CAPITULO 38- YA PUEDES IRTE. —Eres perfecta... —susurró contra su piel, antes de capturar sus labios en un beso hambriento, feroz. Sus lenguas se encontraron en una danza desesperada, mientras él reclamaba cada gemido que ella dejaba escapar. Deslizó una mano entre sus cuerpos, encontrando su clítoris hinchado y pulsante. Lo frotó con firmeza, arrancándole un grito ahogado, mientras aceleraba el ritmo de sus embestidas. Sus caderas se movían con una fuerza casi brutal, impulsadas por la necesidad de hundirse más profundamente en ella, de marcarla como suya en cada sentido posible. —Lucien... —gimió Grace, aferrándose a él como si fuera su única ancla en un mar de placer—. No pares... por favor... —No voy a parar, nena. No hasta que grites mi nombre, hasta que no puedas pensar en nada más que en mí. —Su voz era un gruñido ronco, cargado de deseo y posesión. Marcó un ritmo más duro, más intenso, cada embestida arrancándole gemidos desgarradores a Grace. Sus piernas comenzaron a
CAPITULO 39- YA NO ERES PARTE DE MI VIDA.Al día siguiente, el silencio reinaba en el comedor. Los trillizos disfrutaban de su desayuno, riendo entre ellos, mientras Grace les ayudaba a cortar la fruta con paciencia. Lucien, estaba sentado al otro extremo de la mesa, pero apenas había probado bocado. Estaba ajeno a todo. Las palabras de Grace seguían resonando en su mente, una y otra vez. Pinchó una fresa con el tenedor y se la llevó a los labios, masticando lentamente. Sus ojos no dejaban de observarla, era como si quisiera descifrar cada uno de sus pensamientos.Pero el silencio se rompió con la llegada de Aaron.—¡Buenos días, niños! —exclamó, acercándose a los trillizos con una sonrisa—. ¿ A ver qué tenemos aquí? ¿Fruta? ¿De verdad nadie quiere invitar a su tío Aaron?Emma lo miró con una risita y le ofreció un pedazo de melón.—¡Solo si prometes no comértelo todo!Aaron se inclinó hacia ella con fingida seriedad.—¿Yo? ¿Comérmelo todo? Emma, ¡me rompes el corazón!Las carcajadas
CAPITULO 40- ERES UN COBARDE.Esa noche, Grace estaba en su habitación terminando de arreglarse para la cena con Aaron. Se miró en el espejo mientras pasaba el cepillo por su cabello, pero las palabras que le habia dicho a Lucien seguían resonando en su mente. La frustración y dolor cruzó su rostro antes de dejar el cepillo con brusquedad sobre la mesa.—¡Basta, Grace! —se dijo a sí misma —. No puedes seguir así... No puedes seguir queriéndolo cuando él solo sabe hacerte daño.Sus ojos brillaron, pero no dejó que las lágrimas cayeran. Inspiró profundamente y volvió a mirarse al espejo. Por otro lado, sabía que Aaron era un buen hombre. Ya no había dudas de que sentía algo por ella. Pero también sabía que no podía corresponderle.—No es justo para él —murmuró, enderezándose y fijando la mirada en su reflejo—. Por lo que merece que sea ser sincera. Él se merece algo real.Con una nueva determinación, respiró hondo, se dio la vuelta y salió de la habitación. Cuando bajó las escaleras, Aa
CAPÍTULO 41- SON MIS HIJOS.El restaurante irradiaba una elegancia discreta. Y Aaron hojeaba el menú con una sonrisa tranquila, mientras Grace, sentada frente a él, luchaba con las palabras que había ensayado durante todo el trayecto.—Tienes que probar el risotto de mariscos —dijo, levantando la vista hacia ella—. Es la especialidad de la casa, y te aseguro que no te arrepentirás.Grace le devolvió una sonrisa, pero era apenas un reflejo de su habitual expresión alegre. Su mente seguía atrapada en el dilema que había estado rondándola desde que aceptó la invitación. Aaron, siempre perceptivo, notó la sombra en su rostro. Extendió la mano con suavidad y cubrió la de ella.—¿Estás bien? —preguntó.Grace lo miró por un segundo, su corazón latiendo con fuerza. Sabía que no podía seguir postergándolo. Tomó aire, tratando de reunir el valor necesario.—Aaron, tengo que decirte algo —dijo finalmente, con un tono serio.La sonrisa de Aaron se desvaneció mientras fruncía el ceño, percibiendo
CAPITULO 42- DETENCIÓN CONFUSA.Después de que Grace le soltara la bomba, Aaron pidió una botella de whisky. Lo necesitaba en ese momento. Mientras el licor llegaba, Grace comenzó a contarle todo. Desde el primer momento en que había conocido a Lucien hasta cómo su primo la había contactado tiempo después. Su voz era tranquila, pero cargada de un dolor que no podía ocultar.En un momento, Aaron golpeó la mesa con dureza, haciendo que algunos clientes voltearan a mirar.—¡Lucien es un imbécil! —espetó—. ¿Cómo se le ocurre creer semejante estupidez y no investigar?Grace suspiró, negando levemente con la cabeza.—Tampoco podemos culparlo del todo… y no es que lo esté justificando, pero… mi padre… —los labios de Grace se apretaron, y su voz se quebró—. No tenía corazón. Fue… —no pudo continuar, y llevó las manos a su rostro, tratando de contener el llanto.Aaron se levantó de inmediato y la rodeó con sus brazos.—Ninguna madre merece ser separada de sus hijos, Grace. Ninguna —dijo con fi
CAPITULO 43- VOY A SEGUIR VIÉNDOLO.Grace salió apresuradamente del restaurante, con el corazón martillándole en el pecho. Sus dedos temblorosos sacaron el teléfono de su bolso mientras intentaba encontrar el contacto de Aaron. Antes de que pudiera marcar, un auto negro y lujoso se detuvo frente a ella. Reconoció el vehículo al instante. Su cuerpo se tensó.Lucien salió del coche con movimientos controlados y caminó hacia ella, impecable en su traje oscuro, pero con una expresión intensa que la hizo retroceder un paso.—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Grace, intentando mantener su voz firme, aunque la mezcla de ira y sorpresa la traicionaba.—Quiero hablar contigo. —La voz de Lucien era baja, casi suplicante, pero había un trasfondo de firmeza en ella.Grace soltó una risa seca, llena de incredulidad, y negó con la cabeza.—No hay nada de qué hablar, Lucien. —Su tono era frío como el acero, pero luego sus ojos se estrecharon—. Dime algo... ¿tuviste algo que ver con lo que acaba de
CAPITULO 44- TÓXICO DE PRIMER NIVEL.Antes de que Grace pudiera reaccionar, la atrapó por el brazo, obligándola a girarse hacia él.Esta vez no hubo palabras.Esta vez, la besó.El contacto fue explosivo, un choque de fuerzas opuestas. El beso era profundo y ardiente, como si el quisiera quemar todos los muros que Grace había levantado entre ellos. Sus labios se movieron con urgencia, con una necesidad que parecía devorarla, buscando algo más que solo un momento: buscaban someterla, convencerla, poseerla, amarla.Por un instante, Grace sintió cómo su cuerpo respondía, casi traicionándola. Pero entonces, como un rayo frío que la atravesó, recordó quién era. Y más importante, recordó quién no estaba dispuesta a ser.Con un movimiento rápido y certero, sus dientes se cerraron sobre el labio inferior de Lucien. No lo suficiente para hacerle daño grave, pero sí lo justo para que él retrocediera, sorprendido, con una mezcla de dolor y desconcierto.—¿Qué demonios, Grace? —murmuró, llevándos
CAPITULO 45- CRUZAR LA LÍNEA.Lucien tomó un sorbo de su té, mientras sus ojos permanecían fijos en Grace y los niños en el jardín. Era una escena cotidiana que, sin embargo, nunca dejaba de atraer su atención. Grace reía mientras los pequeños corrían alrededor de ella, sus voces mezclándose en una melodía vibrante y alegre. Esto se había convertido en una rutina para él: observar desde la distancia, capturando momentos que parecían arrancados de un sueño.De repente, un recuerdo lo golpeó. Aquella noche en la habitación de Grace. La recordó con claridad, la forma en que se agitaba entre las sábanas, atrapada en una pesadilla que la hacía murmurar entrecortadamente. Las palabras volvieron a su mente como un eco perturbador:"Por favor... papá... no te los lleves..."El agarre de Lucien en la taza se tensó, y el fino material protestó con un crujido. Un escalofrío recorrió su espalda. ¿Qué significaban esas palabras? La duda y la curiosidad se entrelazaban, creando un nudo en su pecho