Awwww esos trillizos seguro que elegirán lo más hermoso para mami. ¡Muchas gracias por leer la historia! Si te está gustando no te olvides de comentar, votar y dejar tu reseña.
AlecMis pequeños se llenan de alegría cuando les digo que iremos al pueblo para buscar un regalo para su mamá. Ha sido difícil ocultar este plan, dado que Aria se ha vuelto más cariñosa conmigo y no quiere que la deje sola. Yo tampoco quiero, a decir verdad, pero si no la dejo en este momento, nunc
Aria Me muerdo los labios mientras contemplo cómo Alec introduce y saca sus dedos de mí. Con su otra mano, pellizca uno de mis pezones y lo mueve como si estuviera sintonizando una televisión vieja. No sé cómo ha sabido que eso me excita tanto, pero lo descubrió pronto y ahora me está volviendo loc
Alec Tanto Aria como yo salimos completamente descolocados de aquella consulta. Estoy demasiado feliz porque todo va muy bien, pero a su vez estoy angustiado por todos los riesgos que implica un embarazo de trillizos. Una cosa es saber que Aria lo vivió y otra que lo esté viviendo ahora. —Mi amo
AriaMe quedo paralizada viendo mi prueba de embarazo positiva. Llevo algunos días sospechando sobre esto, pero el confirmarlo me hiela la sangre. Tenía la esperanza de que solo fueran imaginaciones mías y que el retraso menstrual y otros síntomas solo se debieran al continuo estrés al que mi jefe m
AriaGran parte de la noche la paso llorando desconsolada como cada vez que me sucede cuando veo la realidad de las cosas. Siempre que Natasha viene a verlo, él se olvida de mí. A ella le da sus sonrisas, su amabilidad, todo lo contrario a lo que a mí me da. Conmigo es un hombre exigente, frío y ni
AriaCuando salgo de esa oficina no soy capaz de mantenerme en mi área de trabajo, sino que tengo que ir al baño a tranquilizarme, pero me es imposible. Las lágrimas salen sin cesar por mis ojos y no puedo hacer nada para que dejen de salir.¿Debería decir que me siento mal e irme? ¿Debo renunciar?
Aria No me gusta mucho cuando el día está extremadamente cargado de trabajo, pero hoy es diferente. El agendar tantas reuniones e ir de un departamento a otro en representación del señor Elwood me despeja la mente de mis preocupaciones. Claro, eso no me libera del todo de la enorme piedra que hay
Aria—Piérdete —le exijo a Rowan en voz baja—. ¿Qué estás haciendo aquí?—No estoy aquí por gusto, querida —me dice con tono desdeñoso—. Pero nuestro querido jefe te conoce e intuye que te vas a ir.Miro a mi compañero de trabajo totalmente estupefacta. No puedo creer que su control llegue hasta est