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Capítulo 0004

Minutos antes.

Isa no esperó llegar a su casa, en cuanto vio el bosque que rodea la manada, inhalo llenando sus pulmones de aire fresco.

—Detenga el coche aquí— pidió a su conductor.

—Isa, ¿qué harás? — preguntó Maik con su voz chillona.

—Correr, te dije, necesito dejar salir a Itzel, si no lo hago explotaré — expuso al fin sonriendo, después de tanto llorar.

Transformada en su imponente loba, se adentró en el espeso boscaje, y tras correr sin un rumbo fijo, empezó a escuchar algo que captó su atención, pero sabiendo que ese lugar de la manada es inseguro por la poca seguridad y vigilancia que tiene. Itzel se detuvo y por prevención primero olfateó para detectar el peligro.

, le dijo Isa a su loba.

‹Futura alfa, el olor que percibimos es de un lobo enemigo, puede que sea una trampa, mejor informemos al alfa>, le aconsejó un lobo.

Isa ni su loba le prestaron interés, sino que guiadas por los desesperados lloriqueos que resonaban en sus oídos, avanzaron hasta que los aullidos eran cada vez más intensos, y su corazón latía con urgencia, mientras se acercaba al origen de aquellos sonidos angustiantes.

Entre los árboles, divisó a Yil, la loba de pelaje grisáceo con la pata atrapada en una trampa. Sin dudarlo, Isa se aproximó con cautela, y sus ojos brillaban con determinación. Con sus poderosas fauces, trató de abrir la trampa para liberar la pata de Yil, a pesar de reconocer el olor familiar de Juliet, eso no la detuvo, pues su amor por los demás es más fuerte que cualquier cosa.

, insistió el mismo lobo e Itzel gruñó.

, rugió como alfa dominante.

Mientras Isa luchaba por liberar a Yit, Xander, también transformado en su forma animal, llegó presuroso al escenario y al ver a Isa junto a Juliet, creyó erróneamente que estaba atacando a su amada por celos.

Actualidad.

Sin pensarlo dos veces, Xander gobernando a Orión, rugió, un sonido profundo y feroz que resonó en el bosque, y se abalanzó contra Isa, con su furia desatada.

Sin embargo, los lobos que habían seguido y protegido a Isa durante su paseo por el bosque se interpusieron entre Xander y ella. Defendiendo a su futuro líder, le hicieron frente al lobo agresivo con valentía.

Él saltó sobre el lobo más cercano, con sus garras rasgando el pelaje del enemigo. Luchó con una furia que nunca había sentido antes, cada golpe y mordida, alimentados por su necesidad de proteger a Juliet.

Isa, sintiendo la tensión en el aire, decidió volver a su forma humana y mientras Xander luchaba contra los lobos guerreros, Isa se acercó a Juliet, cuyos ojos reflejaban el dolor y el miedo. Con manos temblorosas pero firmes, liberó la pata de Juliet de la trampa, desentrelazando cuidadosamente el metal retorcido.

En el suelo, Yil estaba exhausta y su pata palpitaba con un dolor intenso, pero estaba libre.

—Estás mejor—, susurró Isa con dulzura, acariciando el pelaje de la loba herida.

» Estás a salvo ahora.

Uno por uno, los lobos comenzaron a retroceder, superados por la fuerza de Xander, y victorioso, volvió a su fase humana.

Se arrodilló junto a su esposa, evitando ver a Isa, quien de un solo salto volvió a su forma animal, y corrió, pero con el corazón latiéndole con fuerza en su pecho se detuvo a ser espectadora.

Cuando vio como Xander tomó a la loba entre sus brazos, sus ojos tristes se tornaron brillosos por las lágrimas que picaban por salir y las cuales salieron en el momento que escuchó murmurar.

—Sin importar lo que suceda, te protegeré, mi luna.

, le dijo uno de sus guardias por la conexión mental y la loba evitaba que la vieran llorar.

, le contestó con firmeza.

. Isa trataba de desviar la atención de sus guardianes, porque su situación era muy complicada y que su padre y los demás en la manada supieran de Xander se pondría aún peor.

Desde el sillón de piel, Xander observaba el sufrimiento de Juliet al pasar de su forma de loba a humana. Su rostro era una máscara de preocupación y angustia, y las líneas de su frente estaban profundizadas por el desconcierto. Su mirada seguía cada movimiento de ella, cada tensión en su cuerpo, y cada expresión de dolor que se reflejaba en su rostro.

Finalmente, el proceso terminó, Juliet, ahora en su forma humana, estaba tumbada en el suelo, jadeante y empapada en sudor.

—Juliet, ¿qué te sucede? ¿Desde cuándo pasas por esta situación? —. Xander rompió el silencio.

Ella desvió su mirada de él, y su rostro era una mezcla de agotamiento y tristeza.

—No sé—, respondió sin mirarlo a los ojos y se levantó con dificultad, porque sus piernas temblaban, pero lograba mantener el equilibrio. Tomó una manta que estaba cerca y la enrolló alrededor de su cuerpo para cubrir su desnudez.

—¿Y tú no tienes algo para decirme? —, lo cuestionó mirándolo directamente a los ojos. Había una intensidad en su mirada, un fuego que quemaba a pesar de su estado.

Xander le sostuvo la mirada y su expresión era seria y sus ojos profundos.

—Estoy aquí a tu lado, ¿no es esa una respuesta suficiente?

Juliet negó con la cabeza, y las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

—¡No es suficiente! —, gritó con voz desgarradora.

» ¡No lo es! — volvió a replicar. — ¡Cuando no la rechazaste como se debe!, ¡no es suficiente cuando ella está cerca!, ¡y no es suficiente cuando no sé qué demonios hiciste cuando me dejaste sola en el momento que te quería a mi lado!

Juliet tomó una bocanada de aire.

—Te pedí venir a este desfile para que me viera en la pasarela, en cambio, tus ojos solo la vieron a ella.

Xander se levantó rápidamente y se acercó a ella, extendiendo sus brazos para abrazarla, pero Juliet lo empujó lejos y cuando volvió a aproximarse lo golpeaba con los puños en un arrebato de ira y desesperación.

—¡¡Dime!! —, gritó, —¿le dirás a tu manada sobre ella? ¿Le dirás a nuestra hija que otra mujer tomará mi lugar?

Las palabras de Juliet colgaron en el aire, con su significado resonando en el silencio que siguió.

Juliet se agarró fuerte de la camisa de su esposo empuñando la tela y empezó a olfatearlo, como una desquiciada.

—Hueles a ella, aún queda rastro de su olor en ti, ¿se acostaron? ¡¿Eso fue?! ¡¿Qué tan buena en la cama es la Afrodita moderna?!

— No seas exagerada Juliet, por favor, déjame explicarte… las cosas no son como las imaginas.

— No hay nada que explicar, Xander, no soy tonta, sé que no eres capaz de renunciar al vínculo que tienes con ella.

Xander se puso una mano bajo la barbilla.

—No olvides la promesa que me hiciste, soy tu esposa y he estado a tu lado durante 25 años a pesar del rechazo de tu pueblo y de tu familia, y he intentado ser la luna que mereces, espero que mi esfuerzo sea suficiente para ti.

— Lo siento, Juliet. No debí haberte dejado sola. Perdóname, sabes que no soy yo, yo te amo a ti. Mi naturaleza me obliga a estar pendiente de otra, pero no la veré más. Te amo más de lo que puedes imaginar y te escogí a ti.

Xander acarició su rostro con intención de besarla, pero inmediatamente el recuerdo del beso que le dió a Isa, invadió su mente y solo le posó los labios en la frente.

— Entonces, ¿me eliges a mí? — preguntó incrédula y llena de dudas.

—Sí, te elijo a ti, mi amada esposa.

Juliet sonrió aliviada y su rostro pálido volvió a tomar color, no obstante, Xander podía dejar de olfatear el olor de la sangre y la dejó de abrazar para arrodillarse y tocarle el pie que a pesar de todo aún sigue herido.

Como alfa con habilidades mágicas él abrió su mano derecha, emanando un fulgor anaranjado que al tocar la piel del tobillo de Juliet la hizo gemir al sentir la luz tibia como la aurora de la mañana, pero la sensación de alivio se revirtió de repente y el dolor que sintió ella fue más intenso y en lugar de lograr que su magia curativa pudiera sanarla, lo único que lograba era que Juliet emitiera pequeños quejidos y arrugara la frente.

—No soy tu alma gemela, por lo que compartir mi gen regenerativo contigo es imposible— le dijo Xander con tono triste, ya que supone que el poder de Juliet se deteriora por estar con él.

«Le estoy haciendo daño al usurpar el lugar de su mate», Analizó Xander sin dejar de ver la herida.

—Sabíamos las consecuencias y las aceptamos, solo sé paciente en unas horas estaré bien, no pienses en nada más— le calmaba Juliet con voz pasiva.

— Es difícil verte sufrir mientras tienes una transformación, o que en unos años ya no sean horas lo que dure tu cuerpo para sanar, la simple idea me aterra— le explicó con tono atormentado y ella solo sonrió, pero su sonrisa se borró de inmediato cuando Xander volvió a decir:

—Si yo conseguí a mi destinada es porque el tuyo está cerca o puede aparecer en cualquier momento.

Con una expresión indescifrable, Juliet pasó de estar tensa, espantada y nerviosa a estar furiosa.

— Tú, lo que quieres es deshacerte de mí — rezongó neurótica.

—No es eso y lo sabes, te lo acabo de decir, no se trata de lo que queremos Juliet, se trata de nuestra naturaleza.

» Empiezas hacerte débil, yo no lo he notado porque soy un alfa; sin embargo, ahora que sé dónde está, con el tiempo me iré debilitando, ¿qué ganamos con ir contra nosotros mismo?

—'Amor', eso ganamos, nos amamos y el amor es más fuerte—, le respondió firme.

—¿Podemos renunciar realmente a lo que somos?

—Por ti, renunciaría a todo, pero no me pidas que desista de nosotros, porque no estoy dispuesta, y si todo esto es para irte con ella déjame decirte que no me convencerás.

—¡Joder Juliet! — gruñó Xander. — Esto no se trata de ella, no renunciaría a ti por irme a su lado, te dije que no la veré más.

—¡¿Qué me garantiza que mantendrás tu palabra?!—, lo atacó Juliet desbordando inseguridad por cada poro de su piel y Xander cerró los ojos con fuerza a medida que respiraba profundo, y cambiando de tema le dijo:

—Descansa iré a la empresa.

Xander no esperó respuesta de su esposa, sino que la dejó sola y con mucho más miedo que antes, porque al darse cuenta de que Isa está tan cerca le preocupa muchísimo que él corra a sus brazos.

—¡No voy a permitir que ella se quede con lo que es mío! —, aseguró en un bramido fuerte, lanzando un taburete contra un espejo de pie.

Isa había regresado a su casa después del corrido y al entrar a la casona tipo cabaña; llena de lujos que le daban un toque único y elegante, en la sala de descanso vio a sus dos hermanos menores a los cuales abrazó tiernamente.

—Isa, no sabíamos que habías regresado —, expresó Néstor con una sonrisa radiante.

Isa alborotó su cabello rojizo y él la sujetó fuerte mientras gruñía.

—Hermana, Néstor siente vergüenza cada vez que le haces eso. Los chicos de su instituto se burlan diciendo que tú lo tratas como a un bebé—, le hizo saber el hermano de 12 años.

—Sí, hermana, ya tengo 19, y papá dijo que, si algún día nuestra manada es atacada, estaré en primera fila defendiendo nuestro territorio—, protestó el chico creando un berrinche.

—¡Vaya, eres todo un guerrero! —, lo elogió Isa, pero él pudo sentir una pizca de burla en sus palabras, lo que lo molestó y provocó que Isa riera más fuerte.

—Bueno, acepto que eres un macho adulto y te trataré con el debido respeto que me exiges, pero como Franky es mi niño, le he traído un regalo—, dijo Isa, y Néstor mostró interés, aunque luego bufó.

—Debe ser un estúpido juguete para niños —, comentó frustrado, tratando de disimular su interés.

—De seguro es un juguete, pero estúpido no es —, le respondió Isa, buscando molestarlo.

—Hermana, a mí me podrás alborotar el cabello siempre que quieras, me gustan tus mimos—, le aseguró Franky, siendo tan tierno que Isa suspiró anonadada y le premió con un beso, al mismo tiempo que le propuso:

—Ven, vamos a ver el regalo.

Justo cuando salía del salón, tirando del brazo de su hermano, Isa se quedó congelada en estado de shock cuando la mano de su padre se conectó con su mejilla, y el sonido resonó en el aire. Sus hermanos jadearon sorprendidos, y sus ojos se abrieron como platos ante el giro inesperado de los acontecimientos.

El salón cayó en un silencio incómodo, la tensión era espesa como la niebla, mientras todos procesaban lo que acababa de suceder.

—¡Papá…!

Esta era la primera bofetada que Isa recibía en su vida, y después del desconcierto se enfureció y mostró sus ojos y colmillos de loba, empeorando aún más su situación…
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