CAPITULO 17- ¿QUIÉN ERES REALMENTE?Dentro del estudio, el ambiente estaba cargado de tensión. La mirada de Alaric, severa y penetrante, se clavaba en su nieto con evidente desaprobación. Lucien, sentado frente a él, intentaba mantener una postura relajada, pero la exasperación en su rostro era inconfundible. —¿Por qué te estás haciendo el desentendido con tu boda? —preguntó el viejo apoyándose, ligeramente en su bastón mientras lo miraba con dureza.Lucien rodó los ojos y dejó escapar un suspiro, recostándose en su silla con una mueca de impaciencia. Cruzó los brazos sobre el pecho y respondió con un tono cargado de sarcasmo.—¿Viniste hasta aquí por eso, abuelo? ¿Desde cuándo te importan esas nimiedades? Debí saber que Alessia iría a acusarme.El anciano golpeó el bastón contra el suelo y su mirada, ya intensa, se volvió aún más penetrante.—Me importa desde que está en juego mi palabra, Lucien. Ignacio es mi amigo, y ese matrimonio significa muchas ventajas para el negocio. No es
CAPÍTULO 18- UN COBARDE.Lucien suspiró profundamente después de que su abuelo se fuera, observando a través de la ventana con la mente llena de pensamientos. Pensó en Grace y en sus hijos, y en lo que había tenido que decirle a su abuelo. No podía permitir que supiera quién era realmente Grace, porque si lo hacía, ella no viviría para contarlo. No era un secreto para nadie que Alaric Stanton odiaba a la madre de sus trillizos.Cerró los ojos, pensando en lo difícil que sería mantener esa mentira, pero la vida de Grace y la salud de su hijo dependían de ello.Mientras tanto, afuera, Grace estaba parada frente al estudio. Había vacilado mucho antes de tocar; el nudo en su garganta era casi insoportable. Pero James la necesitaba y esa era una de esas pocas veces en las que tendría que tragarse su orgullo y enfrentarse a Lucien. No importaba lo difícil que fuera, o si él se desharía de ella, lo importante ahora era su hijo, y todo lo demás pasaba a segundo plano.Respiró hondo y tocó la
CAPITULO 19- NO ME REBAJO CON EMPLEADAS.De repente, la puerta del estudio se abrió y Alessia apareció en el umbral, elegante, tranquila, pero con un destello peligroso en sus ojos. —Lucien, cariño, ¿interrumpo algo? —dijo, su tono suave, sus ojos pasaron de él a Grace, observándola con desdén—. Porque parece que estás entretenido con... la empleada.Lucien, sin inmutarse, se apartó de Grace con la misma calma que siempre lo caracterizaba, como si no hubiese pasado nada. Se acomodó la camisa con un gesto lento.—No seas ridícula, Alessia. —dijo con tono seco, casi burlón, como si su interacción con Grace no tuviera la menor importancia—. Solo estaba aclarándole ciertas cosas. Sabes que no me rebajo a perder mi tiempo con... "empleadas".Sus palabras fueron una humillación directa, un recordatorio de la posición que Grace ocupaba en esa mansión, como si su presencia no tuviera más valor que el de una sirvienta.Alessia con una sonrisa venenosa, avanzó hacia Grace con paso firme.—Ya v
CAPÍTULO 20 - DOS SEGUNDOS.Grace sostenía con amor a James en sus brazos, mientras jugaba con él y lo calmaba en el consultorio. A su lado, en silencio, Lucien observaba cada movimiento de Grace. Aunque no le había dicho nada más desde que llegaron, la tensión entre ellos era palpable, como una cuerda a punto de romperse. De repente, la puerta se abrió y entró un médico. Era amigable, guapo y con una sonrisa encantadora que iluminaba la habitación.—Disculpen por llegar tarde —dijo el médico con tono ameno mientras tomaba asiento delante del escritorio y los miraba a ambos, manteniendo la sonrisa.Lucien, con un tono hostil y frío, no tardó en intervenir:—¿Dónde está el doctor Whitaker?El médico mantuvo su sonrisa profesional, pero su expresión mostró un ligero matiz de comprensión ante la actitud de Lucien.—Tuvo que tomar unos meses por un asunto personal —explicó antes de girarse hacia Grace—. Soy el doctor Samuel Harper —dijo con un tono amable y risueño, extendiendo su mano ha
CAPITULO 21- ¿A QUIÉN MAS LE HAS SONREIDO?Grace lo miró, atónita, mientras su corazón latía con fuerza. Sin embargo levanto la barbilla, desafiando su mirada.―¿Desde cuándo tengo que darte explicaciones? Que carajos te importa a quien le sonrió ―respondió, con un desafío que no pasó desapercibido para Lucien.Él se acercó aún más, su aliento rozando su mejilla. —Parecías una maldita colegiala con el médico de pacotilla —siseó, su voz ronca y cargada de una posesividad que le erizó la piel. No olvides porque estás aquí, ¿está claro?Deslizó su mano de la pared hasta su cuello, ejerciendo una leve presión que le cortó la respiración, pero que también encendió una chispa de rebeldía en ella. ―Dime, Grace, ¿a quién más le has sonreído así? ―preguntó, su voz era suave, pero la amenaza subyacente era inconfundible.Ella sintió como la rabia comenzaba a hervir en su interior. ¿Quién se creía que era para hablarle así? ¿Para controlarla? ―No te importa ― respondió, intentando apartarse d
CAPÍTULO 22 - SOY UNA TUMBA.Habían pasado dos días desde que Grace y James regresaron del hospital. Durante ese tiempo, ella había hecho todo lo posible por mantenerse alejada de Lucien, enfocándose únicamente en los niños. James, por su parte, había mejorado notablemente; ahora era menos taciturno y hasta sonreía con frecuencia. Esa era precisamente la razón por la que todos estaban en el jardín, disfrutando del aire fresco y de las risas que llenaban el lugar.—¡James, eso es trampa! —gritó Emma, mientras miraba a su hermano con reproche.—¡Ni lo sueñes, no tengo la culpa de que no sepas contar! —respondió James, sacándole la lengua.—¡Juguemos de nuevo y esta vez no te dejaré ganar! —exclamó Emma, acomodando las cartas.En medio del alboroto, la señora Hargrove apareció con una bandeja en las manos, cargada con vasos de jugo y un plato de galletas.—¡Vaya, vaya! Parece que la mansión se ha llenado de risas otra vez —comentó mientras se acercaba.—¡Es que estamos muy felices! —dijo
CAPITULO 23- ¿ENAMORADO?Lucien miró a su primo con una expresión fría y distante. Su mirada era un muro infranqueable mientras sostenía el vaso de whisky.—¿Qué haces aquí, Aaron? —preguntó, tajante y carente de cualquier calidez.Aaron, lejos de inmutarse, sonrió con su habitual aire coqueto y despreocupado, cerró la puerta y tomo asiento mientras jugaba con su encendedor antes de responder.—El cumpleaños del viejo es pronto. ¿Lo olvidaste?Lucien cerró los ojos al escuchar esas palabras. La razón estaba del lado de Aaron: el cumpleaños del abuelo estaba más cerca de lo que le gustaba admitir y por supuesto no lo había olvidado, pero prefería no pensar en ello. Con un ademán brusco, dejó el vaso con fuerza sobre la licorera, provocando un leve tintineo en el cristal. Y luego se sentó detrás del escritorio.—Eso no responde mi pregunta. ¿Qué haces aquí?Aaron soltó una risa ligera y siguó jugando con el encendedor, encendiéndolo y apagándolo sin prisa.—Voy a quedarme unos días.―¿Q
CAPÍTULO 24 - ¿INTERRUMPO?A la mañana siguiente, Grace se levantó temprano, motivada por su rutina de trotar antes de que el día se volviera demasiado caluroso. El aire fresco le llenaba los pulmones mientras recorría el parque, pero tras un par de vueltas, su ritmo se desaceleró. Con el corazón latiendo rápido y la respiración agitada, se detuvo, inclinándose con las manos sobre las rodillas mientras intentaba recuperar el aliento.De repente, una botella de agua se materializó frente a ella. Parpadeó, confundida, y alzó la mirada demasiado rápido, solo para encontrarse con un par de ojos color avellana que la observaban con una mezcla de interés y arrogancia.—Vaya, no todos los días se tiene el placer de ayudar a una dama en apuros —dijo el hombre, con una sonrisa que irradiaba una confianza casi irritante. Se inclinó un poco hacia ella, invadiendo su espacio personal con descaro—. Aunque debo decir que el esfuerzo te sienta bien.Ella frunció el ceño y tomó la botella con firmeza