Nathan se quitó de encima de Lykos, no lo pensó dos veces para salir corriendo a dónde estaba Emma, la chica aún no despertaba, Nathan trató en lo posible de hacerla reaccionar, miró a su alrededor asegurándose de que el híbrido no los atacara, pero se dio cuenta que el híbrido ya no estaba en la habitación.

Emma abrió sus ojos y se encontró con los ojos azules profundos de Nathan, sus ojos se llenaron de lágrimas, y se lanzó encima de Nathan, abrazándolo con fuerza.

— No es un sueño ¿Verdad? Realmente estás aquí, perdóname, todo esto fue mi culpa, si hubiera sido más fuerte, podría haber huido — Emma en ese momento no pensaba en la infidelidad de Nathan, en ese momento no le importaba, solo quería estar en sus brazos para siempre.

— No, mi amor, esto no es un sueño, he venido a rescatarlos, esto no fue tu culpa, fue mi culpa, perdóname por habernos fallado, por haber defraudado nuestro amor, por haberme dejado llevar como un animal, mi corazón es tuyo Emma, eres la mujer a la que amo