Katherine sonreía con cinismo ante la escena que estaban viendo sus ojos, justo al frente de ella se encontraban Dominik y Hannah discutiendo con gravedad. El cuerpo de Katherine no se encontraba allí, ella había mandado a su espíritu a la mansión para saber cómo se encontraba la situación de ellos, y vaya que le estaba fascinando ver como Dominik se consumía en sus problemas.― ¡Necesitas pasar tiempo con tu hijo, Dominik!... ― Los gritos de Hannah llegaban a sonar agudos, provocando que Dominik frunciera su ceño y soltara un suspiro intentando calmarse un poco. ― ¡Él necesita de ti!... Como yo de ti… ― Katherine se mordió su labio divertida al observar como Hannah nuevamente quería manipular a Dominik, con el tiempo en que los espiaba había notado el desagradable comportamiento de la Alfa con todos.Cuando ella iniciaba una discusión se hacía la víctima queriendo que los demás sintieran lástima de ella, era algo que Dominik sabía y que con el tiempo comenzaba a odiar.― Hannah, sal
Las voces del anillo no se detenían hasta que su plan de levantar a Katherine fue cumplido, las múltiples voces que se escuchaban dentro del rubí emitían cierta desesperación al ver que su ama no se levantaba. La Diosa Roja necesitaba la presencia de Katherine, por lo que el anillo llego a rasguñar con su diseño de raíces el dedo índice de su ama, provocando que esta soltara un quejido leve y abriera sus ojos.― Carajo… ― Suelta un insulto en voz baja al observar como el anillo emitía un brillo intenso, a ambos lados de ella se encontraban los cuerpos de Aarón y Noah, el cual este último tenía el sueño muy ligero, por lo que escucho a Katherine.― “La Diosa Roja solícita su presencia en él tembló, mi ama…” ― Fue lo que Katherine escucho del anillo, comenzó a deslizar su cuerpo en la cama para salir de allí, pero Noah se sentó para mirarla con confusión.― ¿Qué sucede?... ― La voz ronca de Noah hizo que Katherine se detuviera, por lo que volteo su rostro para observarlo con cierto cans
Las palabras de la Diosa Roja aún seguían rondando por la cabeza de Katherine, la cual había creado miles de escenarios sobre el ataque de la deidad blanca hacia ella. Pero entre más pensaba sobre aquello más sentía la angustia crecer en ella, Katherine incluso llegó a pensar que quizás lo que había dicho la Diosa Blanca de atacarla solo era una amenaza vacía.Y que su verdadero objetivo era verla llena preocupación y desesperación al no saber cuándo atacaría, por lo que Katherine no le daría el gustar de verla de esa manera. Habían pasado más de dos semanas en que no había visto ningún cambio, todo se encontraba tranquilo en el castillo. Su manada seguía haciendo sus labores, algunos se encontraban cazando algún venado o explorando el territorio.Los mellizos se encontraban jugando entre los inicios del lago, aquel día era cálido por lo que Katherine les había dado el permiso de salir a jugar y que mañana volvieran a retomar sus estudios. Eris veía como algunos peces muy pequeños nad
Los mellizos se miraron con complicidad al saber que era el momento de descubrir sobre el pasado de su madre, ahora ellos tenían 12 años y la promesa que su madre les había mencionado hace 4 años aún seguía intacta. Ellos en ningún momento se les había olvidado, habían guardado ese recuerdo como si fuera el mayor de sus tesorosEris observó cómo su hermano salía de su cama listo para buscar a su madre, por lo que ambos salieron encontrándose en el camino a varios empleados de la manada, los cuales les mencionaron que Katherine se encontraba en su habitación. Los mellizos podían sentir como se encontraban ansiosos por lo que verían en el pasado de su madre, aunque esta les había llegado a contar algunas cosas, sabían que sería muy diferente.Katherine tenía planeado que vieran todo lo que Dominik le había hecho y con ello también que sintieran el dolor que ella tuvo por mucho tiempo, en el fondo temía que sus hijos no soportarán el dolor o que algo saliera mal al mostrarle su pasado, p
La respiración de Ares estaba agitada, su corazón bombeaba sangre rápidamente ante el esfuerzo que estaba haciendo. Su hermana, a unos metros de distancia también se encontraba igual que él, ambos estaban entrenando los fuertes ejercicios que sus papás y Brunilda les había otorgado.La promesa que habían hecho hace 5 años se estaba cumpliendo para ellos, durante ese tiempo la Diosa Blanca había mandado a varias personas a atacarlos a ellos y también a Katherine, los mellizos habían hecho lo imposible para que no se acercarán a su madre, la cual se encontraba feliz ante el progreso que tenían sus hijos. Katherine sabía que el momento de cumplir con su venganza había llegado, sus hijos ya tenían suficiente edad para tomar sus decisiones y más cuando ellos le dijeron personalmente que la ayudarían en todo.(…)Dominik no sabía cómo debería sentirse, por fuera dejaba a la vista su fingida felicidad ante su familia. Ahora intentaba convivir aún más con su hijo y con su amante, ya que eran
Las palabras de Karl aún seguían rondando por la mente de Conrad, este ahora entendía el comportamiento de sus padres hacia él y entre ellos. Pero el amargo sentimiento que sentía aún no se iba, sabía que su madre solo lo quería y que está nunca lo llegó a amar. Por otro lado, Conrad no sabía que era lo que sentía su padre por él, acaso era:¿Amor?… Lo dudaba, Dominik nunca llegó a mostrar aquel sentimiento de un padre hacia él, solo había estado en los momentos más importantes de Conrad, y este en el fondo lo agradecía porque adoraba a su padre. Tampoco había llegado a presenciar amor entre Hannah y Dominik, solo había visto un deseo carnal entre ambos.¿Aprecio?... También lo dudaba, Dominik había dejado de ser afectuoso desde lo sucedido con Katherine, eso se lo había mencionado Emily justo hace unas horas.¿Antipatía?… Esa era la palabra que describía la relación de padre e hijo, Dominik solo se metía en la vida de Conrad cuando era algo crucial o tenía que regañarlo, pero en lo d
El insomnio que poseía Katherine era notable, habían pasado más de cuatro días que no podía conciliar el sueño. Había intentado de todo, tomar té, medicamentos e incluso se hizo ella misma un conjuro para intentar dormir, pero nada le funciono. Su cuerpo se encontraba tan casando que ni siquiera intentaba levantarse de la cama, Katherine simplemente cerraba sus ojos intentando así poder dormir, pero no podía. Aquel mal presentimiento que había comenzado a crecer en ella ocasionaba que estuviera en alerta en todo momento, era como si hubiera un peligro que estaba a punto de llegar.Noah y Aarón, eran quienes se encargaban de seguir con la rutina que normalmente Katherine hacía como monarca, también la vigilaban a ella para que no se esforzara con su poder intentando dormir. Brunilda luego de terminar su turno de explorar el territorio en donde se encontraban iba a visitar a su amiga en silencio, quería que Katherine supiera que estaría allí para ella. Los mellizos también se encontraba
Aquella simple palabra había ocasionado que la Diosa Roja tuviera una visión, una en donde podía sentir que quizás Katherine podría morir pronto y ella no podría hacer nada. Pero sabía que los mellizos harían lo imposible para salvar a su madre, aunque la deidad roja quisiera mostrarle una parte del futuro a Katherine, no podía. Sabía que las cosas podrían cambiar si les mostraba aquella visión, por lo que opto mostrarle el peligro que se avecinaba.― Tienes que resistir un poco más… ― Los ojos de Katherine se encontraban húmedos ante el enorme cansancio que poseía en su cuerpo, sentía un agotamiento tan grande que quería desmayarse en ese momento, pero había algo que lo retenía. La deidad roja por dentro hubiera deseado querer esperar más tiempo para que Katherine se recuperara, pero el tiempo era corto y sabía que luego que le mostrara aquella visión ya no podría ayudarla más.Lo que pasaría a partir de ahora sería el crecimiento para cada uno de ellos, y tenían que hacerlo sin ning