NARRADORAYa la cara de Cedrick era como la de un arcoíris radiante.Así llegó en la noche a la dichosa coronación que se celebró en el medio de la plaza central de la manada y luego la cena.Hasta ese momento, le duró la cara de bien follado y luego volvió a su expresión de perro rabioso.El Alfa hizo hasta lo imposible porque Raven se sentara a su lado, para hablarle de cerca, contarle de sus proezas y cualidades.Parecía un coqueteo en toda regla y ya Raven le daba esquinazos de todos tipos al hombre, directos y hasta medio groseros, porque una cosa era la educación y otra muy diferente que le estuviese riendo todas las tonteras al Alfa.La sala principal era enorme, llena de mesas rectangulares, donde personas sonrientes se sentaban, charlaban y comían.Raven casi no tocó su plato o su bebida, diciendo que estaba un poco agotada del viaje, cuando en realidad evitaba cualquier mezcla dañina en los alimentos.A pesar de que era muy difícil que la envenenaran ahora mismo.Su propio p
— Tranquilo mi Alfa, yo te cuido, no tengas miedo – le guiñó un ojo para relajarlo — Ahora quita esa cara de asesino y disimula igual que ellos, para que no adelanten cualquier plan que estén tramando. — Todo depende de ti, ya recibiste el maldit0 mensaje, ahora aléjate por lo menos 5 metros de ese estúpido, que igual fingiendo y todo, te ha sabroseado bastante con los ojos Cedrick iba gruñendo como lobo salvaje y Raven solo podía negar con la cabeza. Si Cedrick se enteraba de todos los hombres que se le insinuaron cuando estaba sola y salía disfrazada de una loba común a comprar alimento y víveres en las manadas al pie de la montaña, estaría infartando de los celos y queriendo masacrar a medio mundo. Al regresar al salón, fue como si un botón de pausa se hubiese puesto en play. De manera antinatural, muchos comenzaron a sonreírles o hablar con el de al lado, pero ellos, ya podían ver la realidad en el fondo de sus ojos, era desesperación y miedo. Raven le dio una orden mental a
Esa noche bien tarde, ya se había terminado todo el “festejo” y Raven esperaba con Cedrick, en la sala de la pequeña casa, que le habían asignado.Las tres guerreras de fuego, también vigilaban alertas desde el segundo piso, escondidas en la oscuridad, a través de las ventanas, viendo cualquier movimiento sospechoso o cerco, que les quisieran hacer.Sin embargo, las horas transcurrían y no se movía ni un insecto.— Cedricik, ya pasó mucho tiempo del horario en el papel del Alfa, ¿qué piensas que eso signifique? – Raven le preguntó mientras Cedrick se escondía detrás de una cortina y miraba a la calle desierta en penumbras.— No sé, pero todo está demasiado tranquilo, no podemos quedarnos más tiempo sentados, esperando a que vengan a atacarnos.— Iremos a investigar qué está sucediendo o una manera de salir de esta manada fantasma – Cedrick le respondió caminando hacia ella.Tenían todas las cosas importantes encima, listos para partir.— Envía a una de tus guerreras que explore el cam
Espera… no era la primera vez que la veía, en el cuarto de Raven, no, no, no, por casi toda la manada estaba esta flor, pero era rosa pálido, ¿por qué estaba tan roja y grande ahora?— Cedrick, ¿el Alfa murió?, ¿te habló de alguna manera de escapar? – la voz de Raven lo sacó de sus especulaciones.Le iba a contar, pero al mirar hacia atrás de las sombras en la espalda de Raven, vio como la forma de un punzón en el aire, hecho de enredaderas verdes unidas, con la punta aguda afilada y venenosa, estaba listo para clavarse a traición en la espalda de su mujer. ¡Justo como asesinó al Alfa!— ¡RAVEN CUIDADO DETRÁS! – Cedrick no lo pensó ni un segundo para abalanzarse sobre ella y tirarla al suelo.¡BAM!Cayeron pesadamente sobre la vieja madera y entonces repararon con horror, que en todos los escondrijos oscuros y esquinas, como si fueran serpientes rastreras, verdes y marrones, la flor de encima de la cómoda había ido expandido lo que parecían sus raíces, para rodearlos y atacarlos.— ¿
NARRADORA Silvana se retiró la capucha porque no podía contenerse ni un segundo más.Comenzó de nuevo en la cacería de las Centurias porque su tranquilo retiro en las lejanas montañas nevadas, fue interrumpido por este Alfa llamado Theodor, lleno de odio en su corazón.Su venganza le daba lo mismo y no le haría el trabajo sucio a nadie, pero el saber que una Centuria Alfa había surgido y estaba reviviendo a esta plaga de cucarachas, fue lo que logró traerla de regreso a la lucha.Ahora, ya Raven incluso había pasado a un segundo plano. Ese Alfa, ese hombre, era un hombre de invierno, pero ella no era como esas vulgares rameras que los cazaban para follárselos, no le interesaba los hombres de invierno en general, solo uno.Y Cedrick Walker era demasiado parecido a él, ¿un hijo? Esperaba que no fuese el caso o sería con esa mujer a la cual odiaba a morir.¿Algún otro parentesco los unía? No lo sabía, pero lo iba a averiguar.“Cedrick son ideas mías o esa maldit4 bruja te está mirando
NARRADORAAnte la defensa férrea y arrasadora de Cedrick, comenzaron a retirarse un poco, como con miedo.Se acercaban ya con más precaución luego del ataque feroz del Alfa, pero Cedrick lo sabía, solo era cuestión de tiempo para que se agotara por completo, no era invencible y cortar cada pieza tan dura, requería fuerza y destreza.Él era de carne y hueso, pero el enemigo no y parecía interminable.Esa mujer solo estaba desgastándolo, jugando con él, como el depredador con su presa.Por su lado, Raven danzaba entre las llamas, su lobo de fuego no era para nada una broma y ya había asesinado a varios guerreros de Theodor, que gritaba órdenes a diestras y siniestras, enfurecido y cabreado.Había traído a esa bruja, que casi le cuesta la vida buscarla en aquel apartado rincón del mundo y parecía estar pintada en la pared. La encontró prácticamente por casualidad, todo para que se encargara de esa Centuria y al parecer, se había encaprichado en Cedrick.¿Qué mierd4 de maldici0n era esta
NARRADORA— ¡¡Vincent desgraciado, enfréntame a mí, ven acá y lucha conmigo!! ¡¡Eres un maldit0 cobarde solo peleando contra una mujer!! Cedrick le gritaba enardecido, cegado en la ira, pero cada vez que intentaba dar un paso para acercarse a Raven, más y más mierd4s de plantas se le echaban encima.Si flaqueaba solo por un momento, pondría a Raven en mayor peligro al enfrentar a dos enemigos poderosos.Se sentía impotente y sabía muy bien que si el lobo de Raven no la defendía, con las espadas, no le ganaría a Vincent. Ese era el arma que mejor se le daba.Sin embargo, de un momento a otro, Raven logró acercarse lo suficiente para clavarle la corta espada a Vincent en el hombro.Pensó que era su momento perfecto de prenderlo en llamas, pero cuando iba a incendiarlo con todo, Vincent la agarró con rapidez por la empuñadura y Raven subió la cabeza llena de alerta por el próximo ataque del hombre, ¡estaban demasiado cerca!Los ojos oscuros, cual abismos, la observaban, parecían querer
NARRADORA— ¡¡Dime si te quedó bien claro!! ¡A la mujer le puedes hacer lo que quieras, mientras la mates al final, pero el hombre de invierno es mío! ¡¡mío!! – y las espeluznantes flores cercanas, giraron hacia él.Theodor se estremeció por un segundo.Bueno, del lobo un pelo. Odiaba a esta bruja también, pero nada podía hacerle, por ahora y la necesitaba.— Está bien, me quedó… muy claro… creo que lo que menos debemos hacer ahora mismo, es pelearnos entre … nosotros – se levantó tocándose aún la garganta adolorida.— Te daré a Ce…— ¡¡¡SE ESCAPAN!!!De repente, uno de los guerreros dio la alarma y todos se giraron para ver a través de las llamas como un enorme lobo se escapaba por detrás, con la Centuria montando en su lomo blanco.Silvana movilizó a todas las flores para que le bloquearan el paso como una barrera impenetrable.Raven miró con terror como punzones y raíces afiladas los atacaban desde todos lados, mortales y ya no estaban jugando para nada.La herían con veneno corro