Zahir llega a casa de la señora Alma toca la puerta de la oficina y esta le ¡responde!

—¿Quién es?

—Soy yo Mamá, Zahir

—Está bien hijo, adelante

—¿Como estás hijo? ¿Como te fue hoy?

—Bien Mamá, por cierto, me gane veinticinco mil dólares por salir en una revista y quiero usarlos para el tratamiento y la clínica del niño Nathan, ¡qué piensas de eso?

—Qué buena noticia, me alegro mucho por ti y claro hijo, si tú quieres usar ese dinero para el niño, pues yo te apoyare es más yo te daré la mitad de los gastos del niño ¿qué dices?

—Gracias Mamá, por cierto, ¿quieres que vayamos de una vez a verlo?

—Claro hijo, ¡vamos de una vez!

De inmediato toman canino al Orfanato, al llegar se encuentran con Lucrecia, ella los deja pasar, y mientras caminan hacia el cuarto de Nathan, Lucrecia les dice:

—No sabía cómo comunicarme con ustedes, pero el niño ha estado grave de salud y en todo el día de hoy no ha querido comer, el doctor lo examino, pero el insiste de que debe ser trasladado a una c