, iré a avisarle a Alfa Jacob que está aquí. — Dijo ella y Dominic asintió sin poder evitar mirar a todos lados, buscando cualquier indicio de Aitana, deseando con todo su ser poder verla, pero ella no estaba por ningún lado, no podía sentirla cerca y tampoco percibía su delicioso aroma aquí. El único aroma que pe
Aitana estaba demasiado inquieta, aún con su corazón acelerado y el nerviosismo a flor de piel luego de ver a Dominic. ¡Lo había visto luego de tanto tiempo! Y él casi la ve a ella, pero Simón les había logrado decir que se escondieran a ambas a tiempo, pero aún así ese encuentro se sintió raro, de hecho aún la imagen de Dominic rondaba su mente, porque él se veía diferente, su semblante no era el mismo que ella recordaba, ahora él parecía agotado, como si hubiese estado pasando por demasiado últimamente, incluso creía que había perdido algo de peso y esto la incomodó un poco. Además su bebé la había pateado con fuerza cuando ella lo vio y no sabía si él podría estar reaccionando a la cercanía de su papá. Sin embargo lo que más la inquietaba era pensar en lo que podría estar sucediendo en el palacio, en si las cosas podrían haberse puesto difíciles entre Jacob y Dominic, en si este último estaba seguro que ella estaba aquí y si le estaba exigiendo a Jacob que la entregara…Pero,
En ese instante Aitana sintió otra patada que la hizo fruncir el ceño y susurró: — Bebé sé que no está bien mantenerte lejos de tu padre, pero yo no puedo volver a ese lugar, lo siento. Sabía que todo niño querría que sus padres estuvieran juntos, sin embargo para ella aceptar regresar a ese lugar del que tanto le costó salir y donde su bebé y ella casi mueren sería como entregarse a si misma para ser torturada hasta la muerte y no estaba dispuesta, porque aunque Dominic prometiera demasiado en sus mensajes, no confiaba en él y si la ponía nerviosa el mensaje que había recibido, pero prefería esperar el momento en que se viera obligada a volver con él que hacerlo antes, porque cada día de tranquilidad, donde podía sentir que el bebé en su vientre estaba seguro, valía la pena.«No quiero volver con él Nia, así que por favor solo ignora su mensaje, no le contestes.»Al día siguiente, en el palacio, los guerreros de Dominic habían comenzado a llegar. — Jacob quisiera que les pudie
—Dominic entiende que yo tampoco quiero que te destituyan y creo que él mejor Rey Alfa para la manada solo puedes ser tú, pero necesito que me escuches y hagas lo que te pido para mantener el trono y por el bien de todos. — Explicó Thomas con voz calmada a pesar de su molestia por como Dominic le estaba hablando. —Lo que me pides no es por mí bien abuelo, no es ni siquiera por el bien de la gente de la manada, esto solo es por James y siento que está vez no estás tomando mi lado, sino el de ellos, solo que aún no lo dejas claro. — Masculló Dominic, no sabía que había cambiado como para que su abuelo cambiara su forma de pensar y se pusiera del lado de quién había intentado destruirlo, pero él no estaba dispuesto a obedecerle, al menos no en esto. —Dominic aquí no hay lados, todos son mi familia y quiero lo mejor para todos, no sé porque eres tan testarudo y te sigues negando a hacer lo que te pido. — Gritó Thomas golpeando el escritorio con la mano abierta, sin poder controlar
Aitana respiró hondo, recordando de como a pesar de que Dominic siempre era frío con ella, cuando Bastián nació estuvo presente durante el parto y luego tomó en brazos a su hijo con mucho cuidado, pareciendo feliz. Esto la hizo cuestionarse si estaba siendo muy injusta al privar a su pequeña de tener a su padre presente y si cuando trajera a Bastian aquí, él podría resentirla por alejarlo de su papá. No quería que sus hijos la culparan en el futuro por no permitirles tener a su padre con ellos, pero ella también quería protegerse a si misma. —Tienes razón, es muy linda. — Afirmó Dinora, interrumpiendo los pensamientos de Aitana, mientras la cubría luego de limpiarla. —¿Ya nació? — Preguntó Simón ansioso, desde afuera. —Si. —¿Podemos pasar? Jacob y yo estamos ansiosos por conocer al pequeño. — Dijo Simón y Aitana sonrió al pensar en lo mucho que se sorprenderían al ver que era una niña, especialmente Simón, porque aunque la mayoría de las cosas que le regaló afortunadame
«No, pero ella no está en nacidos de la luna.» «Si no sabes dónde está, no puedes asegurar que ella no esté ahí.» Le dijo Dominic furioso y desesperanzado al no obtener lo que tanto deseaba, pensando en empezar a preparar todo para ir a nacidos de la luna, sentía que ya no podía quedarse de brazos cruzados, menos cuando Aitana la estaba pasando mal y podría estar en peligro. Iba a tomar el riesgo de ir allá por ella, ya que no obtendría nada hablando pacíficamente con el tío de ella, no tenía más opción que irrumpir en su manada…«Dominic, no puedes ir ahí, ya te dije que Aitana no está en ese lugar, no puedes arriesgarte a ti mismo y a nuestra gente por nada.» Espetó Xander. «No es por nada, es por ella, está mal y necesita ayuda, no podemos seguir perdiendo el tiempo y ya que tú no pudiste dar con su paradero, es mi obligación hacer todo lo que esté en mis manos por encontrarla.» Aseguró Dominic antes de arrugar la carta y mirar a Liam que aún no se había retirado, esperando
«No lo sé, pero ahora más que nunca si quieres que ella vuelva contigo debes poder controlar tus emociones, no puedes tratarla mal bajo ninguna circunstancia, depende de ti lograr que Aitana te perdone, así que Dominic no seas tonto está vez y así estés celoso, compórtate adecuadamente.» Respondió Xander, él también estaba preocupado por el hecho de que Jacob ha estado protegiendo a Aitana todo este tiempo, porque el tenía un interés en Aitana y quizás ella podría empezar a sentir algo por él también al estar bajo su protección, por lo que las cosas podrían complicarse mucho más para ellos. Además si Aitana se negaba a volver y él a entregarla, dudaba que Dominic pudiera mantenerse tranquilo, sin atacar a Luna de Sangre durante mucho tiempo. Dominic solo apretó con más fuerza la mandíbula y luego se subió al auto, dándole órdenes al chófer de dirigirse a Luna de Sangre, no había podido despedirse de Bastian porque el pequeño aún se encontraba dormido, aunque anoche ya le había dic