Las contestes palabras que las Omegas le estaban diciendo a Katherine hacían que esta frunciera su ceño al escucharlas en la lejanía, su visión se encontraba borrosa y apenas podía visualizar las personas que estaban al frente de ella. Pero el dolor que sentía en su vientre ocasionaba que de sus labios soltaran gritos de agonía, sentía como algo la apretaba y quisiera salir. El rostro pálido de Katherine se encontraba húmedo de su propio sudor y lágrimas, que en ningún momento se detuvieron.Brunilda al ver el estado de la mujer no podía evitar sentirse mal, podía notar como esta estaba sufriendo y no podía ayudarla. Las Omegas le gritaban a su Luna que debía de pujar para que saliera el bebé, pero Katherine apenas tenía fuerza. El rostro de su Luna comenzó a colocarse de un color rojizo ante la presión que estaba haciendo al pujar, su respiración se había detenido por un momento y luego de unos minutos volvió a dejar caer su cabeza en la almohada.El llanto de un bebé inundo toda la
La brisa gélida pegaba con fuerza los árboles ocasionado que algunas hojas cayeran y las ramas se golpearan entre ellas probando un fuerte sonido, las ventanas no dejaban entrar la tormenta que estaba afuera. Dentro del castillo estilo gótico todo estaba en calma y el calor se emitía en todas las habitaciones, los mellizos que ahora tenían 8 años no habían podido conciliar el sueño ante los fuertes sonidos de los truenos, pero su madre se encontraba con ellos leyéndoles un cuento.Los mellizos veían a su madre con un brillo en sus ojos, las fracciones de Katherine se habían vuelto un poco más maduras, pero aún poseía la misma belleza que antes. Sus hijos sentían una fuerte adoración por Katherine, quien les había enseñado muchas cosas durante aquellos años, tenían la capacidad de aprender las cosas de una manera sorprenderte, al punto en que dejaban atrás a muchos otros niños de la manada.Aun así, su curiosidad se hacía mucho más grande con el pasar de los días, Eris y Ares querían s
Katherine sonreía con cinismo ante la escena que estaban viendo sus ojos, justo al frente de ella se encontraban Dominik y Hannah discutiendo con gravedad. El cuerpo de Katherine no se encontraba allí, ella había mandado a su espíritu a la mansión para saber cómo se encontraba la situación de ellos, y vaya que le estaba fascinando ver como Dominik se consumía en sus problemas.― ¡Necesitas pasar tiempo con tu hijo, Dominik!... ― Los gritos de Hannah llegaban a sonar agudos, provocando que Dominik frunciera su ceño y soltara un suspiro intentando calmarse un poco. ― ¡Él necesita de ti!... Como yo de ti… ― Katherine se mordió su labio divertida al observar como Hannah nuevamente quería manipular a Dominik, con el tiempo en que los espiaba había notado el desagradable comportamiento de la Alfa con todos.Cuando ella iniciaba una discusión se hacía la víctima queriendo que los demás sintieran lástima de ella, era algo que Dominik sabía y que con el tiempo comenzaba a odiar.― Hannah, sal
Las voces del anillo no se detenían hasta que su plan de levantar a Katherine fue cumplido, las múltiples voces que se escuchaban dentro del rubí emitían cierta desesperación al ver que su ama no se levantaba. La Diosa Roja necesitaba la presencia de Katherine, por lo que el anillo llego a rasguñar con su diseño de raíces el dedo índice de su ama, provocando que esta soltara un quejido leve y abriera sus ojos.― Carajo… ― Suelta un insulto en voz baja al observar como el anillo emitía un brillo intenso, a ambos lados de ella se encontraban los cuerpos de Aarón y Noah, el cual este último tenía el sueño muy ligero, por lo que escucho a Katherine.― “La Diosa Roja solícita su presencia en él tembló, mi ama…” ― Fue lo que Katherine escucho del anillo, comenzó a deslizar su cuerpo en la cama para salir de allí, pero Noah se sentó para mirarla con confusión.― ¿Qué sucede?... ― La voz ronca de Noah hizo que Katherine se detuviera, por lo que volteo su rostro para observarlo con cierto cans
Las palabras de la Diosa Roja aún seguían rondando por la cabeza de Katherine, la cual había creado miles de escenarios sobre el ataque de la deidad blanca hacia ella. Pero entre más pensaba sobre aquello más sentía la angustia crecer en ella, Katherine incluso llegó a pensar que quizás lo que había dicho la Diosa Blanca de atacarla solo era una amenaza vacía.Y que su verdadero objetivo era verla llena preocupación y desesperación al no saber cuándo atacaría, por lo que Katherine no le daría el gustar de verla de esa manera. Habían pasado más de dos semanas en que no había visto ningún cambio, todo se encontraba tranquilo en el castillo. Su manada seguía haciendo sus labores, algunos se encontraban cazando algún venado o explorando el territorio.Los mellizos se encontraban jugando entre los inicios del lago, aquel día era cálido por lo que Katherine les había dado el permiso de salir a jugar y que mañana volvieran a retomar sus estudios. Eris veía como algunos peces muy pequeños nad
Los mellizos se miraron con complicidad al saber que era el momento de descubrir sobre el pasado de su madre, ahora ellos tenían 12 años y la promesa que su madre les había mencionado hace 4 años aún seguía intacta. Ellos en ningún momento se les había olvidado, habían guardado ese recuerdo como si fuera el mayor de sus tesorosEris observó cómo su hermano salía de su cama listo para buscar a su madre, por lo que ambos salieron encontrándose en el camino a varios empleados de la manada, los cuales les mencionaron que Katherine se encontraba en su habitación. Los mellizos podían sentir como se encontraban ansiosos por lo que verían en el pasado de su madre, aunque esta les había llegado a contar algunas cosas, sabían que sería muy diferente.Katherine tenía planeado que vieran todo lo que Dominik le había hecho y con ello también que sintieran el dolor que ella tuvo por mucho tiempo, en el fondo temía que sus hijos no soportarán el dolor o que algo saliera mal al mostrarle su pasado, p
La respiración de Ares estaba agitada, su corazón bombeaba sangre rápidamente ante el esfuerzo que estaba haciendo. Su hermana, a unos metros de distancia también se encontraba igual que él, ambos estaban entrenando los fuertes ejercicios que sus papás y Brunilda les había otorgado.La promesa que habían hecho hace 5 años se estaba cumpliendo para ellos, durante ese tiempo la Diosa Blanca había mandado a varias personas a atacarlos a ellos y también a Katherine, los mellizos habían hecho lo imposible para que no se acercarán a su madre, la cual se encontraba feliz ante el progreso que tenían sus hijos. Katherine sabía que el momento de cumplir con su venganza había llegado, sus hijos ya tenían suficiente edad para tomar sus decisiones y más cuando ellos le dijeron personalmente que la ayudarían en todo.(…)Dominik no sabía cómo debería sentirse, por fuera dejaba a la vista su fingida felicidad ante su familia. Ahora intentaba convivir aún más con su hijo y con su amante, ya que eran
Las palabras de Karl aún seguían rondando por la mente de Conrad, este ahora entendía el comportamiento de sus padres hacia él y entre ellos. Pero el amargo sentimiento que sentía aún no se iba, sabía que su madre solo lo quería y que está nunca lo llegó a amar. Por otro lado, Conrad no sabía que era lo que sentía su padre por él, acaso era:¿Amor?… Lo dudaba, Dominik nunca llegó a mostrar aquel sentimiento de un padre hacia él, solo había estado en los momentos más importantes de Conrad, y este en el fondo lo agradecía porque adoraba a su padre. Tampoco había llegado a presenciar amor entre Hannah y Dominik, solo había visto un deseo carnal entre ambos.¿Aprecio?... También lo dudaba, Dominik había dejado de ser afectuoso desde lo sucedido con Katherine, eso se lo había mencionado Emily justo hace unas horas.¿Antipatía?… Esa era la palabra que describía la relación de padre e hijo, Dominik solo se metía en la vida de Conrad cuando era algo crucial o tenía que regañarlo, pero en lo d