CEDRICK

Estoy en la tina del baño muy relajado, después de haber disfrutado de mi noche de sexo salvaje con mi hembra.

Sé que aún me queda demasiado por trabajar, que no solo es acostarnos y ya, pero al menos me deja tocarla, se entregó a mí, por mucho que al inicio se hiciera la difícil y ahora solo tengo que asediarla sin descanso, demostrarle que no le volveré a fallar jamás.

Ser su apoyo y su confianza, el padre de cachorro.

— Vaya, te luciste campeón, casi pensé que después de tanto tiempo ni te ibas a acordar de como pararte – miro a mi miembro ahora mustio y lo elogio, el protagonista de la noche y como siempre, no me falló el muy condenado.

Esta mañana Raven se fue casi corriendo, huyendo a pesar de su caminar raro y yo orgulloso por haber anotado doble, llenándole de “magia” sus dos ricos agujeritos.

No me importa que escapara, se quedó a dormir conmigo y tengo esperanzas de que hoy regrese o veré como salgo de esta torre y me cuelo a su cuarto.

“Cedrick, ¿de qué será ese tat