Mis manos estaban un poco frías y cuando intente abrocharme el collar de perlas no pude, porque mis manos no paraban de temblar y ciertas palabras de Adeleyn comenzaron a resonar en mi cabeza “puede ser peligroso” “¿estás bien?” “tener un niño no es tan fácil”, pase mis manos de manera rápida por mi vestido, solté mi cabello y lo deje solo caer, moví a unos lados mi cabeza y di un suspiro. Me mire al espejo y note que verdaderamente estaba espectacular, el vestido y los tacones tenían una combinación perfecta y mi espalda al descubierto lucia genial, seria la envidia de todas aquellas empresarias y ahora que me había convertido en ceo, tenía que demostrar con mi apariencia que estaba más que lista para hacer crecer la empresa.

Recordé que alguien estaba allá abajo esperándome, me incorpore de una manera firme, pinte mis labios de un rojo intenso, coloque polvo en mi cara y un poco de rubor en mis cachetes-

-No hay nada más irresistible que una catira hermosa – me dije a mi misma sonri