El monstruoso animal se abalanzó sobre ella sin piedad, sus colmillos afilados y su mirada despiadada eran una muestra del odio y la venganza que albergaba la manada que veía con deleite la agonía de Juliet, saboreando cada momento de su sufrimiento. Para ellos, esta era la justicia que merecía y
En ese momento, Isa atrapó las manos de Xander, buscando transmitirle confianza. —¿Confías en mí? Xander asintió, esbozando una sonrisa. Como respuesta, el lobo interior de Xander ronroneó, mostrando su acuerdo. Sin soltar la mano de Isa, Xander comenzó a de
5 años más tarde: La paz reinaba después de mucho tiempo de enemistad entre dos manadas vecinas. Al fin podían vivir en comunión porque Isa, como alfa de la manada, no solo selló su posición de liderazgo, sino que también unió a dos manadas distintas. Ahora, las parejas destinadas por la diosa lu
Horas después, Xander, Isa y su pequeña pólvora cascarrabias, Ximena, junto con la dulce Lili y Maximus, se encontraban a bordo de un avión privado con destino a un lugar donde Isa, después de años sin pisar una pasarela, iba a modelar una pieza exclusiva. Xander miró a su luna, entendiendo que no
El sol se estaba poniendo en el horizonte mientras el alfa, el líder de la manada Nocturnal Howl, y su amada esposa, se dirigían a Milán en su lujoso jet privado. El cielo estaba despejado y prometía un viaje tranquilo, lleno del romanticismo que Juliet esperaba. Ambos estaban sentados juntos, y aga
Juliet estaba nerviosa, angustiada, y ansiosa, pues ya llevaba varios minutos en su camerino preparando su mente para lo que venía a continuación, porque dentro de su cabeza solo había un pensamiento: “Xander” «Xander cumplirá con lo prometido, lo sé, y debo confiar en mi esposo. Él no irá hacia el
Xander se encontraba saliendo del recinto, aún aturdido por todo lo que había sucedido. Su mente estaba llena de pensamientos y emociones encontradas y mientras caminaba hacia la salida, el diseñador que había invitado a Juliet al desfile se acercó a él y lo detuvo. — Señor Xander Dark, es un place
Minutos antes.Isa no esperó llegar a su casa, en cuanto vio el bosque que rodea la manada, inhalo llenando sus pulmones de aire fresco.—Detenga el coche aquí— pidió a su conductor.—Isa, ¿qué harás? — preguntó Maik con su voz chillona.—Correr, te dije, necesito dejar salir a Itzel, si no lo hago