—Eso es imposible, los humanos ya no entran en estas tierras —explica, pero parecía bastante confundidos.—Eso puedo entenderlo, pero hay verdad en lo que te digo. Es un humano, de eso no cabe dudas.Bardas se queda pensando un momento en las miles de posibilidades que pudieran existir de que un humano se adentrara al bosque, y todas eran nulas. Su padre había enviado a un grupo de lobos en su forma humana hacia la ciudad más cercana.Y estos lograron averiguar que la entrada al bosque estaba prohibida, de hecho, se encontraba clausurada. La única opción que le quedaba era que algún animal arrastro a esa pobre persona con la intensión de comérselo. ¿Pero qué animal haría una cosa como esa?—No hay lógica, lo sé —la albina se pone en pie —. He venido para informarle a tu padre que deben de tener más cuidado que antes, algo peligroso y agresivo ronda estos bosques, y no creo que sea Lucían.—¿Y que puede ser? ¿Lobos salvajes? —pregunta la castaña.—No lo creo —responde Bardas tomando su
Deisy junto con Ría llegaron a casa cuando casi todos estaban descansando. La joven albina fue recibida por su beta, quien le daba noticias de como habían pasado el Día. Por suerte todo estuvo bien, nada de lo que debía preocuparse.Después de regresar a su forma humana, Deisy solo quería descansar en su cama. El viaje ida vuelta fue bastante largo y pesado. Si ella estaba en ese estado, no se quería ni imaginar cómo estaba la pobre de Ría.La albina se encaminó hasta su recámara, cuando es interrumpida por la aparición de la matriarca.—Mi señora —la llama en susurro.—¿Qué ocurre?—El hombre ha despertado, y dice querer ver a la mujer albina —la anciana musita, como queriendo que nadie la escuchase.—¿Te dijo el motivo? —con tanto cansancio se le había olvidado que un humano moribundo estaba en sus dominios.—No mi señora, pero insiste en verla.Deisy guarda silencio, luego asiente a la anciana. La mujer entiende, y se marcha de inmediato. Ella se preguntó que podría querer ese hom
—“Siempre creí que eras un lobo valiente, pero ahora me doy cuenta de que solo eres un cobarde que se esconde entre la nieve”—Quien se esconde, lobo alfa.Lucían le hablaba, pero no en su mente, y eso le decía que estaba muy cerca de él.—“Solo buscaste la oportunidad de cuando Eren y yo nos separáramos para atacar a uno primero”—Eres muy inteligente, me gusta tu astucia —el lobo buscaba el lugar de donde proviniera con más fuerza la voz de Lucían.—“Porque no sales, y te demuestro lo que puedo ser capaz de hacerte”—¡Claro que lo comprobaremos, alfa! Pero todo a su tiempo.Ethan había descubierto de dónde provenía la voz, ya lo tenía ubicado y no tendría escapatoria.Sin pensárselo dos veces, Ethan hace amago de atacar el lugar donde estaba Lucían, cuando de pronto, un fuerte gruñido y un enorme lobo albino se abalanza sobre Lucían. Esta acción le impidió a Ethan que pudiera atacarlo.Eren se encontraba detrás de Lucían guardando silencio y tratando de ocultar su presencia,
Esa noche Deisy no conseguía dormir, estaba tan inquieta, algo en su interior le decía que algo malo estaba sucediendo. La albina daba vueltas en la cama con los ojos bien abiertos, hasta que cansada de dar vueltas sin poder conciliar el sueño se pone en pie.La joven abandona la habitación y camina hacia la parte de debajo de la casa, en donde encuentra a Ría tomando un poco de agua. La loba vivía en su residencia también.—Mi alfa, ¿Qué hace despierta a estas horas?—No puedo dormir.—¿Está preocupada por algo?—Eso creo…Es que ni ella misma sabía lo que le pasaba, era una inquietud que guardaba por dentro que la molestaba.—No debe preocuparse tanto, seguro que todo va estar bien —Deisy le sonríe a la joven, pero no estaba tan segura de ello —. Volveré a la cama, usted también debe hacer lo mismo.—Iré en un rato, tú ve a descansar.Deisy se queda sola en la cocina mirando por la ventana, desde allí podía ver las celdas. Ella muerde sus labios, para luego llevar la mano a su pecho
Las heridas de los alfas han sanado completamente, y aquella mañana antes de que el alba resurgiera ya estaban en pie dispuestos a emprender el viaje a lo más alto de la montaña. Los dos estaban preparados para enfrentar una vez más a ese lobo, y en esa oportunidad no tendrían piedad.—Creo que debemos seguir por ese camino —Ethan en su forma humana contemplaba el camino por el cual sospechaba que Lucían había ido.—¿Estás seguro? —pregunta su compañero llegando a su lado.El frío era demencial en aquel lugar donde ellos estaban, y mientras más escalaran, se volvería peor.—Sí, iremos por ese camino —Eren observa el sendero, era muy rocoso y lleno de arbustos.—Muy bien, entonces, andando.Los amigos dieron a relucir su verdadera naturaleza emprendiendo la marcha tras Lucían. Pisaban sus talones, quizás aquella batalla terminase antes de lo que esperaban.[…]Lucían escalaba la montaña en su forma humana de manera muy ágil. Era como si lo hubiera hecho cientos de veces. El frío que ha
—Mi alfa —la voz de Ría la saco de su estupefacción —. ¿Se encuentra bien? —la joven se aproxima a ella, y de inmediato, la albina percibe el aroma del humano en el cuerpo de su amiga.—¿Qué ha pasado?—¿Con el humano? —Deisy solo logra asentir —. Su herida volvió abrirse, tuve que cocer de nuevo su cuerpo y ponerle vendas nuevas. ¿Qué es lo que ha pasado mi alfa? ¿Intento escapar?La albina guarda silencio y mantiene su postura erguida.—¿Y eso causara algún efecto secundario en él? ¿Morirá? —Ría parecía confundida, ante tantas respuestas esquivadas.—No mi señora, él no morirá. Si perdió sangre, pero se repondrá. La matriarca le ha preparado un té para que se durmiera. Estaba algo inquieto, me dijo que quería salir a…—Deisy ensancha la mirada.—¿A qué?—Dijo que quería verla —susurra la joven algo apenada.Pero más avergonzada se sentía Deisy al descubrir que ese humano la estaba poniendo en una situación que no le simpatizaba. No quería que sus insinuaciones afectara su relación co
La noche ya había descendido sobre luna azul cuando Bardas puso un pie en el interior de la casa. Para su suerte, su luna no estaba por ninguna parte, lo que le pareció bastante extraño. Pero de cierta forma era un alivio para su libido.Sin embargo, no podía dejar a un lado ese penetrante aroma a Adara. Estaba por todas partes, como si lo estuviera envolviendo, cautivando, necesitaba encerrarse en su habitación lo antes posible.Por otro lado, lo más prudente era que llamara a su luna y le preguntara como estaba. Tampoco podía entrar en la casa y esconderse en su recámara. Eso lo convertiría en un patán.—¿Adara? ¿Dónde estás?Se detiene en medio de la sala sin recibir alguna respuesta. Espera un momento más, pero nada. Bardas camina hasta el cuarto de ella y con la puerta cerrada, la vuelve a llamar.—¿Adara? ¿Estás en casa? —pero nada.Quizás no estaba, se dice.Sin querer invadir su privacidad, el príncipe camino directo hasta el cuarto que le había sido preparado. Al abrir la pue
Ethan olfateaba el aire buscando algún indicio de Lucían, pero este nuevamente parecía haber desaparecido. Y con aquella tormenta de nieve, le sería casi imposible dar con él.Desde que Lucían se volvió detectable para ellos, la cacería se hizo un poco más fácil. Solo que antes no tenían en claro el camino que debían tomar. Pero ahora que sabían dónde encontrarlo, de esa montaña no bajarían si no era con el corazón y la cabeza de ese infeliz.—“No huelo a nada, solo hielo, volvió a desaparecer ese desgraciado”—Eren le dice llegando a su lado.—“No debe estar muy lejos, es por el hielo que no podemos encontrarlo”—“Bueno, pero mientras que él aparece, nosotros debemos buscar donde descansar. Hemos pasado el día corriendo de un lugar a otro, necesitamos reponer fuerzas”—“Se aproxima una gran tormenta, quizás debamos permanecer en nuestra forma de lobos”—“En eso estoy de acuerdo, no creo que la soportemos en forma humana”—“Nos turnaremos”Eren le gruñe a su amigo, y ambos corren hacia