C137-MOMENTO DE FELICIDAD.Lucien no dijo nada más. Se apartó y se dirigió a sus hijos, hablándoles al oído mientras Grace los observaba, preocupada de que estuvieran planeando otra travesura. Sin embargo, los chiquillos asintieron y se fueron, para volver poco tiempo después.Grace se sentía cada vez más curiosa.—Lucien, ¿qué les dijiste? ¿No estarán pensando en hacer otra travesura, verdad?Él solo le sonrió y se acercó a ella antes de voltear su mirada hacia todos los invitados.—Si me permiten un momento... —dijo, atrayendo la atención de todos—. Quisiera que ustedes fueran testigos de esto.Los trillizos, que habían estado demasiado ocupados discutiendo, de repente recordaron su misión secreta. Se miraron entre ellos y, conteniendo la risa, sacaron tres tarjetas que habían escondido debajo de la mesa. Cada uno sostenía una, pero, como era de esperarse, el caos no tardó en aparecer.—¡Yo primero! —exclamó Emma, levantando su tarjeta que decía "Mamá".—¡No, yo primero! —gritó Jame
C138- ¿PUEDO CONTESTAR?Después de la fiesta, los preparativos de la boda comenzaron. Grace estaba tan emocionada que apenas podía dormir. Se pasaba las noches haciendo listas mentales y las mañanas revisando que todo estuviera en orden. Pero si ella estaba emocionada, los trillizos estaban en otro nivel.Emma, Olivia y James corrían por la casa como pequeños tornados de entusiasmo, ideando todo tipo de planes para su gran participación en la boda. Grace, que ya conocía bien las ocurrencias de sus hijos, decidió sentarlos en el sofá para explicarles con calma sus responsabilidades.—A ver, pequeños terremotos —dijo, mirándolos con paciencia—. En la boda, pueden llevar los anillos o las flores. Eso es muy importante.Los trillizos se miraron entre ellos, claramente no impresionados. James fue el primero en levantar la mano, como si estuvieran en clase.—Yo quiero ser el que diga "pueden besarse" al final —soltó con una seriedad absoluta.Grace parpadeó.—Bueno... eso normalmente lo dice
C139- INFORMACIÓN DELICADA.Los trillizos se miraron y parpadearon al mismo tiempo.—¿Papá pidiendo permiso? —susurró Emma, claramente impactada.—Debe ser grave —murmuró Olivia, alzando una ceja.—O tiene fiebre —añadió James, mirándolo con sospecha.Grace los ignoró, demasiado ocupada tratando de asimilar la actitud de Lucien. Lo observó como si estuviera viendo a un extraterrestre.—Bueno… sí… puedes contestar. Tampoco es que vas a pedirme permiso cada vez que te llame una mujer, Lucien.Él asintió, pero antes de tocar la pantalla, levantó la mirada. Sus ojos se encontraron con los de Grace, y su voz salió baja, pero llena de intención.—No es cuestión de pedir permiso, mi amor. Es cuestión de que no hay ninguna mujer por encima de ti. Mi única prioridad es que confíes en mí y que seas feliz a mi lado.Grace sintió su estómago dar un vuelco. Una sonrisa se escapó de sus labios mientras bajaba la mirada, tratando de ocultar el calor que subía a sus mejillas.—No tienes que hacerlo, m
C140- HAZ LO QUE TENGAS QUE HACER.—¿Qué pasó? ¿Por qué esa cara?Lucien, con un suspiro profundo, pasó una mano por su cabello y la miró fijamente.—La llamada era de Kate, una amiga que es policía. Ella trabaja como agente.Grace asintió lentamente, esperando que él continuara. La inquietud crecía en su pecho, pero necesitaba saber más. Lucien tomó aire y siguió:—Kate me contó algo que su colega, un guardia de la estación, escuchó.La ceja de Grace se frunció.—¿Qué escuchó?—Un guardia escuchó a una mujer decir que nadie podía descubrir que estuvo detrás de lo del auto.Grace parpadeó, aturdida. Por un instante, no entendía a qué se refería.—Bueno, amor, pero… ¿Qué tiene eso que ver con nosotros?—Grace… me mencionaron a mí, ¿entiendes?Ella palideció al instante y, antes de que pudiera decir algo más, Lucien ya la estaba abrazando.—Esto significa que podríamos tener al responsable de tu accidente —añadió Lucien—. Y esa persona es Lucrecia.La sorpresa la golpeó como un balde de
C141- ADIÓS LUCRECIA.El agente puso en marcha un plan. Tras la confesión del mecánico, decidió que era hora de vigilar a Lucrecia. Puso a la policía en alerta y pronto se enteraron de sus movimientos. Una tarde, Rivas llamó a Lucien y Grace para informarles.—Estamos vigilandola —dijo con voz seria—. Parece que está intentando encubrir algo, pero necesitamos más pruebas antes de arrestarla.Mientras tanto, Lucien y Grace se pusieron manos a la obra. Con el futuro matrimonio entre familias... El esposo de Lucrecia había hecho negocios con Alaric y esa antigua alianza daba pie a una red de comunicaciones que se había mantenido en la empresa familiar.Así que buscaron en correos electrónicos y cuentas bancarias anexadas de Lucrecia. Querían encontrar algo que la incriminara de forma definitiva.Casi sin esperarlo, Grace encontró algo.Entre varias líneas de datos, halló un extracto bancario. La transacción mostraba un pago grande, realizado unos días antes del accidente. Con el corazón
C142- ¡FELÍZ CUMPLEAÑOS! ¿SIN MI?Aaron caminaba de un lado a otro frente al mostrador del encargado en el aeropuerto privado. Su camisa oscura impecable contrastaba con la furia en su rostro. Porque el sostenía el teléfono con una mano y con la otra presionaba su sien, tratando de mantener la paciencia.—Esto es inaceptable —dijo con voz firme y dominante—. Mi jet privado debería estar listo para despegar. ¿Qué demonios está pasando con el papeleo?El encargado, un hombre de mediana edad, intentó mantener la calma, aunque la tensión era evidente en su expresión.—Señor, el problema es que falta la autorización de aduana para el vuelo. Sin ese permiso, no podemos despegar. Esto puede llevar horas, tal vez hasta mañana.Aaron clavó su mirada helada en él y se inclinó levemente sobre el mostrador.—Escúchame bien. Ese vuelo tiene que salir hoy. No me importa cuánto tengas que mover tus contactos. Si no estoy en Londres esta noche, te aseguro que no tendrás trabajo mañana.El encargado t
C143- TÚ, YO Y NUESTRO HIJO.Toda la sala guardó silencio cuando Aaron empezó a caminar hacia Kate. Ella se quedó inmóvil, con la respiración entrecortada. No esperaba verlo allí, su corazón latió desbocado y sus ojos se clavaron en él, incapaces de apartarse de aquella mirada intensa, como si nadie más importara en la sala.Cuando Aaron se detuvo frente a ella, lanzó una mirada rápida a Sergio, quien, con una sonrisa tranquila, levantó las manos en un gesto de paz, como diciendo “todo está bien”. Kate, nerviosa, volvió a enfocarse en Aaron.—Pensé que no ibas a venir —dijo en voz baja.Aaron frunció levemente el ceño.—¿No leíste el mensaje?—¿Mensaje? —parpadeó Kate, confundida—. ¿Cuál mensaje?Sin esperar respuesta, Kate se giró de manera febril y corrió hacia la mesa donde dejó su teléfono. Lo tomó con prisa y revisó los mensajes. Al ver el de Aaron, su expresión cambió en un instante; se sintió estúpida.«¡Qué tonta soy! ¿Cómo pude dudar de él?», pensó.Volvió hacia Aaron con el
C144- PARTE DE NUESTRA FAMILIA.Aaron se quedó inmóvil al verla. Sus ojos, normalmente imperturbables, se abrieron con sorpresa. No esperaba verla allí, y menos en esas circunstancias. Había cerrado ese capítulo de su vida con determinación, y verla ahora, irrumpiendo en su hogar, lo tomó completamente desprevenido. Sin embargo, su sorpresa duró solo un instante. Rápidamente, su rostro recuperó la frialdad habitual, aunque sus manos se tensaron ligeramente.Cristine caminó con paso decidido hacia el centro de la sala, ignorando las miradas curiosas y las expresiones de sorpresa. Su llegada era como una tormenta que amenazaba con arrasar todo a su paso. Con los ojos brillando por lágrimas contenidas, alzó la voz, cargada de veneno.—¡Esto no puede estar pasando! —exclamó, mirando directamente a Aaron—. ¿Cómo pudiste? Esto es una farsa. Ustedes dos no están destinados a estar juntos.Kate sintió cómo el suelo parecía abrirse bajo sus pies. No dijo nada, pero su rostro reflejaba el golpe