Katherine se había enterado por parte de Noah que este había rechazado a Aarón como su alma gemela, y en cierta parte no se sorprendió, ella podía sentir el gran amor que el Beta sentía por ella y era mucho más fuerte que el amor que Dominik sentía por ella. Y es por eso que Katherine desde un principio no creyó en las almas gemelas, sentía que aquello era una total falsa que la propia Diosa Blanca había creado, porque entre su investigación supo que había sido ella quien creo las almas gemelas.En realidad, las almas gemelas pueden llegan hacer tu compañera de vida, como si fueran amigos de toda la vida. No tenían que romanizarlas al punto de considerar que estaban destinadas a crear una vida juntos como pareja, y Katherine les enseñaría eso a todos los que estaban en su manada junto con el crecimiento de sus hijos. Dominik podía ser su alma gemela o su verdadero amor, pero no importaba si la otra persona no sentía el mismo sentimiento.Algunas veces Katherine prefería estar sola en
Los meses para Katherine habían pasado con rapidez, estar ocupada con su manada ayudando a cada persona casi no le daba tiempo de muchas cosas, pero su venganza aún seguía presente. Algunas veces ella misma dejaba que su espíritu visitara aquella mansión que una vez la rechazo, podía notar como el comportamiento de Dominik se volvía peor al igual que su salud. Aquel Alfa apenas podía dormir ante las constantes pesadillas que tenía sobre su esposa, al principio solo fueron pesadillas, pero Katherine había aumento su venganza al punto de que el Alfa tuviera apariciones de ella en cualquier lugar.Aquel ser que había invocado con anterioridad estaba haciendo un buen trabajo, Dominik apenas podía dormir y algunos les decían que solo estaba alucinado, ya que no podían ver a la aparición de Katherine. El Alfa estaba cansado, y al principio Hannah lo trato de consolar diciéndole que tenía que mirar al futuro, y pensar más en el hijo que estaba a punto de nacer. Pero aquella mujer se cansó al
Las contestes palabras que las Omegas le estaban diciendo a Katherine hacían que esta frunciera su ceño al escucharlas en la lejanía, su visión se encontraba borrosa y apenas podía visualizar las personas que estaban al frente de ella. Pero el dolor que sentía en su vientre ocasionaba que de sus labios soltaran gritos de agonía, sentía como algo la apretaba y quisiera salir. El rostro pálido de Katherine se encontraba húmedo de su propio sudor y lágrimas, que en ningún momento se detuvieron.Brunilda al ver el estado de la mujer no podía evitar sentirse mal, podía notar como esta estaba sufriendo y no podía ayudarla. Las Omegas le gritaban a su Luna que debía de pujar para que saliera el bebé, pero Katherine apenas tenía fuerza. El rostro de su Luna comenzó a colocarse de un color rojizo ante la presión que estaba haciendo al pujar, su respiración se había detenido por un momento y luego de unos minutos volvió a dejar caer su cabeza en la almohada.El llanto de un bebé inundo toda la
La brisa gélida pegaba con fuerza los árboles ocasionado que algunas hojas cayeran y las ramas se golpearan entre ellas probando un fuerte sonido, las ventanas no dejaban entrar la tormenta que estaba afuera. Dentro del castillo estilo gótico todo estaba en calma y el calor se emitía en todas las habitaciones, los mellizos que ahora tenían 8 años no habían podido conciliar el sueño ante los fuertes sonidos de los truenos, pero su madre se encontraba con ellos leyéndoles un cuento.Los mellizos veían a su madre con un brillo en sus ojos, las fracciones de Katherine se habían vuelto un poco más maduras, pero aún poseía la misma belleza que antes. Sus hijos sentían una fuerte adoración por Katherine, quien les había enseñado muchas cosas durante aquellos años, tenían la capacidad de aprender las cosas de una manera sorprenderte, al punto en que dejaban atrás a muchos otros niños de la manada.Aun así, su curiosidad se hacía mucho más grande con el pasar de los días, Eris y Ares querían s
Katherine sonreía con cinismo ante la escena que estaban viendo sus ojos, justo al frente de ella se encontraban Dominik y Hannah discutiendo con gravedad. El cuerpo de Katherine no se encontraba allí, ella había mandado a su espíritu a la mansión para saber cómo se encontraba la situación de ellos, y vaya que le estaba fascinando ver como Dominik se consumía en sus problemas.― ¡Necesitas pasar tiempo con tu hijo, Dominik!... ― Los gritos de Hannah llegaban a sonar agudos, provocando que Dominik frunciera su ceño y soltara un suspiro intentando calmarse un poco. ― ¡Él necesita de ti!... Como yo de ti… ― Katherine se mordió su labio divertida al observar como Hannah nuevamente quería manipular a Dominik, con el tiempo en que los espiaba había notado el desagradable comportamiento de la Alfa con todos.Cuando ella iniciaba una discusión se hacía la víctima queriendo que los demás sintieran lástima de ella, era algo que Dominik sabía y que con el tiempo comenzaba a odiar.― Hannah, sal
Las voces del anillo no se detenían hasta que su plan de levantar a Katherine fue cumplido, las múltiples voces que se escuchaban dentro del rubí emitían cierta desesperación al ver que su ama no se levantaba. La Diosa Roja necesitaba la presencia de Katherine, por lo que el anillo llego a rasguñar con su diseño de raíces el dedo índice de su ama, provocando que esta soltara un quejido leve y abriera sus ojos.― Carajo… ― Suelta un insulto en voz baja al observar como el anillo emitía un brillo intenso, a ambos lados de ella se encontraban los cuerpos de Aarón y Noah, el cual este último tenía el sueño muy ligero, por lo que escucho a Katherine.― “La Diosa Roja solícita su presencia en él tembló, mi ama…” ― Fue lo que Katherine escucho del anillo, comenzó a deslizar su cuerpo en la cama para salir de allí, pero Noah se sentó para mirarla con confusión.― ¿Qué sucede?... ― La voz ronca de Noah hizo que Katherine se detuviera, por lo que volteo su rostro para observarlo con cierto cans
Las palabras de la Diosa Roja aún seguían rondando por la cabeza de Katherine, la cual había creado miles de escenarios sobre el ataque de la deidad blanca hacia ella. Pero entre más pensaba sobre aquello más sentía la angustia crecer en ella, Katherine incluso llegó a pensar que quizás lo que había dicho la Diosa Blanca de atacarla solo era una amenaza vacía.Y que su verdadero objetivo era verla llena preocupación y desesperación al no saber cuándo atacaría, por lo que Katherine no le daría el gustar de verla de esa manera. Habían pasado más de dos semanas en que no había visto ningún cambio, todo se encontraba tranquilo en el castillo. Su manada seguía haciendo sus labores, algunos se encontraban cazando algún venado o explorando el territorio.Los mellizos se encontraban jugando entre los inicios del lago, aquel día era cálido por lo que Katherine les había dado el permiso de salir a jugar y que mañana volvieran a retomar sus estudios. Eris veía como algunos peces muy pequeños nad
Los mellizos se miraron con complicidad al saber que era el momento de descubrir sobre el pasado de su madre, ahora ellos tenían 12 años y la promesa que su madre les había mencionado hace 4 años aún seguía intacta. Ellos en ningún momento se les había olvidado, habían guardado ese recuerdo como si fuera el mayor de sus tesorosEris observó cómo su hermano salía de su cama listo para buscar a su madre, por lo que ambos salieron encontrándose en el camino a varios empleados de la manada, los cuales les mencionaron que Katherine se encontraba en su habitación. Los mellizos podían sentir como se encontraban ansiosos por lo que verían en el pasado de su madre, aunque esta les había llegado a contar algunas cosas, sabían que sería muy diferente.Katherine tenía planeado que vieran todo lo que Dominik le había hecho y con ello también que sintieran el dolor que ella tuvo por mucho tiempo, en el fondo temía que sus hijos no soportarán el dolor o que algo saliera mal al mostrarle su pasado, p