Pasó el tiempo, un par de meses y nuestras vidas estaban mejor que nunca. Luz y yo estábamos muy bien, en ocasiones peleamos por tonterías, pero jamás nos hemos dejado de ver.
Nuestra rutina tenía su ritmo de lunes a viernes, pero los fines de semana siempre había algo distinto. Viajamos mucho.
Jaime y su hermana se fueron a vivir juntos. Increíble pero cierto, se volvieron inseparables y Jaime la motivó a poner el jardín de fiestas en el terreno junto a la casa de Luz.
Al final, las hermanas terminaron haciendo una buena mancuerna, cada quien en su área. Luz comenzó a considerar en construir más habitaciones con la finalidad de dar servicio de hotel boutique, pero luego recordaba la cantidad de compromisos que tenía y desertaba.
En mi vida pensé ser tan feliz con ella, hasta aquella mañana de un lluvioso domingo, saliendo de mi apartamento con Luz, nos topamos con Stephanie mi vecina del apartamento junto al mío.
-Hola Andrés-me sonrió con la
Después del extraño encuentro con su vecina, Andrés estuvo muy extraño. Algo pasaba por su mente, pero no lograba descifrarlo.-¿Qué te ocurre?-Nada… no veo bien a Stephie.No era para menos, al parecer tenían ya varios años de conocerse, siendo así yo me sentiría igual.Volvimos a casa, nos acostamos en el acolchado sofá a ver la televisión, teníamos preparada una sesión de películas de acción, y un montón de golosinas para saciar nuestra ansiedad climatológica.Cerca de la una de la tarde, caímos rendidos y nos venció el sueño, abrazados y abrigados hasta el cuello escuchamos un estruendoso ruido…-¡Steph!- se levantó Andrés angustiado. Sin tomar en cuenta que estaba a su lado se levantó precipitadamente. Luego se volvió y dijo llama al &nbs
Andrés, Sé que hiciste todo por salvar mi vida. Pero mi alma murió el día que mi querido Carlos cayó por el balcón. Fue el amor de mi vida y siempre lo será. Perdón por no darte una oportunidad, se lo mucho que luchaste por mí. Volví de mi última rehabilitación con las esperanza de volver a amar, quizá darnos una oportunidad… al darme cuenta que yo ya no era más la dueña de tu corazón, tomé la decisión de partir y dejar vivir a todos los que me rodean. Sé feliz, te vi enamorado de Luz, espero que ilumine tu vida como no lo pude hacer yo. Con todo mi amor, &nbs
Mi nombre es Andrés Albert. Soy empresario. Mi abuelo, Francisco, nos heredó una pequeña empresa empacadora de alimentos para perros y gatos: Petgourmet “El guisado gourmet para tu mascota”. Gourmet Miau y Gourmet Guau. Además maquilamos procesos para otras empresas, así que el negocio es pequeño pero próspero. Nos da para vivir muy bien.Adolfo mi primo y yo, comenzamos a operar la empresa unos años antes de que el abuelo muriera. Isabel mi madre fue la gerente de operaciones y la tía Adela la gerente comercial, hasta que pasó a mejor vida.Entonces tomó el puesto de su madre y se dedicó a viajar buscando nuevos proyectos para crecer la empresa, mientras mi madre y yo, operábamos Petgourmet con orgullo.Unos años después, Isabel mi madre decidió retirarse y me dejó a cargo de todo. En la navidad de ese a&ntild
La miré a los ojos. Me sentía culpable y apenado por haber sido tan indiferente todo este tiempo. Luz estaba acostumbrada a mi mal carácter y mi repentino cambio de actitud la tenía totalmente descolocada. -Ingeniero, usted debe tener cosas más importantes que hacer… -Anda Luz, llámame Andrés, y no pongas pretextos, vamos. Además hace frío y no deseo esperar aquí afuera. Tengo mal carácter pero, ante todo soy un caballero, no pensarás que te dejaré aquí sola hasta sabrá dios qué hora qué el cerrajero se digne a llegar. En silencio, llegamos a la pintoresca cafetería, ordenamos un par de bebidas calientes, ella uno de esos cafés con mil cosas y chispas de chocolate, y yo un té chai. Nos sentamos en una sala de dos sillones individuales, bastante incómoda por cierto. Luz, se encontraba nerviosa, bien vestida, cara bonita, cabello lacio y negro, ojos verdes y hermosa sonrisa. No tenía idea de cuando había ingresado a la compañía, me di pena, teníamos die
¿Qué me pasa? Yo, dándole explicaciones a Luz. No lo entiendo. Hace unos días, ni siquiera la miraba y ahora me siento mal, porque Cindy vino y ¡ah! que tonterías, Cindy no es nada. Es una amiga ocasional ¿Cómo le explicas eso a una mujer que si te interesa?, tonta historia trillada, además es mi secretaria. “Hechos, hechos” recordé, esa era la frase de mi abuelo. Necesito ser honesto con Luz. Debo decirle cuanto me gusta. Quizá tomarlo con calma y ver qué sucede, esa es la solución por el momento. En realidad no sabemos nada el uno del otro. Llamé a RH para que me enviaran el currículum: -Ya está en su correo ingeniero…-Me aclaró Almendra. ALVAREZ ROBLEDO LUZ MARIA FECHA DE NACIMIENTO: 9 de Marzo de 1986 ESTADO CIVIL: SOLTERA DOMICILIO: Lomas del Pedregal 307-A-II Las Lomas TELÉFONO: 5565-8595 EDUCACIÓN BÁSICA: PRIMARIA, SECUNDARIA Y PREPARATORIA: 1992- 2004 Liceo Franco Mexicano
El ingeniero Andrés me invitó a salir. Me encontraba totalmente desconcertada. ¿Es legal? ¡Es mi jefe! ¿Le gusto? No lo sé. Todas estas semanas se ha dedicado a dar órdenes, a refunfuñar, ni siquiera me mira a los ojos cuando me da indicaciones. Es atractivo, me encanta y más cuando sonríe. En cuatro semanas que tengo de tratarlo, apenas ayer lo vi sonreír. Fue atento y caballeroso. Traerme a casa fue un lindo detalle. Lo noté extraño cuando le indiqué mi domicilio. No tiene idea de quién soy. No sabe nada de nada, dudo siquiera que conozca mis apellidos. Nuestros abuelos fueron grandes amigos. Mi abuelo murió de cáncer terminal. Poseía un hermoso hotel de categoría especial en San Miguel. A raíz de su enfermedad gastó casi toda su fortuna en médicos y tratamientos. Yo no tuve la suerte de Andrés, sin embargo, heredé esta hermosa casona, la cual rento a algunos huéspedes, casi todos jóvenes con grandes sueños y pocos ingresos. Con mis ahorros he ido haciendo cambios
Puso mala cara con mi comentario, Andrés no era claro con sus intenciones, y yo no tengo tiempo para tonterías. No tengo novio porque los hombres se han vuelto egoístas. Nos educan para alcanzar nuestros sueños y luego resulta que debes dejar todo por ellos. -¿Por qué tu cambio de actitud Andrés? -Luz… tuve una decepción amorosa hace un tiempo y me cuesta trabajo relacionarme con la mujeres. -¿A qué viene todo esto?- Le dije molesta. - Me cierro, por eso tener una relación sin compromisos con Cindy, me vino de maravilla, pero tú… no sé, eres diferente. Este hombre me tenía muy confundida, lo observé pensando en que debía decirle cuando me dijo: -Me gustas… las cosas como son. - ¿Y cómo son? ¿Qué es lo que quieres? -Que me dejes conocerte, salgamos. -Pero el trabajo. -El trabajo es temporal-interrumpe- en dos meses te irás, pero si quieres quedarte, quédate. -No se trata de eso Andrés. -Da
¿Cuál es el asunto que tiene tan estresada a Luz? Sé que esconde algo. A mí que me importa… bueno, ella me interesa por lo que sí me importa. ¡Oh! que estrés, me gusta verla sonreír, me gusta verla feliz… sí, la quiero conmigo. Aquel viernes cuando la despedí, me fui a casa de Jaime, mi amigo de toda la vida. Él es quien me presentó a Cindy. Ella es una chica de mundo, creció con muchas carencias y se volvió muy hábil para escalar y llegar hasta donde está ahora. Sin duda es una mujer ambiciosa, ha trabajado muy duro para conseguir el éxito. Pero es fría y calculadora. Fue un gran alivio a mi dolor después de mi decepción amorosa. Pero hacer vida de pareja con Cindy no es agradable. Jaime es abogado. Me ha ayudado con algunos asuntos de la empresa y le tengo toda la confianza. Le conté de Luz y desde aquel día se ha dedicado a molestarme con el asunto. Aquel sábado Luz y yo salimos a cenar. La velada no fue tan romántica como yo esperaba. Luz e