Awww un nuevo miembro de la familia Elwood-Mills viene en camino. ¡Muchas gracias por leer la historia! Si te está gustando no te olvides de comentar, votar y dejar tu reseña.
Alec La felicidad por el bebé es tanta que no puedo contenerme y le planto un beso muy fuerte en la mejilla a Ethan cuando entra de nuevo a la habitación. —¡Dio positivo! —le grito—. Seré papá otra vez. —Dios, me llenaste de tus babas —se queja Ethan, pero de todos modos le beso la otra mejilla
AlecMis pequeños se llenan de alegría cuando les digo que iremos al pueblo para buscar un regalo para su mamá. Ha sido difícil ocultar este plan, dado que Aria se ha vuelto más cariñosa conmigo y no quiere que la deje sola. Yo tampoco quiero, a decir verdad, pero si no la dejo en este momento, nunc
Aria Me muerdo los labios mientras contemplo cómo Alec introduce y saca sus dedos de mí. Con su otra mano, pellizca uno de mis pezones y lo mueve como si estuviera sintonizando una televisión vieja. No sé cómo ha sabido que eso me excita tanto, pero lo descubrió pronto y ahora me está volviendo loc
Alec Tanto Aria como yo salimos completamente descolocados de aquella consulta. Estoy demasiado feliz porque todo va muy bien, pero a su vez estoy angustiado por todos los riesgos que implica un embarazo de trillizos. Una cosa es saber que Aria lo vivió y otra que lo esté viviendo ahora. —Mi amo
AriaLa fiesta del pueblo está por comenzar y todos en la casa no podemos estar más felices por ello. Mis trillizos y mi preciosa osita brincan por todos lados, haciéndole miles de preguntas a Alec, quien dulcemente responde a cada una de ellas. Verlos así es precioso, sobre todo porque Alec no hace
Alec y yo nos miramos divertidos. Nuestros pequeños son demasiado ocurrentes y sinceros cuando algo les gusta o no.El desfile por las calles del pueblo es tan divertido que mis hijos y mi sobrina pronto se olvidan de todo lo que les molesta. Incluso Alec, que tiene problemas para socializar, termin
Aria La verdadera fiesta comienza cuando llegamos al parque central y Alec da el discurso que tiene preparado. Esta vez he escuchado todo con atención, ya que no tengo la preocupación por mis hijos, pues sé que están a salvo en el escenario junto a nosotros. Cada cierto tiempo miro mi anillo, el cu
Alec Todos los gritos que se escuchan a nuestro alrededor son ensordecedores, pero por suerte nadie ha salido herido. Los policías locales logran detener a aquel hombre, que se retuerce de ira por haber fallado y terminar disparando en la cerca que nos separa del juego mecánico. —Mis hijos —dice