El Alfa había decidido llevar a los niños para qué hoy se hiciera la última jugada con ellos. Habían sobrevivido, si, sin embargo, no podían dejarlos volver a sus casas sabiendo que ellos podrían contar lo que ocurrió aquella noche. Eso no le convenía a nadie, principalmente a los lobos. Si los niños contaban lo que pasó aquella noche, podrían enviar cazadores y prefirieron ahorrarse ese peligro por ahora.

Bloide les borró la memoria de todo lo que ocurrió durante la luna de sangre. Los niños serían llevados por exploradores de la manada y los dejarían en la entrada del pueblo. Ya que se encontraban dormidos, ni siquiera recordarían cómo llegaron allí, ni quién los dejo. Así que ni bien encontraron algunos árboles en el parque principal, los acomodaron a todos y volvieron a las sombras.

Sus madres y el grupo policíaco los encontró media hora más tarde, cuando uno de ellos había despertado y había comenzado a buscar a su familia.

Alejandro se había quitado el problema del medio, sin dud