Pasaron varios meses desde la última vez que los cazadores se enfrentaron a los hombres lobos y vampiros. Después de aquella terrible batalla, los cazadores se habían dedicado a rastrear la ubicación de sus enemigos, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. Los hombres lobos y los vampiros parecían haber desaparecido por completo. Entonces, los cazadores se dedicaron a entrenar y prepararse para la próxima batalla.Emma, la joven pelirroja, se había esforzado cada día entrenando. Aprendió a usar objetos mágicos y gracias a Athenea, su maestra, ya era capaz de utilizar magia de alto rango. Emma estaba decidida a convertirse en la mejor cazadora posible para poder proteger a su familia y amigos.Los demás cazadores también entrenaron arduamente después de haber perdido a tantos de sus compañeros. La pérdida de sus amigos y colegas había sido devastadora, pero todos sabían que la próxima batalla sería aún más peligrosa que la anterior, y estaban dispuestos a dar lo mejor de sí mismos.L
Con cada pisada que daban los cazadores, el sonido de sus botas resonaba en las calles de la ciudad. El viento soplaba fuerte, agitando sus capas y sus cabellos, creando una atmósfera tensa y cargada de energía. Los cazadores avanzaban con determinación, sus ojos escudriñando cada rincón y cada esquina, en busca de cualquier señal de los seres oscuros que habían estado causando el caos.La armadura negra de los cazadores era impresionante. Estaba hecha de un material especial que les brindaba una protección superior contra cualquier ataque. Cada pieza de armadura estaba meticulosamente diseñada, ajustándose perfectamente a sus cuerpos y permitiéndoles moverse con facilidad a pesar de su peso.En la cabeza de Nathan, la armadura de lobo gigante parecía una extensión natural de su cuerpo. Sus ojos brillaban con una inteligencia feroz, y su pelaje blanco resplandecía con un brillo mágico. Las garras afiladas del lobo gigante estaban listas para atacar, y su presencia imponente era sufici
Un tornado, una tormenta, y un tsunami acercándose lentamente, podía ser el inicio del apocalipsis, no podían permitir que el tornado causara más daño.Las cazadoras se colocaron en formación, sus manos unidas en un círculo. Cerraron los ojos y comenzaron a recitar un hechizo en conjunto, canalizando su energía y su poder para crear una barrera mágica alrededor del tornado. Los cazadores estaban a su alrededor, protegiéndolas de los hombres lobos y vampiros.La barrera comenzó a brillar con una luz dorada, y los cazadores pudieron sentir la fuerza del viento y la lluvia contra su piel. Pero no se detuvieron. Continuaron recitando el hechizo con una determinación inquebrantable, enfocados en su objetivo de detener el tornado.Poco a poco, la barrera comenzó a expandirse, envolviendo el tornado en un abrazo mágico. Los cazadores podían sentir la energía del tornado golpeando contra la barrera, tratando de romperla. Pero ellos se mantuvieron firmes, uniendo sus fuerzas y su magia para ma
Emma y Nathan corrieron a toda velocidad hacia el edificio donde Lykos estaba observando la batalla. Su determinación era palpable y sus corazones latían con fuerza en sus pechos, sabiendo que estaban a punto de enfrentarse al híbrido que había arrebatado la vida de su bebé.Sin embargo, en el camino, un lobo se les abalanzó y atacó a Emma. Ella luchó por su vida, pero el lobo era fuerte y estaba decidido a acabar con ella. Nathan se abalanzó sobre el lobo, luchando con todas sus fuerzas para proteger a su amada, aunque no estaba transformado en lobo, pudo darle pelea.— ¿Por qué estás luchando junto a cazadores? ¿Por qué nos traicionaste? Todo por esta mujer, nosotros somos tu familia, somos tu raza — El lobo era el padre de Nathan y estaba furioso.— Ustedes no son mi familia, miren todo el caos que están causando. Solo querían llamar la atención. Querían ser aceptados en el mundo humano, y lo único que han hecho, es matar a personas inocentes, y destruir todo a su paso — Nathan
Emma y Nathan avanzaron por los tejados de los edificios, saltando de uno a otro con habilidad y destreza. Lykos estaba en la cima de uno de los edificios más altos de la ciudad, observando la batalla con una sonrisa malvada en su rostro. Cuando los cazadores se acercaron, el híbrido se giró para mirarlos, sus ojos rojos brillando con un odio profundo.— ¿Qué hacen aquí? — Gruñó Lykos, su voz resonando en toda la ciudad — ¿Piensan que pueden detenerme?Emma y Nathan se detuvieron frente al híbrido, listos para luchar. Lykos extendió sus manos y comenzó a convocar un hechizo oscuro, pero Emma con grandes reflejos lo interrumpió con un hechizo de protección que había perfeccionado durante su entrenamiento.— No tan rápido, híbrido — Dijo Emma, con una determinación en su voz — En este tiempo nos hemos hecho más fuertes, no permitiremos que sigas causando más dolor y sufrimiento.Mientras Emma terminaba esa frase Lykos no pudo aguantar la risa, una risa genuina que se oía oscura y sinies
Lykos cerró los ojos por un momento, respirando profundamente mientras luchaba contra su propia oscuridad.El cielo se oscureció con una niebla negra y la lluvia se convirtió en una lluvia ácida que quemaba todo lo que tocaba. El viento se intensificó y los edificios empezaron a temblar.La marea del tsunami comenzó a subir, y las olas se convirtieron en enormes espirales de agua negra. La criatura se erguía sobre la ciudad, su cuerpo cubierto de escamas oscuras y brillantes que parecían estar hechas de obsidiana. Sus garras eran tan grandes como coches y sus ojos brillaban con un fuego infernal.El demonio tenía la cabeza de un dragón, la cola de un escorpión y las patas de un cangrejo gigante. Sus ojos parecían fuego, si lo veías a los ojos podías ver el mismo infierno.Lykos extendió sus manos hacia la criatura y lanzó un hechizo poderoso que la hizo tambalearse. La bestia rugió con furia mientras intentaba resistir el hechizo, pero finalmente cayó al suelo.Lykos se acercó al dem
El día después de la batalla final, Emma y Nathan se encontraban en el centro del campamento, rodeados de los demás cazadores. La luz del sol comenzaba a filtrarse a través de las ramas de los árboles, iluminando el rostro de los cazadores cansados y heridos. En el aire flotaba un silencio solemne, que solo se rompía por el sonido de los sollozos de los cazadores, que lloraban a sus caídos.Emma se acercó a Nathan, y él abrazó a Emma con fuerza, reconfortándola y ofreciéndole su apoyo en ese momento difícil. Los dos permanecieron abrazados durante un largo rato, compartiendo su dolor y consolándose mutuamente.De repente, se escuchó el sonido de helicópteros acercándose. Emma y Nathan se pusieron en alerta, y los demás cazadores también se pusieron en posición defensiva. Pero para su sorpresa, los helicópteros aterrizaron pacíficamente en medio del campamento.Un grupo de militares salió de los helicópteros, y se acercó a Emma y los demás cazadores con una actitud de respeto y grati
Un año después, Emma y Nathan se habían mudado a una cabaña cercana a la base del Crew, en un lugar más aislado y seguro para criar a su hijo. Su bebé, un niño pelirrojo de ojos grandes y brillantes, se llamaba James. Emma y Nathan estaban enamorados de su hijo y se sentían agradecidos por la oportunidad de ser padres.La cabaña era pequeña y acogedora, pero tenía todo lo que necesitaban. Había una chimenea en el centro de la sala de estar, donde se sentaban en las noches frías, acurrucados juntos en un sofá mientras James dormía pacíficamente en su cuna. La cabaña también tenía un pequeño jardín donde Emma cultivaba vegetales frescos para preparar comidas saludables para su familia.La vida en la cabaña era sencilla pero satisfactoria. Nathan y Emma habían aprendido a trabajar juntos para criar a su hijo mientras continuaban su trabajo como cazadores. Nathan había establecido una estrecha relación con los demás cazadores y los militares, y Emma había comenzado a enseñar a James algun