[MATÍAS]
Me he quedado dos horas observándola mientras se quedo dormida luego de que regresáramos de la playa. Me dijo que estaba agotada, que necesitaba descansar; pero, jamás imagine que se quedaría dormida dos horas. Abre sus ojos lentamente y me mira algo desorientada.
—¿Qué hora es?— Pregunta confundida y mira el reloj que hay sobre la mesita de noche —¿¡Las ocho de la noche!?— Exclama preocupada, y se pone de pie rápidamente.
No digo nada, solo la miro hasta que se ve obligada a sostenerse del sofá y rápidamente camino hacia ella. —Cariño, ¿Qué sucede?— Pregunto y la sujeto de sus brazos y hago que se siente sobre la cama.
—Me he mareado.— Explica y apoya sus brazos sobre sus piernas y luego sujeta su rostro con sus manos mirando hacia el suelo.
—Te has levantado muy rápido.
[MATÍAS]Después de una exquisita cena entre sonrisas cómplices, roces por debajo de la mesa, y conversaciones a futuro; llegamos a uno de los clubes nocturnos más populares de la ciudad. La gente del hotel me lo ha recomendado muchísimo, y de verdad no se han equivocado. El ambiente es increíble y la música es digna de ser disfrutada.—Nunca habíamos ido a bailar. — Me dice mientras hago que su cuerpo se pegue al mío para comenzarnos a mover al ritmo de la música.Tiene razón nunca lo habíamos hecho, y debo decir que me encanta estar así de relajado con ella. Es entendible que entre nosotros no haya existido esta oportunidad, pero, es que nuestra relación no ha sido como la de otros. Entre nosotros ha habido temas muy serios por resolver como lo fue descubrir que Daniel era mi hijo.Llevo mis manos a su preciosa espalda y la roz
[MATÍAS]Tres días despuésEstos últimos días los hemos vivido con tanto, pero tanto amor, que ha sido imposible pensar en nada más. Lo único de lo que no nos hemos olvidado claramente, es de Daniel a quien hemos llamado todos los días. Sé que ella lo extraña demasiado, pero tan solo nos quedan dos días más en esta pequeña burbuja y hemos decidido vivirlos al máximo. Observo las fotos que nos hemos tomado durante estos días mientras que espero que se termine de alistar para que salgamos a almorzar y no puedo dejar de sonreír al ver la felicidad y el amor que reflejan nuestros rostros.—¡Amor!— La escucho gritarme desde el baño y mi corazón se acelera.¿Qué ha sucedido? Nunca me ha gritado así... Sin dudarlo me echo a correr hacia el baño y entro queriendo saber que ha sucedido, pe
[MATÍAS]Se aferra a mi brazo mientras abro la puerta de casa de mis padres y me jala para que no pueda terminar de hacer mi tarea. —De nuevo a la realidad.— Dice como niña pequeña y pone una carita que me hace reír.—Señora Mendoza, me tiene totalmente sorprendido...— Le comento al oído y suelto la puerta para abrazarla contra mi pecho y perderme en el aroma de su cabello —Has resultado ser insaciable.— Bromeo y ríe. —Ahora entiendo que te estabas guardando todo lo mejor para cuando estuviéramos casados, y déjame decirte que me encanta.— Continúo diciendo y ella esconde su rostro en mi pecho.—Te amo.— Dice bajito y con sus brazos aprieta mi cuerpo al suyo.—Y yo a ti amor...— Replico y beso su cabeza. —Entremos que nos están esperando. Recuerda que lo único que se ha acabado han sid
[MATÍAS]Días despuésMe mata dejarla ir a trabajar, pero la realidad se ha apoderado de nosotros. De nuevo a la rutina...Me da uno de esos besos que tanto me encantan y me sonríe al verme aun acostado sobre la cama mientras que ella ya está lista para ir a la clínica. —Lo que es ser escritor...— Bromea. —No te quedes todo el día acostado en la cama guapo, recuerda de ir por Daniel a la escuela.— Me pide—Suenas como mi madre.— Le digo entre risas y ella se hace la enfadada.—¿Cómo tu madre?— Pregunta cruzándose de brazos.
Estamos parados en la puerta de la escuela de Daniel mientras esperamos que salga y me alivia saber que ya los padres se han acostumbrado a verme aquí, sin embargo, que estemos los dos juntos es una novedad. —Todos nos miran.— Me dice al oído. Esta nerviosa, lo sé, pero ya nos iremos acostumbrando a esto también. Se aferra a mi brazo y apoya su rostro sobre mi hombro, claramente no le gusta ser el centro de atención, aunque debería de acostumbrase. Es tan bella que eso sería lo normal.—Somos la novedad del momento señora Mendoza.— Le digo bajito y ella ríe.—¿Eso es bueno o es malo?— Pregunta confundida y quisiera besarla aquí mismo, pero detestaría aparecer en la primera plana de una revista con la escuela de mi hijo de fondo.—Para mi bueno, eres mi esposa cariño ¿Qué puede estar mal con eso?— Le pregun
[AITANA]Dos días despuésMi mente es un absoluto caos, veo las fotos que se filtraron de nuestra boda y no sé muy bien como sentirme con ello. Sabía que casarme con él no sería como casarme con cualquier otro hombre, era claro que habría consecuencias ya que es un escritor famoso, pero jamás me imagine como me sentiría con ello.Es tan extraño que la gente en el supermercado te mire como preguntándose si realmente soy yo la esposa de Matías Mendoza... Entro a la casa con las pocas bolsas llenas de comida y me encuentro al padre y al hijo jugando a los videojuegos en el salón —Ya te ayudo cariño, deja que le gane a este enano que me ha retado a tres partidas.— Me explica entre risas y me rio ya que se empujan el uno al otro con tal de ganar.Parecen dos niños en vez de uno, pero me encanta que disfruten de estas pequeñas
[MATÍAS]Tengo la sensación de que, hasta este día, nunca había sentido tantos nervios como los que estoy sintiendo ahora. Entro al salón de clases de Daniel tomado de la mano de mi esposa, y todas las miradas de los otros padres y maestras se centran en nosotros.Respiro profundo y siento su mano apretando más fuerte la mía, ella esta igual o peor que yo.Una vez que todos nos acomodamos en las pequeñas sillas que hay distribuidas tal como si estuviésemos en un teatro en el salón de clase, la maestra nos da la bienvenida y explica de que se trata la actividad.Que nuestro hijo tenga que hablar de nosotros y de que es lo que más le gusta de su familia, realmente me pone ansioso. Sé que no hace mucho que nos hemos encontrado, y que aun nos queda mucho por conocer del otro.Escucho a cada uno de los niños hablar de sus padres y siento una mezcla de tern
[MATÍAS] Salir de la escuela de Daniel, no es tarea fácil. Me he tenido que quedar viendo como mi esposo se tomaba fotos con muchas maestras y madres, claramente sus esposos no estaban muy contentos con eso, en cambio yo reía al ver la emoción de ellas. Estaban peor que los niños... —¿Ya nos podemos ir?— Le pregunto sonriente mientras que se para a mi lado y toma mi mano y la de Daniel con la otra. —Discúlpenme.— Nos dice tímidamente y Daniel solo se ríe de la situación. —¡Eres muy famoso papi!— Exclama y si, para empezar él es su fan. —Algo hijo, pero es solo una consecuencia de hacer lo que amo.— Le explica mientras vamos saliendo de