CAPITULO 40- ERES UN COBARDE.Esa noche, Grace estaba en su habitación terminando de arreglarse para la cena con Aaron. Se miró en el espejo mientras pasaba el cepillo por su cabello, pero las palabras que le habia dicho a Lucien seguían resonando en su mente. La frustración y dolor cruzó su rostro antes de dejar el cepillo con brusquedad sobre la mesa.—¡Basta, Grace! —se dijo a sí misma —. No puedes seguir así... No puedes seguir queriéndolo cuando él solo sabe hacerte daño.Sus ojos brillaron, pero no dejó que las lágrimas cayeran. Inspiró profundamente y volvió a mirarse al espejo. Por otro lado, sabía que Aaron era un buen hombre. Ya no había dudas de que sentía algo por ella. Pero también sabía que no podía corresponderle.—No es justo para él —murmuró, enderezándose y fijando la mirada en su reflejo—. Por lo que merece que sea ser sincera. Él se merece algo real.Con una nueva determinación, respiró hondo, se dio la vuelta y salió de la habitación. Cuando bajó las escaleras, Aa
CAPÍTULO 41- SON MIS HIJOS.El restaurante irradiaba una elegancia discreta. Y Aaron hojeaba el menú con una sonrisa tranquila, mientras Grace, sentada frente a él, luchaba con las palabras que había ensayado durante todo el trayecto.—Tienes que probar el risotto de mariscos —dijo, levantando la vista hacia ella—. Es la especialidad de la casa, y te aseguro que no te arrepentirás.Grace le devolvió una sonrisa, pero era apenas un reflejo de su habitual expresión alegre. Su mente seguía atrapada en el dilema que había estado rondándola desde que aceptó la invitación. Aaron, siempre perceptivo, notó la sombra en su rostro. Extendió la mano con suavidad y cubrió la de ella.—¿Estás bien? —preguntó.Grace lo miró por un segundo, su corazón latiendo con fuerza. Sabía que no podía seguir postergándolo. Tomó aire, tratando de reunir el valor necesario.—Aaron, tengo que decirte algo —dijo finalmente, con un tono serio.La sonrisa de Aaron se desvaneció mientras fruncía el ceño, percibiendo
CAPITULO 42- DETENCIÓN CONFUSA.Después de que Grace le soltara la bomba, Aaron pidió una botella de whisky. Lo necesitaba en ese momento. Mientras el licor llegaba, Grace comenzó a contarle todo. Desde el primer momento en que había conocido a Lucien hasta cómo su primo la había contactado tiempo después. Su voz era tranquila, pero cargada de un dolor que no podía ocultar.En un momento, Aaron golpeó la mesa con dureza, haciendo que algunos clientes voltearan a mirar.—¡Lucien es un imbécil! —espetó—. ¿Cómo se le ocurre creer semejante estupidez y no investigar?Grace suspiró, negando levemente con la cabeza.—Tampoco podemos culparlo del todo… y no es que lo esté justificando, pero… mi padre… —los labios de Grace se apretaron, y su voz se quebró—. No tenía corazón. Fue… —no pudo continuar, y llevó las manos a su rostro, tratando de contener el llanto.Aaron se levantó de inmediato y la rodeó con sus brazos.—Ninguna madre merece ser separada de sus hijos, Grace. Ninguna —dijo con fi
CAPITULO 43- VOY A SEGUIR VIÉNDOLO.Grace salió apresuradamente del restaurante, con el corazón martillándole en el pecho. Sus dedos temblorosos sacaron el teléfono de su bolso mientras intentaba encontrar el contacto de Aaron. Antes de que pudiera marcar, un auto negro y lujoso se detuvo frente a ella. Reconoció el vehículo al instante. Su cuerpo se tensó.Lucien salió del coche con movimientos controlados y caminó hacia ella, impecable en su traje oscuro, pero con una expresión intensa que la hizo retroceder un paso.—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Grace, intentando mantener su voz firme, aunque la mezcla de ira y sorpresa la traicionaba.—Quiero hablar contigo. —La voz de Lucien era baja, casi suplicante, pero había un trasfondo de firmeza en ella.Grace soltó una risa seca, llena de incredulidad, y negó con la cabeza.—No hay nada de qué hablar, Lucien. —Su tono era frío como el acero, pero luego sus ojos se estrecharon—. Dime algo... ¿tuviste algo que ver con lo que acaba de
CAPITULO 44- TÓXICO DE PRIMER NIVEL.Antes de que Grace pudiera reaccionar, la atrapó por el brazo, obligándola a girarse hacia él.Esta vez no hubo palabras.Esta vez, la besó.El contacto fue explosivo, un choque de fuerzas opuestas. El beso era profundo y ardiente, como si el quisiera quemar todos los muros que Grace había levantado entre ellos. Sus labios se movieron con urgencia, con una necesidad que parecía devorarla, buscando algo más que solo un momento: buscaban someterla, convencerla, poseerla, amarla.Por un instante, Grace sintió cómo su cuerpo respondía, casi traicionándola. Pero entonces, como un rayo frío que la atravesó, recordó quién era. Y más importante, recordó quién no estaba dispuesta a ser.Con un movimiento rápido y certero, sus dientes se cerraron sobre el labio inferior de Lucien. No lo suficiente para hacerle daño grave, pero sí lo justo para que él retrocediera, sorprendido, con una mezcla de dolor y desconcierto.—¿Qué demonios, Grace? —murmuró, llevándos
CAPITULO 45- CRUZAR LA LÍNEA.Lucien tomó un sorbo de su té, mientras sus ojos permanecían fijos en Grace y los niños en el jardín. Era una escena cotidiana que, sin embargo, nunca dejaba de atraer su atención. Grace reía mientras los pequeños corrían alrededor de ella, sus voces mezclándose en una melodía vibrante y alegre. Esto se había convertido en una rutina para él: observar desde la distancia, capturando momentos que parecían arrancados de un sueño.De repente, un recuerdo lo golpeó. Aquella noche en la habitación de Grace. La recordó con claridad, la forma en que se agitaba entre las sábanas, atrapada en una pesadilla que la hacía murmurar entrecortadamente. Las palabras volvieron a su mente como un eco perturbador:"Por favor... papá... no te los lleves..."El agarre de Lucien en la taza se tensó, y el fino material protestó con un crujido. Un escalofrío recorrió su espalda. ¿Qué significaban esas palabras? La duda y la curiosidad se entrelazaban, creando un nudo en su pecho
CAPITULO 46- VOY A CONTAR LA VERDAD.Aaron salió del estudio como un torbellino, dejando que la puerta se cerrara de un golpe tan fuerte que parecía haber sacudido los cimientos de la casa. Su mandíbula estaba apretada, y mientras caminaba hacia las escaleras, se mesó el cabello con frustración. Su mente era un torbellino de pensamientos, pero uno destacaba sobre los demás: no iba a hacerse a un lado. —Eres un imbécil Lucien —murmuró entre dientes ―No puedes creerte el dueño de todo y menos de Grace. Además de que no soy tu maldito perro para obedecerte.Estaba a punto de subir a su habitación cuando unas vocecitas interrumpieron su tormenta interna.—¡Tío Aaron!Emma apareció corriendo como un rayo y se lanzó a sus brazos, abrazándolo con fuerza. Olivia llegó un segundo después, con la misma energía, rodeándolo también. Sin embargo, James se quedó al fondo del pasillo, con los brazos cruzados y una expresión que parecía demasiado seria para un niño de siete años.Aaron arqueó una ce
CAPÍTULO 47- TIEMPO PARA HUIR. Aaron alzó las cejas, sorprendido. Y por un momento, no supo qué decir. —Son mis hijos, Aaron. —continuó ella buscando justificar su decisión —. Me los arrebataron sin piedad. Yo... soy su madre biológica y no es justo que ellos crean que estoy muerta, así que voy a decir la verdad. Grace tomó su taza de café y bebió un sorbo, intentando calmar el temblor en sus manos. Sus ojos evitaban los de Aaron, como si temiera encontrar allí juicio o rechazo. —Sé que es arriesgado, pero... es lo único que puedo hacer. Aaron la escuchó en silencio, procesando cada palabra. Podía ver el dolor en sus ojos y la determinación en su postura. Comprendía lo que ella sentía y que tenía razón. Pero también sabía que lo que Grace planeaba era peligroso. La familia Stanton no se quedaría de brazos cruzados. Y el castigo... sobre todo el del abuelo, sería implacable. —Grace... —dijo finalmente, tomando su mano otra vez—. Créeme, te entiendo. Pero... lo que piensas h