Capítulo 3

Pov Lauren

Ni siquiera terminé de entender en qué parte me encontraba del bosque y ya estaba corriendo hacia un lugar desconocido, en el medio de la noche con una chica que acababa de conocer.

Estoy perdida en mis pensamientos, creyendo que estoy a mitad de un sueño de madrugada, a causa de tantos libros que leo sobre hombres lobo y fantasías. No puedo creer que esté pasando algo como esto, pero si estoy soñando, prefiero no despertar.

Ella es extraña y me hace sentir cosas raras. Cuando fijé mis ojos en los suyos sentí paz, como si pudiera tener la certeza de que no me haría daño y que podía mantenerme a su lado por más de que sea una criatura que jamás había visto en persona. Los lobos siempre me atrajeron en libros de fantasía, pero jamás había visto uno en persona, y por más de que pudiera considerarme una demente, ella no me dio miedo. Solo estaba asustada de la situación, de todo lo que ocurrió anteriormente.

Había ido a la universidad como cada día, teniendo la idea de que llegaría a casa y no vería a mi padre por estar en el club, por lo que me daría una tregua para estar en paz y aguantar lo que llegaría al día siguiente, pero no fue así.

Aparecieron estas dos mujeres y sin mediar palabra me golpearon y me ataron. Veía todo a mi alrededor, así que estaba aterrada por adentrarme al bosque, sin saber lo que pasaría conmigo. Desde pequeña tenía prohibido ir allí, quedaba a unos cuantos kilómetros del pueblo, pero jamás me dejaban mirar siquiera. Tuve curiosidad, por supuesto, pero el temor fue más fuerte y me mantuve lejos hasta el día de hoy.

Cuando ella me miró y con sus dientes me arrancó la soga con la que tenía mis manos atadas, supe que podía confiar y si me decía de ir a cualquier sitio la seguiría, porque tenía como un imán que no permitía que me alejara demasiado.

Ella agarraba mi cintura con firmeza, mientras corríamos por el oscuro bosque, la había visto antes, ella era una mujer lobo y ni siquiera le tenía miedo. Eso era irracional, pero nada de lo que me había pasado esta noche era del todo normal.

Ella me dio una lamida en el cuello como presentación y desde ahí supe que podía entregarle mi corazón, incluso ni aún ni siquiera sabía su nombre.

—Debemos mantenernos a salvo hasta que el eclipse pase —me dice mirándome brevemente mientras continuábamos nuestro camino—. Tenemos que mantenernos a salvo, Luna. Por favor, confía en mí.

—¿Quiénes son ellas?

—Brujas. Por alguna razón te están buscando, pero no voy a permitir que te hagan daño.

Siento seguridad en el agarre de su mano, sé que ella me protegerá, aunque todavía no tengo idea de qué clase de peligro corro. Porque si bien estas mujeres me han secuestrado y golpeado, no entiendo por qué ni para qué, pero sé que debo mantenerme lejos de ellas. Alexia es lo más cercano a alguien de confianza en este momento, mi vida está puesta en sus manos y sé que está poniendo en juego la suya por estar haciendo esto.

Llegamos a un lago, el cual me maravilla por el reflejo de la enorme luna en él. Todo ha sido extraño hoy, había oído que habría un eclipse lunar, pero no tengo idea de lo que eso signifique por aquí.

Quiero decir, estudié sobre eso porque en mis libros lo hablan todo el tiempo, pero no entiendo porque específicamente a esta noche la mencionan tanto. Las brujas y ella han dicho algo sobre el peligro de hoy, por lo que solo me queda confiar y dejar miles de preguntas para después.

La miro sin entender cuando me guía hasta el costado del lago, donde está repleto de lodo y provoca que mis pies se hundan allí.

—Acuéstate —ordena ella mientras se hunde en el lodo.

—¿De qué diablos hablas? —digo sin entender, no sé por qué se está revolcando allí.

—Ellas pueden olerte, Luna. Solo necesito que te llenes de lodo, al menos no te reconocerán así. Estaremos a salvo si no nos ven, solo confía en mí. Luego te explicaré todo, lo prometo.

Me quedo estática por un momento, mirando su belleza. Ella es realmente hermosa, me gustan sus ojos, la manera en la que cuando me mira, con sus orbes marrones, termina por darme ese toque de pasión y tranquilidad.

¿Podía sentir una atracción tan fuerte con alguien que acababa de conocer?

Incluso esa escena en la que ella se estaba pasando lodo por el cuerpo me pareció extremadamente sensual. Sé que debo accionar ahora mismo, pero en inevitable para mi observarla, probablemente me estoy volviendo loca o tengo un sueño demasiado profundo y real.

Me apresuré cuando recordé que aún estábamos en peligro, yo no tenía la audición de super perro como ella, pero estaba segura de que están viniendo por nosotras.

Ella me mira y recoge lodo en sus manos, comenzando a pasarlo por mi cuerpo, mi rostro y mi cabello. Podría suspirar como una colegiala ahora, pero mi corazón se acelera al pensar que seguimos en peligro y no estamos para divertirnos esta noche.

—Luna, debemos irnos, ya están cerca.

Alexia tomó mi mano y con un salto ágil fue hacia un árbol. Justo cuando íbamos a correr se escucharon voces, demasiado aterradoras para mi gusto, y ella me arrinconó contra el árbol más grande, tapando mi boca con su mano.

—Tiene que estar por aquí, acabo de oler su aroma a humana horrendo —dice con desagrado

—Tenemos que encontrarla antes de que Normani nos aniquile a las dos. No entiendo como se ha escapado, pero el cuerpo de ellas olía a lobo. Tiene que estar acompañada, eso no hay dudas.

—¿Cómo un lobo va a protegerla? ¡Eso es absurdo!

—Nadie habló sobre protección, probablemente se quiera divertir un poco con ella. Eso no podemos permitirlo ahora, la necesitamos. Sigue buscando.

El sonido de sus voces se escuchaba desde arriba, así que supuse que estaban volando por encima nuestro, deteniéndose a unos centímetros.

—¿Quién m****a era el lobo que destrozó a las hermanas?

—No lo sé, pero en cuanto lo encontremos, haremos lo mismo que hicimos con esos pequeños mocosos

Una risa escalofriante se escuchó por todo el bosque, podría decir que me había muerto de miedo, pero el brazo de Alexia me sostenía por la cintura, dándome coraje.

No las escucho y Alexia parece mirar hacia todos lados para comprobar que realmente no estaban buscándonos todavía. Ella quita su mano, la limpia detrás de su espalda y comienza a quitar el lodo de mi rostro con cuidado.

Ella no dice nada, ni tampoco me atrevo a mencionar una palabra, pero cuando limpia su cara y comienza a tocar mis labios con su pulgar, mi pulso se acelera.

Acerca su rostro al mío, mientras me mira con esos ojos marrones tan intenso. Intento mantener la cordura para que las piernas no me temblaran.

No tenía idea en qué momento las voces dejaron de escucharse, me había perdido en sus ojos.

Se veían color avellano, eran maravillosos. Estaban encendidos, como una perla brillante.

Ella me sonrió dulcemente y volvió a tomarme la mano.

—Nunca creí que te encontraría —murmura cerca de mis labios—. No te imaginas cuanto te he estado buscando, Luna

—¿A mí? ¿Estuviste buscándome? —ella sonríe de lado y asiente

—Luego hablamos de eso. Vamos Luna, debemos ir a la cueva antes de que nos vean.

—¿A la cueva?

—Si. Estaremos a salvo, intentaré comunicarme con mi padre y estará todo bien, te lo prometo. Solo tenemos que mantenernos lejos de ellas, no sé qué planean, pero nada de ello es bueno. Sígueme.

Tomo su mano una vez más y me dejo guiar, después de todo ella debe conocer este lugar mucho mejor que cualquiera. Sabe a dónde ir, eso es algo que no tengo idea y de que no quiero aprender ahora mismo, solo me mantendré a salvo, junto a ella.

El miedo me caló los huesos cuando escuché un quejido no muy lejos desde donde estábamos y justo cuando giré mi rostro hacia la derecha, pude ver a lo que parecía ser una persona.

Ésta no dejaba de gemir por el dolor, sin pensarlo de nuevo tiré de Alexia por el agarre de nuestras manos y caminé hacia allí.

Paré en seco horrorizada por lo que estaba viendo. Frente a mí había un chico, su cuerpo estaba totalmente cortado, su ropa llena de sangre y su rostro no podía verse con claridad.

Estaba atado a un árbol y podía jurar, que ya no le quedaba mucho tiempo de vida, había demasiada sangre debajo de él. No tengo idea de quién pudo haber hecho esto, pero si había una mínima esperanza de poder salvarlo, lo haría.

El terror me inundó al escuchar pasos detrás de mí y después un cuerpo sobre el mío.

Había un enorme lobo, con sus ojos rojos de ira al igual que su voz. Él murmuró algo que no logré entender, pero su cuerpo no duró ni dos segundos, porque sentí como fue violentamente tirado hacia un costado.

Alexia ya no tenía su cara dulce de hace unos segundos, sino que ahora su pelaje estaba erizado y escuchaba como le gruñía al otro lobo. Ella se había convertido de nuevo.

—Aléjate de ella, Derek —su mirada podía asesinarlo en ese instante

—Tú no puedes defenderla, ¡Eres mía! ¡No sé qué haces aquí! ¿Es una humana? —él le respondía de la misma manera

—No soy tuya —gruñó—. Ahora vete, porque si vuelves a tocarla te mataré.

—¡No puedes hacer esto! —él parecía dolido

—Lárgate —gritó para luego lanzar un gruñido que me erizó la piel

Él la miró desafiante, pero se largó, dejando ver su pelaje a lo lejos para luego desaparecer por la noche.

No tengo idea de qué diablos fue eso, pero Alexia enojada daba mucho miedo. No sé si este chico sea de su manada, él también era un lobo, pero su conversación fue bastante extraña.

—Tenemos que irnos, Luna —no podía creer como cambiaba su tono cuando hablaba conmigo, su cara humana volvió a mirarme y reaccioné.

—Pero...pero él.

—No podemos hacer nada

—¡No! ¡Debemos salvarlo!

—Por favor, Luna. Míralo, está a punto de morir y no puedo ponerte en peligro. Debemos seguir, vamos a la cueva.

Miro el cuerpo del hombre que está cerrando sus ojos, probablemente esté muriendo en este momento y mi corazón no podía sentirse más triste. Ojalá pudiera salvarlo, solo desearía que su sufrimiento se acabe pronto y no pase la noche en agonía.

A pesar de las miles de sensaciones que tenía ahora mismo pude continuar el camino, Alexia estaba desesperada por llegar y sé que tiene motivos suficientes. No puedo ser tan egoísta de seguir poniéndola en peligro, ella ha salvado mi vida y solo debo seguir caminando e ir al sitio que me menciona.

Llegamos a una pequeña cueva, desde afuera parecía abandonada. Alexia abrió la puerta para mí y cuando encendió la luz me sorprendí.

El lugar era increíble, tenía una pequeña cama y muchos dibujos pegados en la pared. La luz era muy tenue, quizás se trataba de un refugio personal porque parecía que le pertenecía.

—¿Dónde estamos? —pregunto mirando a mi alrededor

—Es mi lugar personal, nadie sabe de su existencia. Es mío, así que puedes sentirte cómoda.

—¡Wow! —murmuré

—Me encanta que te guste Luna, porque también es tuyo.

—¿Mío?

—Si, puedes vivir conmigo —mi corazón se paralizó al escuchar aquello.

¿Vivir con Alexia?

No podía negar que nadie estaba esperándome, es decir, a mi padre le debe importar una m****a lo que me ocurrió esta noche, pero no estoy segura de que este lugar pueda ser un hogar para mí.

¡Por Dios! ¡Acababa de conocerla!

Al parecer ella lo notó, pude notar su cara de tristeza. No es mi culpa, son demasiadas cosas en una noche.

—No importa, luego lo hablaremos. —suspira—. Puedes ir al baño y darte una ducha, prepararé ropa para ti.

—¿Aquí hay una ducha?

—Si. Tengo algunas de mis prendas por aquí, estoy segura de que habrá algo que te quedará. Acompáñame.

La sigo hacia una puerta que hay a un costado, el lugar es un tanto pequeño, pero muy agradable. Hay una ducha construida con cañas de bambú, ella me guía hacia el otro lado, abriendo el grifo para mí.

—Prometo que lo arreglaré y habrá agua caliente la próxima vez —me asegura mirándome—. Puedes quitarte la ropa y dejarla por ahí, la tiraremos mañana y conseguiré nueva.

—Gracias —respondo con mis mejillas encendidas.

—Si necesitas ayuda solo llámame. Estaré buscando algunas cosas para sanar tus heridas.

Ella se va y me siento extraña, me ha dado una última mirada que me deja jadeando. Si no fuera tan tímida probablemente me dejaría llevar por mis instintos y le diría que se quede, que podríamos compartir el lugar.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo