Al día siguiente, con pesadez en sus ojos y con el corazón aliviado, Noelia se sentó sobre la cama. Su mano se estiró en busca de ese bulto que tanto le gustaba tocar por las mañanas; consciente de que no estaba, decidió estirar sus brazos y bostezar libremente. No sabía por qué sentía que ese día, en especial, sería diferente, lo único cierto, es que estaba dispuesta a cambiar su vida y solo quería decirle a su madre lo único que necesitaba de ella y que ya no sentiría dolor por cosas del pasado.Ya era momento de vivir su vida y apreciar el cariño de las demás personas. Tomo un baño, preparo un buen desayuno, pensando en Leonel. Sonrió al recordar lo muy ordenado que es, no solo en el lugar donde esté.También en su vida, sus comidas y sobre todo cuidaba muy bien su cuerpo.Volvió a la habitación, esta vez para ponerse un buen traje e ir a la empresa. Al ver el clóset, sonrió y se acercó.—Carteras y tacones, solo para eventos —murmuró acariciándole. —Ustedes… —tocó los hermosos re
Siete horas despuésEl avión donde volaba Noelia aterriza y el corazón de ella se oprimía, no por el susto de los movimientos que hacía; sino por el dolor que le causaba sentir que su madre estaba muriendo.El avión se detuvo y en minutos estaban bajando todos, Noelia buscaba su pequeña maleta y casi salía corriendo en busca de un taxi. Hasta que una voz la detuvo.—¡Cielo! —exclamó Leonel. A unos metros de ella. Noelia al verlo pensó que lo estaba imaginando, pero sintió su calor y un beso en su cabeza. La hizo entender que estaba ahí para ella.Nuevamente sus lágrimas salían y su corazón dolía.—Perdóname por dejarte sola, por no entenderte, aunque no se nada.—¿Cómo es que estás aquí? —indagó Noelia interrumpiendo con un beso en sus labios.—Te explicó en el camino, vamos al hospital —le pidió Leonel, ayudándola con la maleta.En el camino él le explicó que estaba en Colombia con Julián y su ex le había avisado sobre lo sucedido. Noelia solo lloraba, ante todo, era su madre, la mu
11:00 pmNueve horas habían pasado desde el momento en que Eugenia dejó de respirar. Para Noelia no importaba que ella nunca demostrará amor, La amaba y verla ahí, en un ataúd, significaba para ella perder la seguridad que tenía de ella misma, pero también la propia solidez interior, lo que le provocaba una terrible sensación de vacío. Su desprecio y poco amor la motivaba a ser mejor persona Y aunque ya se había jurado olvidar todo del pasado.Era muy difícil no dar paso a una profunda tristeza, desesperación, anhelo, soledad. Las emociones la estaban volviendo loca y eso solo la llevaba a deprimirse.Estaban todos los que la amaban ahí, para escucharla y comprender que cada persona sufre de forma diferente y durante periodos de tiempo distintos y Noelia era un caso especial.No solo debía procesar la muerte de su madre, también que en el último suspiro, le confesó su amor, informando lo buena mujer que estaba siendo, una que ella misma se dedicó. Formar, ignorando los malos comentar
8:00 amLa fosa estaba lista para recibir el cuerpo de Eugenia, Solo esperaban que se decidiera de una vez cuando llevar el cuerpo.Noelia se acercó al ataúd y antes de llegar se regresó. Su rostro así, no era el que deseaba recordar para toda su vida.Volvió a su lugar, acompañada de Elisa. Su mirada ida y sin deseo de seguir llorando.Estaba buscando en sus pensamientos sí existió alguna foto de ella juntas, tal vez de niña no mostraba esa dura coraza frente a ella.—Los chicos consiguieron unas fotos de ella, su rostro no se ve así, lo cubrieron —Noelia se sorprendió y se acercó, las fotos eran de mucho antes de ella nacer, otras con ella en brazos y aprendiendo a caminar.—Si sonrió contigo, si te amo, solo no pudo con la presión de años —susurró Elisa viendo a quien lloraba con lamento. Su actuación era creíble o tal vez si lloraba arrepentida pero incapaz de reconocer sus errores, dejando que un ser sin corazón habite en su interior.Los murmullos nuevamente se escuchaban por
9 días despuésDías donde las lágrimas fueron su mejor compañía, la compresión de un hombre que le dio su espacio para sanar sin dejar de estar a su lado.Las visitas al cementerio cada día solo le ayudaban a entender que ya era hora de regresar y seguir con su vida, que su madre permanece en su corazón para siempre. Con un poco de ánimo se levantó, dejó un beso en la mejilla de Leonel, observando su rostro cansado, ojeroso. Sabiendo que la culpable de eso era ella.Fue a preparar el desayuno, ya eran suficientes días donde Leonel era quien estaba pendiente de que comiera bien. Alimentándose como bebé.Mientras preparaba un delicioso desayuno completo, pensaba en si ella estaría a la altura si Leonel pasara por algo difícil. Su mirada se posó en Leonel, quien entraba al comedor y su expresión preocupado cambió a una tranquila.Eso solo significaba que había pensado en la huida de Noelia al cementerio sola. —Buenos días, amor —le habló con una sonrisa.—Me diste un gran susto, Cielo
Con un sentimiento de nostalgia, bajaban del avión, Leonel no soltaba su mano en ningún momento, siendo vistos por todos con sorpresa, amor y envidia. Al estar tan desaparecido se rumoreaba que ya la pareja había terminado y que ambos habían tomado caminos distintos. Pero todo estaba lejos de la realidad Leonel y Noelia seguían en una fuerte pasión que lentamente los llevaba a Un amor profundo. Tomaron la maleta y ya en la entrada los esperaba una camioneta, Leonel le ayudó a subir y luego entró el, el celular de trabajo de Leonel sonaba sin parar, mensajes de Ramón y sus administradores de los hoteles. Noelia no dejaba de verla y preguntarse si hizo mal en quedarse con ella, descuidando su trabajo. Pero sentir el calor de la mano de Leonel en su pierna, le daba esa seguridad de que él lo hizo con todo su amor. —Algún día conoceré a ese Ramón y lo voy a amenazar si te obliga hacer anuncios con modelos que solo quieren tocarte —Declaró Noelia muy seria. Eso sin duda llamó
Dos años después—¡Cielo! —Gruñía Leonel, al sentir la mano fría de su novia en su parte baja, sus niveles subían y cada movimiento lo excitaba más, llevándolo a ya querer estar dentro de ella o tal vez recibiendo placer.Noelia no estaba satisfecha con que solo su mano disfrutará. Lentamente, fue adentrándose por debajo de las sábanas hasta quedar arriba de él.Su abdomen sentía lo duro de la erección de Leonel, una sonrisa traviesa le dio ella antes de sentarse y liberar sus dos melones que Leonel tomó entre sus manos, acariciando suavemente mientras su mirada se llenaba de deseo.Masajeaba y tocando sus botones, eso provocaba que Noelia mordiera su labio inferior por la sensación que emanaba a su cuerpo, llenándola de deseo y ganas de mover sus caderas, Leonel trabajaba en sus senos viendo moverse desesperada. El momento se volvió mágico, lujurioso, con besos y caricias delicadas y fuertes al mismo tiempo, ambos se entendían perfectamente.Completamente desnudos y unidos en un sol
Con una sonrisa que solo un hombre enamorado tenía, salía de la prestigiosa joyería, guardando muy bien la bajita donde estaba el precioso anillo.Sabía que había escogido muy bien, no sé cansaba de sonreír, Subió a la camioneta y conducía con una sonrisa que no dejaba de reflejar lo feliz y emocionado que estaba de solo pensar en la cara de sorpresa de su Cielo.Porque así era Noelia, cada regalo que le daba Leonel, para ella era maravilloso, no importaba si era caro o no, la hacía sonreír y gritar de emoción y a él, le llenaba el corazón de amor.Carlota aprovechó el momento en donde ambos tenían algo importante que decir, organizando una cena especial, nadie sospechaba de su repentina idea ya que a ella le encantaba preparar esa cena para tener a su familia reunida.La mansión irradiaba alegría y nervios, Noelia no dejaba de teclear en su teléfono, obviamente le escribía a sus amigos, quienes saltaban de alegría. Uno más que el otro burlándose de que por fin Leonel sería padre a s