Ethan llego al castillo de Eren mucho más rápido de lo que pensó, anunció su llegada para que se lo hicieran saber a su rey.Mientras que Ethan hacia acto de presencia, Eren conversaba con su esposa Valentina en la sala de juntas. Ambos discutían por el poder de su pequeña hija, cuando son interrumpidos por el beta de Eren.—Mi señor, mi señora —Saluda —. El alfa Ethan de luna azul se encuentra afuera, solicita su presencia mi rey.Eren se pone en pie, su regreso había sido muy rápido. ¿Shery estaba curada?—Ese viaje fue rápido, querido, ¿Qué habrá pasado?—Iré a averiguarlo —Planta un beso en la frente de su esposa y se aleja.Un poco nervioso, Eren apresura el paso hasta el exterior… no más al llegar afuera, se fija en el enorme lobo negro que se encontraba dando vueltas de un lado al otro.—“Ethan, ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué has bajado tan rápido?”—“Ven conmigo, Eren”El rey no se lo piensa dos veces, y corre hacia su amigo para transformarse en un enorme lobo blanco. De la mi
Eren y Ethan se embarcaron en un viaje hacia las montañas más heladas, el norte era muy poco visitado por los lobos. A pesar de ser de aspectos peludos y resistentes al frío, aquel camino era de otro nivel.Nadie tomaba ese rumbo, puesto que sabían que su muerte seria segura.—“Espero que esa bruja no nos esté engañando, Ethan”—“Yo deseo lo mismo, puesto que la vida de mi esposa está en juego”Ambos lobos llegaron al límite de la planicie. Tenían que descender aquel risco que conectaba con la base de la montaña. Ese camino era el único que existía para poder escalar esa montaña del infierno.—“Ya estamos aquí, no hay vuelta atrás” —gruñe el rey alfa —. “Andando”Los lobos descienden a gran velocidad; saltando, esquivando troncos y arbustos. Su objetivo era llegar lo más pronto posible a la montaña, puesto que al llegar a ella les tomaría mucho tiempo para encontrar a Lucían.Sería como buscar una aguja en un pajar. Un lobo albino escondido entre un montón de nieve, les haría bastante
—Eso es imposible, los humanos ya no entran en estas tierras —explica, pero parecía bastante confundidos.—Eso puedo entenderlo, pero hay verdad en lo que te digo. Es un humano, de eso no cabe dudas.Bardas se queda pensando un momento en las miles de posibilidades que pudieran existir de que un humano se adentrara al bosque, y todas eran nulas. Su padre había enviado a un grupo de lobos en su forma humana hacia la ciudad más cercana.Y estos lograron averiguar que la entrada al bosque estaba prohibida, de hecho, se encontraba clausurada. La única opción que le quedaba era que algún animal arrastro a esa pobre persona con la intensión de comérselo. ¿Pero qué animal haría una cosa como esa?—No hay lógica, lo sé —la albina se pone en pie —. He venido para informarle a tu padre que deben de tener más cuidado que antes, algo peligroso y agresivo ronda estos bosques, y no creo que sea Lucían.—¿Y que puede ser? ¿Lobos salvajes? —pregunta la castaña.—No lo creo —responde Bardas tomando su
Deisy junto con Ría llegaron a casa cuando casi todos estaban descansando. La joven albina fue recibida por su beta, quien le daba noticias de como habían pasado el Día. Por suerte todo estuvo bien, nada de lo que debía preocuparse.Después de regresar a su forma humana, Deisy solo quería descansar en su cama. El viaje ida vuelta fue bastante largo y pesado. Si ella estaba en ese estado, no se quería ni imaginar cómo estaba la pobre de Ría.La albina se encaminó hasta su recámara, cuando es interrumpida por la aparición de la matriarca.—Mi señora —la llama en susurro.—¿Qué ocurre?—El hombre ha despertado, y dice querer ver a la mujer albina —la anciana musita, como queriendo que nadie la escuchase.—¿Te dijo el motivo? —con tanto cansancio se le había olvidado que un humano moribundo estaba en sus dominios.—No mi señora, pero insiste en verla.Deisy guarda silencio, luego asiente a la anciana. La mujer entiende, y se marcha de inmediato. Ella se preguntó que podría querer ese hom
—“Siempre creí que eras un lobo valiente, pero ahora me doy cuenta de que solo eres un cobarde que se esconde entre la nieve”—Quien se esconde, lobo alfa.Lucían le hablaba, pero no en su mente, y eso le decía que estaba muy cerca de él.—“Solo buscaste la oportunidad de cuando Eren y yo nos separáramos para atacar a uno primero”—Eres muy inteligente, me gusta tu astucia —el lobo buscaba el lugar de donde proviniera con más fuerza la voz de Lucían.—“Porque no sales, y te demuestro lo que puedo ser capaz de hacerte”—¡Claro que lo comprobaremos, alfa! Pero todo a su tiempo.Ethan había descubierto de dónde provenía la voz, ya lo tenía ubicado y no tendría escapatoria.Sin pensárselo dos veces, Ethan hace amago de atacar el lugar donde estaba Lucían, cuando de pronto, un fuerte gruñido y un enorme lobo albino se abalanza sobre Lucían. Esta acción le impidió a Ethan que pudiera atacarlo.Eren se encontraba detrás de Lucían guardando silencio y tratando de ocultar su presencia,
Esa noche Deisy no conseguía dormir, estaba tan inquieta, algo en su interior le decía que algo malo estaba sucediendo. La albina daba vueltas en la cama con los ojos bien abiertos, hasta que cansada de dar vueltas sin poder conciliar el sueño se pone en pie.La joven abandona la habitación y camina hacia la parte de debajo de la casa, en donde encuentra a Ría tomando un poco de agua. La loba vivía en su residencia también.—Mi alfa, ¿Qué hace despierta a estas horas?—No puedo dormir.—¿Está preocupada por algo?—Eso creo…Es que ni ella misma sabía lo que le pasaba, era una inquietud que guardaba por dentro que la molestaba.—No debe preocuparse tanto, seguro que todo va estar bien —Deisy le sonríe a la joven, pero no estaba tan segura de ello —. Volveré a la cama, usted también debe hacer lo mismo.—Iré en un rato, tú ve a descansar.Deisy se queda sola en la cocina mirando por la ventana, desde allí podía ver las celdas. Ella muerde sus labios, para luego llevar la mano a su pecho
Las heridas de los alfas han sanado completamente, y aquella mañana antes de que el alba resurgiera ya estaban en pie dispuestos a emprender el viaje a lo más alto de la montaña. Los dos estaban preparados para enfrentar una vez más a ese lobo, y en esa oportunidad no tendrían piedad.—Creo que debemos seguir por ese camino —Ethan en su forma humana contemplaba el camino por el cual sospechaba que Lucían había ido.—¿Estás seguro? —pregunta su compañero llegando a su lado.El frío era demencial en aquel lugar donde ellos estaban, y mientras más escalaran, se volvería peor.—Sí, iremos por ese camino —Eren observa el sendero, era muy rocoso y lleno de arbustos.—Muy bien, entonces, andando.Los amigos dieron a relucir su verdadera naturaleza emprendiendo la marcha tras Lucían. Pisaban sus talones, quizás aquella batalla terminase antes de lo que esperaban.[…]Lucían escalaba la montaña en su forma humana de manera muy ágil. Era como si lo hubiera hecho cientos de veces. El frío que ha
—Mi alfa —la voz de Ría la saco de su estupefacción —. ¿Se encuentra bien? —la joven se aproxima a ella, y de inmediato, la albina percibe el aroma del humano en el cuerpo de su amiga.—¿Qué ha pasado?—¿Con el humano? —Deisy solo logra asentir —. Su herida volvió abrirse, tuve que cocer de nuevo su cuerpo y ponerle vendas nuevas. ¿Qué es lo que ha pasado mi alfa? ¿Intento escapar?La albina guarda silencio y mantiene su postura erguida.—¿Y eso causara algún efecto secundario en él? ¿Morirá? —Ría parecía confundida, ante tantas respuestas esquivadas.—No mi señora, él no morirá. Si perdió sangre, pero se repondrá. La matriarca le ha preparado un té para que se durmiera. Estaba algo inquieto, me dijo que quería salir a…—Deisy ensancha la mirada.—¿A qué?—Dijo que quería verla —susurra la joven algo apenada.Pero más avergonzada se sentía Deisy al descubrir que ese humano la estaba poniendo en una situación que no le simpatizaba. No quería que sus insinuaciones afectara su relación co