Dominik durante dos días llego a extrañarse al no sentir la presencia de Katherine en la mansión, el olor aún se mantenía en mansión, pero en ningún momento la había visto caminar por los alrededores y aunque lo quisiera negar también estuvo pendiente de Noah, y también había notado su ausencia. El Alfa se llegó a preguntar que quizás se encontraba nuevamente enferma o que esta vez sí se había aislado por completo junto con el Beta.No podía negar que en el fondo la cercanía que tenía aquellos dos le llegaba a molestar, sentía que Noah tenía intenciones con Katherine, aun cuando hace meses le había dicho que no sentía nada por ella. Era karma lo que estaba sintiendo el Alfa, él se había acercado demasiado a Hannah, al punto de olvidarse que tenía una esposa, y ahora se encontraba confundido por los sentimientos que tenía por la mujer que estaba esperando un hijo de él.Dominik ya no era el mismo, había cambiado por completo y para las personas que estaban a su lado era como ver una nu
Aunque fuera de día la habitación de Katherine se encontraba a oscuras, las cortinas desgastadas y de color negro no dejaban entrar ni un rayo de luz. Desde que habían llegado a ese lugar, ella se mantuvo encerrada, aunque Noah entraba para ordenar el desastre que ella causaba y que no quería limpiar.Katherine por primera vez se sintió libre en dejar salir sus sentimientos en ese lugar, nadie la estaría juzgando y sobre todo no podía sentir el ambiente tan cargado de la mansión. Por primera vez en los años de relación con Dominik se sintió libre, pero aquella libertad la estaba pagando al recordar cada momento tormentoso que paso en la mansión.No importaba la hora, sus recuerdos la estaban atormentando al punto de corromperla. Katherine abrazó la almohada dejando que la sabana la tapara por completo, quería seguir llorando en silencio, pero la puerta se abrió con cuidado y luego se cerró. Katherine no tenía que preguntar quién era, Noah tenía la llave de su habitación y había estado
El trato indirecto que la Diosa Roja le tenía a Katherine era un tanto especial, en mucho tiempo no se había acercado a ninguno de sus seguidores como lo había hecho con aquella humana. Además, que muy en el fondo le tenía cierto afecto por todo el sufrimiento que en cierta parte la Diosa Blanca le había ocasionado, algunos pensarían que en lo único que tenían en común sería su odio hacia la deidad Blanca, pero en realidad no era así.Solo la antigua generación de Katherine había conocido la verdadera faceta de la Diosa Roja y por esa razón la adoraban con su propia vida, ella no era del todo mala. Pero Katherine, que había leído un montón de historias de aquella deidad, no se sentía capaz de tan siquiera ir a su tembló, la Diosa Roja podía cumplir el deseo más oscuro que su seguidor tenga, pero tendría que pagar un precio muy alto.Algunos decían que tenían que pagar con la vida de la persona que más amaban, otros que tenían que matar a toda su familia o simplemente pagar con algo de
El único sentimiento que sentía en ese momento Katherine era el miedo, ver aquella estatua con vida caminando hacia ella le causaba temor y más cuando se trataba de una de las tres deidades más poderosas. Con cada paso que daba la Diosa, Katherine daba dos pasos hacia atrás, queriendo tener una distancia prudente con ella. La Diosa Roja mostraba una sonrisa cínica, observando a Katherine como si fuera un juguete.― Yo no te he invocado a ti… ― La osadía que mostraba Katherine le gustaba a la deidad, sabía que la humana sentía miedo, pero aun así no lo mostraba directamente. ― Le pedí un deseo puro a tu hermana, la Diosa Blanca. ― Lo último ocasiono que la deidad roja soltara una carcajada, aquella risa había hecho eco en todo el lugar.― Oh, cariño… No me hagas reír, tu corazón no es puro y tampoco tu deseo. ― Katherine se relamió sus labios, en su mirada ahora se encontraba la molestia. ― Quieres venganza… Quieres destruir a cada uno de los que te humillaron y te abandonaron como un
En las manos del Beta se encontraba una taza de café junto con unas galletas, aquella mañana Noah quería hablar con Katherine sobre lo que harían ahora, ya que se habían quedado en el motel ya varios días. En su mente aún pasaba el recuerdo del incidente que hubo en la cafetería con aquel sujeto desconocido, el que Katherine solo haya susurrado algo y que este se fuera con miedo, le llego a sorprender.Katherine ocultaba algo mucho más grande, y aunque confiaba en ella, quería saber lo que estaba pasando para poder ayudarla en algo. Noah tocó con suavidad la puerta de la habitación de Katherine, pero no se sorprendió al no escuchar ningún movimiento del otro lado, saco del bolsillo de su pantalón la llave de repuesto que le había pedido al dueño y cuando entro todo se encontraba en silencio.En ese momento Noah no sentía que algo estuviera mal, desde que estaban allí Katherine se mantenía en silencio en su habitación y lo que menos quería hacer era salir, por lo que dejo la taza de ca
Solo bastaron dos meses y medio para que Katherine se sintiera como una diosa en la tierra, las palabras de la Diosa Roja sobre darle su propia manada se habían cumplido. Hombres y mujeres lobos llegaban ante el llamado de Katherine en sus sueños, aquellos que fueron exiliados por sus manadas o que estaban buscando una, ella les daba la oportunidad de unirse. Solo elegía a quienes en verdad sintiera que les daría una lealtad y morirían en una guerra solo por permanecer a su lado, durante esos dos meses varias personas se les unieron y Vivian en el enorme castillo ayudando en los deberes.Katherine se había convertido en su Luna y a ellos no les importaba que no tuviera un Alfa al lado que la acompañara, todos estaban de acuerdo que gobernaba mucho mejor que un Alfa. Detrás de Katherine siempre se encontraban tres sombras que la seguían sin titubear, eran las personas en quien más confía ella, pero también había una cuarta sombra que solo Katherine podía ver, y esa era la Diosa Roja.L
“Dominik se sintió como si se encontrara en el vacío, no podía ver nada de lo que estaba a su alrededor, pero sabía que tenía sus ojos abiertos. Intento con su olfato buscar un aroma conocido que pudiera guiarlo, pero el único que encontró fue el de Katherine. El dulce aroma de Katherine comenzó a guiarlo al frente de él, Dominik dudo por un momento en caminar, ya que no sentía algo sólido debajo de él.― Dominik… ― El nombre del Alfa se escuchó en la lejanía, aquella voz era la de su esposa. Dominik estaba seguro de eso, su corazón comenzó a latir con fuerza al recordar que durante esos meses había intentado buscarla, pero no había rastro.― ¡Katherine!... ― En la voz de Dominik se escuchó la desesperación, su respiración se volvía cada vez más agitada al escuchar como la voz de ella lo seguía llamado. Dominik esta vez intento avanzar para buscarla, pero no pudo. Unas cadenas de plata rodeaban sus brazos y piernas al punto de dejarlo arrodillado, el ardor en su piel se hizo presente
Katherine se había enterado por parte de Noah que este había rechazado a Aarón como su alma gemela, y en cierta parte no se sorprendió, ella podía sentir el gran amor que el Beta sentía por ella y era mucho más fuerte que el amor que Dominik sentía por ella. Y es por eso que Katherine desde un principio no creyó en las almas gemelas, sentía que aquello era una total falsa que la propia Diosa Blanca había creado, porque entre su investigación supo que había sido ella quien creo las almas gemelas.En realidad, las almas gemelas pueden llegan hacer tu compañera de vida, como si fueran amigos de toda la vida. No tenían que romanizarlas al punto de considerar que estaban destinadas a crear una vida juntos como pareja, y Katherine les enseñaría eso a todos los que estaban en su manada junto con el crecimiento de sus hijos. Dominik podía ser su alma gemela o su verdadero amor, pero no importaba si la otra persona no sentía el mismo sentimiento.Algunas veces Katherine prefería estar sola en