RavenIntentó zafarse gritando en agonía, pero de algún lugar saqué una fortaleza increíble para agarrarlo y achicharrarle toda la cara.Veía cómo su piel desprendía humo y se ennegrecía debajo del fuego asesino y devorador.— ¿No te gustaban las difíciles? Te enseñaré lo que es arder en el infierno – lo miro enloquecida y no para de intentar quitarse de arriba mis manos, mirándome con pánico crudo en sus ojos, como si yo fuese un demonio.— Perdón… perdóname… por favor… perdóname— comienza incluso a suplicarme entre sus gritos y lágrimas hacen por caer, pero se evaporan ante tanto calor.Eso es lo que quiero, miedo en estado puro, si con eso puedo sobrevivir, entonces quemaré al mundo entero.— ¡Leo!… ¡¿Qué diablos es eso?! ¡Sepárala, lo está matando!— ¡No me voy a acercar a esa bruja! ¿Qué rayos es esa mujer?— ¡El Alfa, maldici0n, corre, el Alfa nos ha descubierto!— Ayuda, no me dejen… ayuda… — a penas suelta un susurro de socorro el hombre delante de mí.Su rostro irreconocible
CedrickEntro a mi cuarto y veo el pequeño bulto cubierto con las mantas.Siento que la muerte está acechando a Raven en cada esquina, que si me descuido solo un segundo, al otro, la voy a encontrar herida o lo que es peor, no podré salvarla de nuevo.Sé, que seguro se metió en esto para ayudar a Amalia, en ella está inherente la compasión, pero también es temeraria y aventurera, eso va a terminar llevándola un día, a un viaje sin retorno.Separo con cuidado las mantas para descubrir el tembloroso cuerpo de Sena, su pequeña loba Omega. Se ha tenido que transformar para sanar más rápido.La cargo entre mis brazos, cuidando de no lastimar sus heridas y la veo como abre sus ojitos y me lame la mano.— ¿Cómo estás, pequeña? – al fin se encuentra consciente y suspiro de alivio, examinando sus heridas, después de darle varias tomas de mi sangre y aplicarle medicamentos.“Está débil y Raven aún no está consciente” Eamon me dice angustiado.— Qué valiente ha sido mi Sena, tan buena lobita –
Raven— Lo hice… por mi madre— confiesa después de quedarse unos segundos en silencio y percibo la lucha interior que tiene.La entiendo, porque hay secretos muy peligrosos y ella debe tener miedo.— Mi madre está muy enferma, siempre tiene que estar hospitalizada, es una esclava igual que yo y necesitaba los medicamentos para salvarle la vida. — ¿Medicamentos? Pero tengo entendido que el Alfa abastece muy bien el hospitalito de las esclavas, incluso lo he escuchado ordenar a logística que mantengan todo lo necesario – le digo sin entender.— Raven, yo… la verdad es que hay muchas cosas que no son como el Alfa cree. — No dudo que sus intenciones sean buenas, pero el área de las esclavas, es como si fuese otro mundo separado del resto de la manada y ese espacio del terror, no es controlado por el Alfa Walker.— Tienes miedo, ¿cierto? Decirme las cosas y verte perjudicada – sé que aún no ha soltado sus precauciones —Dime qué quieres a cambio de que me ayudes, ahora soy la Luna de la
— Tenemos espías dentro de la manada, ya me he dado cuenta, solo, que no he podido atrapar la cola de esa rata – me dice hablando entre dientes y me alegro de que, al menos, sabe que existe un problema real.— Cedrick, hay cosas que tengo que hablar contigo, cosas que involucran a esos hombres – comienzo a decirle un poco nerviosa.Nuestra relación se ha estrechado este tiempo, pero aún tengo mis dudas de si me va a creer o no. Me estoy metiendo en asuntos serios de su manada.— ¿Qué sucede? ¿Reconociste a alguno de ellos? – me separa de su abrazo y me mira con seriedad.Entonces le cuento todo, las cosas que vi y escuché siendo una esclava, el testimonio de Diana, que ella puede saber más secretos y mis propias conjeturas.— ¿Estás segura de todo lo que me estás diciendo, Raven? Todas son acusaciones muy serias. — El área de las esclavas está bajo el control de varios Ancianos – me dice caminando por el despacho.Se levantó hace un rato, en lo que yo le contaba todo y lo veía anali
Raven— Todo eso ya lo sé, dime en concreto, esos hombres quiénes son y cómo las esclavas se ponen en contacto con ellos – Cedrick la interrumpe porque le está contando lo que ya hablamos.— No son de la manada, no salgo mucho del área de esclavas, pero he escuchado a las demás decirlo en secreto, esos hombres pertenecen a los rebeldes, son pícaros exiliados.— Ellos no tienen mujeres en su grupo, así que a cambio de comida y suministros, vienen y se acuestan con las esclavas. Excepto uno de ellos que sí he identificado… — se detiene y me mira, yo asiento la cabeza, dándole valor.— El … el hijo del Anciano Ronan, el guerrero Marshall – dijo en un susurro - Solo lo vi en una ocasión, tampoco creo que vaya frecuente o se cuida mucho de ser expuesto.— ¿Quién los pone en contacto?— La jefa de esclavas. Puedes hacerle la solicitud y pedirle lo que necesites. Haces tu parte con esos hombres y a cambio… te dan las cosas.O sea, que los suministros que les quitan, luego se los dan, pero a
Raven— ¡Me mentiste, maldit0, me mentiste! ¡¡Él confiaba en ti, confiaba en ti y lo llevaste a la muerte!!— comenzó a golpear con sus débiles puños el pecho de Cedrick que solo intentaba no dañarla.Yo me sentía mal, sin poder hacer nada por ayudarlo, parada en una esquina, viendo cómo entró el Beta y traía una caja de madera en la mano.Enseguida, con destreza, preparó un líquido en una jeringa y se lo inyectaron a Amalia a la fuerza, porque estaba como una loca sin control.Cedrick la cargó cuando se desplomó debido al fuerte sedante y la acostó en su cama. La tapó y apartó el pelo sudoroso de su frente.Con delicadeza le limpió el rostro pálido lleno de lágrimas y me pregunto, qué puede haberle pasado a Amalia para que le den esos ataques, donde parece confundir el pasado con el presente.“Ella perdió a su compañero y parece que se habían encontrado muy reciente”“Al inicio el lazo es inestable y si fue marcada y luego él murió a los pocos días, es mucho peor. Cuando se pierde as
No quiero abusar tampoco de él, ya me ha dado demasiado, así que dejo de chuparlo y drenarlo y paso la lengua por las heridas, ayudándolo a sanar y deteniendo el sangrado.Me separo un poco y lo miro seductora a sus ojos lobunos, llevo mis dedos a la boca y limpio el rastro en mi barbilla, para luego chuparlos y relamerme con la lengua.Gemidos y todo incluido, en este acto de z0rra que estoy protagonizando.— Raven, detengamos aquí. Hoy… no voy a poder jugar contigo, Luna. Hoy no tengo paciencia para preliminares, ¿entiendes?— su voz ronca, mitad humana y mitad lobo me advierte.— Yo no quiero jugar, Alfa. Nadie dijo algo de preliminares…— No estás en las mejores condiciones, a penas y te recuperaste, tú…— pero le pongo los dedos en la boca y lo hago callar.— Yo te necesito y estoy bien, mi cuerpo está perfecto, gracias a tus cuidados.— Teníamos un trato Alfa, un trato que no has cumplido con tu Luna – me inclino a centímetros de su hermosa cara, empinando mis nalgas y tomo su man
Raven— ¿Ce… Cedrick qué es eso? – pregunto excitada, pero un poco temerosa ante lo desconocido.Se ha detenido unos segundos y he podido tomar un respiro, sobre todo de la rara sensación que tengo allá atrás.¿Qué hace Cedrick toqueteando ese sitio tan sucio?— ¿Esto? Lo hizo el mejor artesano del reino, del mejor jade que existe, ¿no te parece exquisito? Lo acerca a mi rostro y parece como… ¿una pequeña pera verde con… con…?, ¡una cola al final!— ¿Una cola? – lo miro ahora sí, perdida por completo.— Sabes, esto lo mandé a diseñar hace mucho tiempo, ahora que lo saco de nuevo, me convenzo de que definitivamente estaba hecho solo para ti – responde acariciando suavemente la cola artificial y sé por qué ha dicho eso.¡Es del mismo color dorado del pelaje de Sena!Cedrick está tramando algo y ato algunos cabos, la pequeña pera de jade, él andando en mi trasero, que siento todo resbaloso y obviamente ¡el sitio donde va la cola!¡¿No pensará…?!— ¿No te encantan las cosas frías? – pasa