[MATÍAS]
Volteamos para caminar el pasillo como recién casados, y ahí está nuestro hijo en primera fila con una amplia sonrisa tatuada en su rostro. Aitana y yo nos miramos sonrientes y con esa sonrisa nos decimos absolutamente todo. —Hijo, ven.— Le digo extendiendo mi mano y él sin dudarlo camina hacia mí y la toma. —Caminaremos los cuatro por este pasillo.— Anuncio y él asiente.
De esta manera los tres... mejor dicho los cuatro, vamos caminando por el pasillo en medio de las felicitaciones de los invitados. Pienso en esta escena y me doy cuenta de que finalmente somos una familia de verdad. Somos esa familia que tanto imagine tener, pero que jamás creí que sería tan perfecta.
[...]
Fotografías que quedaran grabadas en mi memoria para siempre, besos inolvidabl
—Hijo, por favor. Hazle caso en todo a tus abuelos.— Le repite como por la vez numero siete u ocho... ya perdí la cuenta.Él vuelve a mirarla y resopla. —¡Que si mami!——Estaremos una semana fuera, pero si algo, tú me llamas y nosotros regresamos en el primer vuelo que encontremos; ¿vale?—Veo la cara de Daniel y me recuerda a mi cuando era pequeño, está pidiendo a gritos que nos vayamos de una vez.—Cariño, creo que ya ha entendido el mensaje.— Digo entre risas y mis padres ríen a la par.—Nunca estuve tanto tiempo lejos de él.— Explica con melancolía y solo la abrazo.《Sin dudas es una madre espectacular.》—Mami, pero yo ya soy grande.— Replica él moviendo sus manos de una manera bastante graciosa.Solo basta esa frase para que ambos quedemos sin habla. —V
La luz del sol pegando en mi espalda hace que la temperatura en mi cuerpo incremente y hace que me despierte. Me muevo lentamente y el sentir su piel bajo mis brazos me hace sonreír —Buenos días, señora Mendoza.— Me dice y escucho el entusiasmo en su voz.Me acomodo sobre su pecho y lo miro sonriente. —Buenos días esposo mío.— Respondo y rio ante lo aun extraño que me suena esto.Sus dedos se enredan en mi cabello y me acarician de manera tierna. —Qué bonito que suena eso...— Comenta y se acerca a mis labios con los suyos para darme los buenos días de la manera más tierna posible.—¿Qué haremos hoy?— Pregunto con mucha curiosidad y él ríe pícaramente.Me mira torciendo sus labios de manera muy picara, lleva sus dedos a mi espalda desnuda y me acaricia provocativamente dándome a entender absolutament
[MATÍAS]Me he quedado dos horas observándola mientras se quedo dormida luego de que regresáramos de la playa. Me dijo que estaba agotada, que necesitaba descansar; pero, jamás imagine que se quedaría dormida dos horas. Abre sus ojos lentamente y me mira algo desorientada.—¿Qué hora es?— Pregunta confundida y mira el reloj que hay sobre la mesita de noche —¿¡Las ocho de la noche!?— Exclama preocupada, y se pone de pie rápidamente.No digo nada, solo la miro hasta que se ve obligada a sostenerse del sofá y rápidamente camino hacia ella. —Cariño, ¿Qué sucede?— Pregunto y la sujeto de sus brazos y hago que se siente sobre la cama.—Me he mareado.— Explica y apoya sus brazos sobre sus piernas y luego sujeta su rostro con sus manos mirando hacia el suelo.—Te has levantado muy rápido.
[MATÍAS]Después de una exquisita cena entre sonrisas cómplices, roces por debajo de la mesa, y conversaciones a futuro; llegamos a uno de los clubes nocturnos más populares de la ciudad. La gente del hotel me lo ha recomendado muchísimo, y de verdad no se han equivocado. El ambiente es increíble y la música es digna de ser disfrutada.—Nunca habíamos ido a bailar. — Me dice mientras hago que su cuerpo se pegue al mío para comenzarnos a mover al ritmo de la música.Tiene razón nunca lo habíamos hecho, y debo decir que me encanta estar así de relajado con ella. Es entendible que entre nosotros no haya existido esta oportunidad, pero, es que nuestra relación no ha sido como la de otros. Entre nosotros ha habido temas muy serios por resolver como lo fue descubrir que Daniel era mi hijo.Llevo mis manos a su preciosa espalda y la roz
[MATÍAS]Tres días despuésEstos últimos días los hemos vivido con tanto, pero tanto amor, que ha sido imposible pensar en nada más. Lo único de lo que no nos hemos olvidado claramente, es de Daniel a quien hemos llamado todos los días. Sé que ella lo extraña demasiado, pero tan solo nos quedan dos días más en esta pequeña burbuja y hemos decidido vivirlos al máximo. Observo las fotos que nos hemos tomado durante estos días mientras que espero que se termine de alistar para que salgamos a almorzar y no puedo dejar de sonreír al ver la felicidad y el amor que reflejan nuestros rostros.—¡Amor!— La escucho gritarme desde el baño y mi corazón se acelera.¿Qué ha sucedido? Nunca me ha gritado así... Sin dudarlo me echo a correr hacia el baño y entro queriendo saber que ha sucedido, pe
[MATÍAS]Se aferra a mi brazo mientras abro la puerta de casa de mis padres y me jala para que no pueda terminar de hacer mi tarea. —De nuevo a la realidad.— Dice como niña pequeña y pone una carita que me hace reír.—Señora Mendoza, me tiene totalmente sorprendido...— Le comento al oído y suelto la puerta para abrazarla contra mi pecho y perderme en el aroma de su cabello —Has resultado ser insaciable.— Bromeo y ríe. —Ahora entiendo que te estabas guardando todo lo mejor para cuando estuviéramos casados, y déjame decirte que me encanta.— Continúo diciendo y ella esconde su rostro en mi pecho.—Te amo.— Dice bajito y con sus brazos aprieta mi cuerpo al suyo.—Y yo a ti amor...— Replico y beso su cabeza. —Entremos que nos están esperando. Recuerda que lo único que se ha acabado han sid
[MATÍAS]Días despuésMe mata dejarla ir a trabajar, pero la realidad se ha apoderado de nosotros. De nuevo a la rutina...Me da uno de esos besos que tanto me encantan y me sonríe al verme aun acostado sobre la cama mientras que ella ya está lista para ir a la clínica. —Lo que es ser escritor...— Bromea. —No te quedes todo el día acostado en la cama guapo, recuerda de ir por Daniel a la escuela.— Me pide—Suenas como mi madre.— Le digo entre risas y ella se hace la enfadada.—¿Cómo tu madre?— Pregunta cruzándose de brazos.
Estamos parados en la puerta de la escuela de Daniel mientras esperamos que salga y me alivia saber que ya los padres se han acostumbrado a verme aquí, sin embargo, que estemos los dos juntos es una novedad. —Todos nos miran.— Me dice al oído. Esta nerviosa, lo sé, pero ya nos iremos acostumbrando a esto también. Se aferra a mi brazo y apoya su rostro sobre mi hombro, claramente no le gusta ser el centro de atención, aunque debería de acostumbrase. Es tan bella que eso sería lo normal.—Somos la novedad del momento señora Mendoza.— Le digo bajito y ella ríe.—¿Eso es bueno o es malo?— Pregunta confundida y quisiera besarla aquí mismo, pero detestaría aparecer en la primera plana de una revista con la escuela de mi hijo de fondo.—Para mi bueno, eres mi esposa cariño ¿Qué puede estar mal con eso?— Le pregun