Otro menos. Poco a poco, están disminuyendo los enemigos de esa pareja, y estamos llegando al final de todo. ¿Se acuerdan de Enzo? También tiene una historia, que pronto será publicada. Subiré la sinopsis en mis redes sociales, por si quieren ir a verla.
— ¿Qué exactamente planeas hacerle? — preguntó Ezekiel; sin embargo, Holly no le dio una respuesta, solo una sonrisa.Últimamente, esa era su respuesta todo. Una sonrisa; sea cual sea su intención.Raúl fue el que contestó. El joven estaba callado observando el espectáculo, y a pesar de oír los gruñidos de auxilio del sujeto, no sintió pena por él. No cuando intentó matarlo.— Donará sus órganos — respondió. Se colocó frente a su hermana —. ¿Dices que él, hará la cirugía? Eso no puede ser.— Solo era para asustarlo. Yo lo voy a hacer — respondió a su hermano menor.— Señora, los análisis dieron positivo para donador.— ¿Estás segura? — consultó. Pues en ocasiones lo vio fumando y bebiendo. Alguna lesión debería tener. Algún órgano, debería estar mal.— He hecho todos los estudios, como lo pidió y están sanos — Tomó los documentos, y comenzó a observarlo tranquilamente.Ya habían pasado un día entero de eso, y había contratado expertos que lo puedan ayudar con este caso. Los profesiona
Nadie sabía quién era el que hacía las donaciones de órganos en los hospitales públicos; pero si, lograron atar cabos al respecto de la disminución de desapariciones de jóvenes. Habían pasado dos meses, desde su desaparición de este mundo. Fernando tenía una leve sospecha de lo sucedido con él, pero prefirió no indagar, pues, al fin de cuentas, el mundo en el que se encontraba, era así, y tarde o temprano, se toparía con alguien que no quisiera jugar. Por otra parte, la pequeña niña, había cumplido los dos meses y días, desde su nacimiento, por ende, ya tenía un nombre. Un nombre tan bonito y tan angelical, que era difícil de pasar por alto al escucharlo. Eris. Estaban volviendo a la casa, después de salir del hospital, mientras Ezekiel, se encontraba trabajando en la empresa. Holly abrió la puerta de su casa, y se encontró con la presencia de alguien que no esperaba. Su cuerpo tembló, y apretó a su bebé en sus brazos, mientras Luis, bajaba las cosas. El hombre aun no recordaba tod
Lo que mantenía a flote la relación de Holly y Ezekiel, era la confianza; ese fue el trato después de su última pelea, pero ahora, ella debía comprender los sentimientos que lo agobiaban. El hombre es su abuelo, el cariño, el aprecio, es inmenso; por lo que, contarle sus sospechas, sin una prueba, sería una muy mala idea.Los pensamientos de su esposo querían dividirse. Quería entender, ¿qué ha pasado por la mente de su abuelo, al hablar así de su esposa?Por un lado, estaba él, no deseaba alejarse; y por otro, estaba su familia, la familia que siempre había soñado en formar y al fin lo tenía. Estaba claro, que ahora su prioridad era su esposa e hija, y eso no cambiaría.— ¡¿Qué hace, la niña más hermosa de la casa?! —indagó Ezekiel, levantando a su bebé en brazos.Observó a Luis, custodiando la puerta, lo cual le pareció muy extraño, y lo molestó un poco.— Señor…— ¿Qué haces aquí? —preguntó. Custodiar cuando hay una niñera, además, solo estaba de visita el abuelo.— Vigilar, señor.
Holly llegó al hospital, con su bebé en brazos, encontrándose con Raúl, sentado con el rostro cubierto, alejados de todos. La mirada que le daban, era de lástima absoluta, y eso, molestaba demasiado a su hermana mayor, que se paró al lado de él, y observó a los demás presentes, con cara de pocos amigos. En segundo, desviaron la atención de ellos. — Te ves fatal. Eso hace normal, que te miren con lástima — masculló ella —. No te precipites. Ella recuperará la memoria. — ¿Y si no lo hace? — Holly guardó silencio. No tenía una respuesta —. No importa. El verla bien, es suficiente para mí. — Podrías volverla a enamorar, con tu encanto de niño mimado — respondió. Raúl levantó la mirada y observó a su hermana. No se estaba burlando, pero tampoco estaba tan sería, y era entendible. Su mejor amiga había despertado, y estaba bien; el único inonveniente, era que él, no estaba en ciertos recuerdos de la mujer que amaba. — Voy a estar bien, Holly. Debes pasar a verla — aconsejó el joven, pon
Ezekiel estaba levente consciente. Estaban subiendo a alguien a la ambulancia, mientras a él, lo sacaban de debajo de los escombros. Sus fuerzas no daban nada más, para mantener los ojos abiertos. Todo lo que lograba escuchar, era un zumbido, y luego gente corriendo de un lado para otro. Su esposa, siendo sostenida por su padre, mientras al parecer, gritaba e intentaba salir corriendo. Su rostro estaba empapado de lágrimas. Ella era hermosa, la más hermosa de las hadas, y él, un patán, que solo se ha dedicado a destruir su vida. Ella cayó de rodilla, y él no pudo evitar sentir desesperación de ir a abrazarla. Giró la cabeza para no verla, y cerró sus ojos. Simplemente los cerró. — ¿Quién fue el causante de esto? Quiero respuestas, ya — dijo Holly, caminando de un lado a otro. Tomó la cruel decisión de no ir al hospital, y quedarse en el lugar del incidente. Tomó la decisión de despedir a los hombres de su esposo, y contratar nuevos personales. Y tomó la decisión de hablar con sus
Ezekiel se mantenía sereno en la habitación. Aun recordaba el rostro de su esposa, pidiendo que lo salven. Esa no era la primera vez que se encontraba entre la vida y la muerte, pero ésta vez, confiaría en ella. Estaba claro, que sus enemigos estaban en su propia casa. La puerta comenzó a abrirse, por lo que su ilusión de ver a su mujer, se desvaneció en ese mismo instante. — Debería sentirme ofendido, de que no estés feliz de verme — manifestó su abuelo. En realidad, el anciano estaba decepcionado de que su nieto adoptivo, haya sobrevivido. Cuando lo adoptó, pensó en meterlo en el negocio, pero primero quiso amaestrarlo con las finanzas y manejo de empresas grandes; así también, darle a conocer los negocios oscuros. Sin embargo, no se imaginó que se mantendría firme, ante la lucha contra la trata de blanca. Buscó infinitas maneras de que se aleje, incluso buscarle esposa; pues, aunque no lo admita en voz alta, logró encariñarse con él, y sabía que su sentimiento era sincero. Lame
Ese día, ese momento, ese mismo instante, ellos hicieron un pacto. Estaba claro que la joven médica tenía un plan en mente, y lo llevaría a cabo junto con su esposo; sin embargo, el anciano no se dejaría atrapar fácilmente, y aunque el corazón del hombre se encuentre afligido por la realidad, que lo golpea, debía acabar con esta guerra. Quizás, la trata de blancas no se acabe con la muerte de la persona que más quiere, pero al menos, muchas mujeres y niños, caminarán tranquilas nuevamente a sus casas y disfrutarán de sus familias. Holly se encontraba saliendo de la casa de su madre, de ver a su hija. Una vez en el camino, un coche se interpuso en frente de ella, impidiéndole el paso. Ella no se inmutó, pues sabía que tarde o temprano eso pasaría. O ellos atrapaba a señor Dankworth, o él los atrapaba a ellos. simple. Apenas puso un pie fuera del coche, los hombres del anciano, la tomaron del cabello y la obligaron a entrar en el interior del otro automóvil. Cuando vio al anciano, el
La ansiedad de Raúl, crecía considerablemente, al no tener noticias de lo que estaba pasando. Su cuñado y su padre, no quisieron llevarlo, alegando de que debía quedarse alguien con su madre, y el más indicado, era él.Su celular comenzó a sonar, por lo que, al ver el nombre de Gina en la pantalla, rápidamente contesto.— No has venido hoy al hospital — musitó la mujer, con voz tímida. Raúl sabía que debía contarle la verdad de ellos dos, pero no se atrevía a hacerlo —. ¿Vendrás?— Me temo que hoy no podré ir a hacer compañía — respondió —. Me he quedado en la casa con mi madre, y mi sobrina.— Te he visto en mis recuerdos — confesó. El corazón del joven se paralizó por un segundo, antes de contestar.— ¿Me aventaste con algo en la cabeza? — inquirió.— Te estaba besando — susurró.La sonrisa que se formó en el rostro de Raúl, era imposible de ocultar, acompañado de sus ojos lagrimosos, fruto de la emoción de esa noticia.— Ocurrió — afirmó él.— Somos algo más, ¿verdad?— Sí.— Lo su